Joaquín Pascual – El ritmo de los acontecimientos (El genio equivocado)
La escucha del debut en solitario de Joaquín Pascual me causó un susto inicial considerable, más bien una descolocación: me declaro fan absoluto del sonido inflamado desarrollado por Mercromina con distintos recursos en sus tres últimos discos, cimas maestras del panorama nacional –me van a perdonar, pero las aventuras con Travolta siempre se me han antojado menores-, y la propuesta de El ritmo de los acontecimientos (10) se aleja de ello en manos de un lo-fi de gran radicalidad.
Ahora bien, no tardé con las escuchas en comprender el planteamiento y la justificación de este trabajo: un elogio del “hazlo tú mismo” que sirve de catarsis necesaria para alguien que no espera nada a cambio. Música pura sangre a la que le resbala las posibles decepciones o los requerimientos de parias como yo. Chapeau, esas dosis de verdad no son habituales en estos tiempos.
Musicalmente, Joaquín construye diecinueve letanías con el reverb de la guitarra echando humo, con una concepción brutalmente punk (“Sólo te pedí un cigarro”) o con pasajes áridos que dan escasa tregua (ahí está la bellísima “Viejo cascarrabias”). Dentro del lote encontramos hasta mini hits -“Todos los días tengo un accidente” o “Nos miramos a los ojos” lo son-, que campean junto a esqueletos consumidos como “Disfrutando de lo lindo” o “Nadie quiere pensar en ello”.
Una grabación en cinco días junto a Paco Loco, espartana y expansivamente cáustica, en la que son pocas las colaboraciones y añadiduras: Coros ensoñadores de Ana Galletero y Muni Camón colisionando concienzuda e hirientemente con temas como “Jugando al escondite”, algunas guitarras de Xema Fuentes (Ciudadano) y un órgano en conjunción perfecta al sonido rasposo destilado, capaz de confeccionar “Ella me atropelló”, una de las canciones del año sin dudarlo.
Las letras muestran una melancolía cauterizadora de escozores producidos por las cosas que pasan –no en el sentido de ocurrir, sino de marcharse- y sus consecuencias; escritas de manera sencilla y directa, son bálsamo que ya bebo desde hace semanas.