Jet Lag – La Boîte (Barcelona)

Jet Lag volvían a Barcelona algunos meses después de haber presentado Beautiful Scars en la ahora clausurada Sala Magic con un gran éxito. Esta vez, sin Ramiro Nieto a la batería, que estaba de gira con los Fuzztones, y sí con Josema Martín, el primer batería de la formación. Sin duda una noche muy especial, en las que todos los miembros de la banda se mostraron especialmente entregados.

En esta segunda cita en la ciudad condal, pudimos comprobar unas cuantas mejoras respecto a su anterior actuación. Es innegable la mayor sensación de comodidad y de soltura con la que se enfrentaron a este concierto. Llegaron con más rodaje, con la seguridad que les da el haber conseguido un éxito considerable en la gira nacional, y sabiendo de la gran aceptación de su disco, considerado como uno de los mejores de este año. Su puzzle de melodías, esas bellas cicatrices, de las que no sólo emanan malos recuerdos, sino tiernas historias, sonaron con mucha más fuerza de lo que lo hacen en el disco, mucho más rockeras e incluso agresivas. Y es que en una sala tan pequeña como La Boîte, la potencia de las guitarras de Pablo García y Juan Santaner se volvían atronadoras, haciendo incluso imposible situarse cerca de uno de los amplificadores. Así era bastante comprensible que la voz de Pablo perdiera alguno de los matices que nos regala en el disco, e incluso algo de la delicadeza de la que hace gala. Incluso en algún tema tuvo que pedir que le subieran el micro, pero aún y así ofrecieron un concierto, aunque de repertorio muy similar al de la anterior ocasión, mucho más dinámico y menos lineal.

Abrieron de la misma forma que en la Sala Magic, con el tema que da título al álbum, y acabaron con uno de los singles de su debut, Love Amplifier. En el periplo entre ambas canciones, se sucedieron buena parte de sus últimos temas (“Star”, “Shine on”, “Goodbye”, “Don’t forget the clock”, una de las más coreadas de la noche, quizás porque es la banda sonora de un anuncio), algunos de ellos en versión extendida instrumental, con deleite de guitarras y teclados, y un par de covers a petición de amigos de la banda. Una actuación muy agradable, que dio buena cuenta del buen momento en el que se encuentra la banda. Y es que éste es, sin duda, su año.