Joan Colomo – Contra Todo Pronóstico (BCore)
Igual es cosa de la crisis, o que el tema musical está tan mal que hay que buscarse las castañas por todas partes. O simplemente es que el mundo está lleno de hiperactivos y no lo sabemos. Sea como sea, que un músico se decida a abrir una segunda o tercera vía que poder recorrer en solitario ya no es noticia. Que se abra una cuarta ya no es tan habitual.
Es el caso de Joan Colomo, que combina su nueva faceta de “solo ante el peligro” con su participación en The Unfinished Sympathy, su actividad en Zeidun y su voz cantante en La Célula Durmiente. Contra Todo Pronóstico es el debut en solitario de este joven, disperso en lo musical y con pintas de genio loco; responsable de magistrales títulos como “Més dies que llonganisses” (“there are more days than long pork sausages”), ahora sigue alimentando en el oyente esa sensación de estar envuelto en una gran broma (“ni el comunismo, ni el capitalismo, ni el arroz con leche”) que, sin embargo, pasa por ser de lo más real que se puede escuchar hoy en día.
Y eso que las letras se le dan “fatal”. Del revuelto idiomático (catalán, castellano, inglés) y estilístico que son, surgen historias brillantes que combinan el naïve más puro y descacharrante (“L’ocell”, “L’infern”, “La vida”) con el sarcasmo más paradójico (“El abismo de uno mismo”, “Todo es tan jodidamente relativo”) y crean una píldora que aprovecha su inofensiva apariencia para apoderarse del sistema neurológico y multiplicar sus efectos en el que escucha.
Para conseguirlo, Joan ha tirado de amigos y compañeros que le sujeten la red por si tropezara en alguna parte del alambre. Entre ellos, Narcís Prats o Inés Martínez de La Célula, e Iban Puigfel, de Unfinished, en la producción, consiguen que el disco sea nuevo en lo nominal pero no en el contenido; al menos no del todo porque, felizmente, Contra Todo Pronóstico nos resultará familiar a los que ya sabíamos quién era Joan Colomo. Si bien esta vez da más cancha al pop (“Un comino”, “A diestro y siniestro”, “La ruleta”), la filosofía punk y librepensante (“The frog”, “El abismo de uno mismo”) y el aroma circense (“La mort”, “El camí”, “L’infern”) siguen muy presentes en sus habituales canciones de poco minutaje. En esta ocasión, además, nos damos de bruces con joyas pseudo-folk como “L’ocell”, “La vida”, “The crayfish” o “I’m eating from your hands”, a dúo con la radiante voz de Inés.
Un disco muy majo, adictivo y con muchas cosas dentro.