Discos

Jimi Goodwin – Odludek (Heavenly Records/ [PIAS])

Es posible que dentro de nuestros lectores haya un gran contingente de fans de Doves, un grupo incomprendido de Manchester a pesar de un éxito considerable a principios del año 2000 en Inglaterra, y que a día de hoy siguen siendo culto de adoración para aquellos que disfrutaron del característico equilibrio que tenían entre la épica y la delicadeza. Una banda que parecía destinada a cambiar el rumbo del pop-rock británico con el primer álbum de su saga, Lost Souls, en cambio, el problema fue que era demasiado pretencioso y remaba demasiado en las corrientes de Radiohead y Coldplay. La sorpresa ha llegado cuando nos hemos encontrado que el frontman Jimi Goodwin se ha embarcado en la aventura de su álbum en solitario llamado Odludek, cinco años de espera después de haber dejado huérfanos a todo el séquito de seguidores de Doves desde el Kingdom Of Rust.

Odludek, es un disco que se las arregla para definir totalmente toda la estatura musical que tiene Jimi Goodwin, quiero decir, que el intento es valiente y encomiable ya que introduce muchas variables en su nuevo proceso creativo, pero es un poco «desequilibrado» por la confusión que reina en algunos momentos del disco (El que mucho abarca poco aprieta). Como digo, hay muchos momentos encomiables y gran parte de la culpa es por la voz de Goodwin, y es que no ha perdido nada del encanto de antaño, y añade nuevos matices de romanticismo y pretensión como hace en la balada acústica «Oh! Whisky». Por lo visto parece que su pasión por la música y el whisky sigue siendo en gran medida parte de la personalidad de Jimi

El eclecticismo de Odludek está entre cielo y la tierra y no se centra por completo en ninguna de las partes, por ejemplo «The Ghost Of The Empties» emerge matices de las canciones de Doves, o «Terracotta Warrior» es la celebración de la grandilocuencia en tratar de dar nuevos trazos diferentes del pasado, pero sigue sonando a eso mismo que digo, ha pasado.

La dulzura de folkTrip-hop de «Didsbury Girl» o la noventera «Lonely At The Drop» son los mejores frutos de la tentativa de Jimi Goodwin para intentar romper el vínculo con el pasado, pero la sensación de rigidez y estructura endeble del álbum no logra finalmente dar respuestas a los fans, la heterogeneidad a lo largo de las 10 canciones no me parece del todo convincente. No faltan signos positivos y voy a ser feliz si se decide a sacar nuevo disco con Doves, pero esto no deja de ser una pequeña decepción con una grandísima señal de vida.

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