John Grant
No confiaba mucho en mi habilidad para escribir canciones cuando empecé a trabajar en Queen of Denmark
Queen of Denmark fue uno de los discos más importantes del pasado año en Muzikalia. Su autor, antiguo miembro de la banda Czars, pasará por nuestro país estos días presentándolo.
Aprovechamos su gira para hablar con él sobre sus canciones, sus influencias y su afición por Almodóvar.
Me gustaría empezar hablando de tu último disco Queen of Denmark. Escuchándolo, parece que las letras son como la culminación de un proceso vital, como si hubieras estado esperando exactamente este momento para escribir este disco. ¿Es así?
Bueno, no conscientemente, pero sí, es la manera como ha acabado siendo. He estado esperando a un momento específico para escribir estas letras, sí. Son letras que tenían que llegar en algún momento, porque necesitaba expresarme abiertamente y este es el disco para aceptarme a mí mismo, todos mis problemas y todos los aspectos de mi personalidad… todo el proceso de dejar de beber también.
Es curioso porque la sinceridad con la que escribes en este disco es completamente opuesta a lo que hacías con The Czars, donde improvisabas las letras.
Bueno, creo que el problema que había con The Czars es que creía que tenía que ser alguien que no era. Y pensaba ´quiero ser como Radiohead´ o quiero ser como quien se suponga que tenga que ser. Siempre pensaba que la gente esperaba de mí que fuera otra persona, aunque de hecho nadie me lo pidió nunca. Y ésto es algo que se reflejaba en las letras, porque no estaba preparado para mostrarme como ´yo mismo´. Ha sido un proceso muy largo para mí el llegar a un punto donde pueda expresarme tal como soy.
¿Podemos decir que ahora tienes más confianza?
Sí, por supuesto que sí. Es parte del proceso de crecer, de hacerse mayor y de saber quién eres. Creo que siempre tuve la habilidad de ser un gran escritor de canciones, pero nunca me había dado cuenta de que tenía todo ese montón de cosas dentro de mí y siempre las estaba buscando fuera. Ahora me he dado cuenta que todo lo que necesito para escribir lo tengo dentro de mí, y que puedo describir el mundo y mis sentimientos con mis propias palabras.
¿Fue un proceso doloroso escribir las canciones de Queen of Denmark?
Más que doloroso fue un alivio. Fue más como quitarse un peso muy grande de encima. Escribir estas canciones fue un proceso muy primario. Algunas de ellas son dolorosas, sí, sobretodo algunas de las canciones de amor. Muy dolorosas. Pero luego está la alegría de hacer música, esta especie de felicidad cuando estás creando algo y te parece que es bueno, aunque el proceso haya sido doloroso. Y luego cuando esas canciones las tocas encima de un escenario y funcionan… no sé exactamente por qué, no me hace sentirme triste… de hecho me hacen sentir feliz.
¿Cómo acabaste trabajando con Midlake?
Nos conocimos porque ambos estábamos en (la discográfica) Bella Union y coincidimos en Austin, en el SXSW, en un desayuno donde congeniamos, y hemos desarrollado nuestra amistad durante los siguientes años. Durante una época en la que estuve viviendo en Nueva York, me pidieron que tocara con ellos un par de veces y me animaban continuamente para que hiciera un disco en el que ellos podrían participar. Pero en ese momento yo no estaba muy seguro si tenía suficiente dinero para afrontar ese riesgo, porque sacar un disco siempre es un riesgo. En aquel momento no tenía ahorros y estaba intentando establecerme en Nueva York y estaba estudiando ruso y tenía un trabajo en el que ganaba dinero con el que me pagaba un seguro médico por primera vez en mi vida. Así que me resultaba difícil dejar todo eso y lanzarme a hacer un disco. ¡Porque ni siquiera estaba seguro de poder hacer un buen disco!
Me sentía cansado y deprimido porque había fracasado en la industria musical. Pero Midlake realmente me apoyaron mucho y me hicieron sentir mucha confianza. Y una vez que empezamos, en el momento en que nos dimos cuenta de que estábamos haciendo algo especial, fue más fácil continuar. Pero grabar las canciones fue un proceso difícil, porque como te digo no confiaba mucho en mi habilidad para escribir canciones cuando empecé a trabajar en Queen of Denmark. No sabía si podría volver a escribir canciones. Pero al final fue un proceso que llegó de forma natural, simplemente dejando que las cosas siguieran su curso.
También los arreglos de las canciones son muy bonitos.
Salieron de forma muy natural: podía escuchar las canciones en mi cabeza mientras las estaba escribiendo. Básicamente escuchaba lo que ha acabado grabado en el disco. Esa fue la parte fácil. Pero luego tenía que encontrar a alguien para que hiciera exactamente eso: que entendiera lo que yo quería y lo trasladara al disco. Y esa es la parte difícil. Porque yo no toco el violín, ni la guitarra, ni el chelo ni el trombón. Y comunicarte con otra gente para que entiendan el sonido exacto que quieres es la parte más difícil.
Desde que salió Queen of Denmark, se te ha comparado con artistas como John Cale o Scott Walker, e incluso con el Elton John más introspectivo. ¿Qué te parecen estas comparaciones?
Es un halago porque son artistas realmente asombrosos. No conozco demasiado la carrera de John Cale, pero adoro absolutamente a Scott Walker. Así que cuando la gente me compara con estos nombres yo sólo puedo pensar que es increíble y que en realidad no creo que yo sea tan bueno. De hecho no creo que tenga una perspectiva demasiado buena sobre mí mismo, porque no puedo escucharme a mí mismo desde fuera, así que simplemente confío en lo que me dice la gente. Y cuando la gente me dice estas cosas, es un gran cumplido, porque respeto mucho a estos artistas.
Queen of Denmark hace salir a la superficie de nuevo el cliché del sufrimiento y el artista torturado como motor de creación. ¿Qué opinas al respecto? ¿Crees que es más fácil crear desde el dolor o es simplemente que damos más valor a este tipo de obras que a las que tienen un trasfondo luminoso, positivo y alegre?
Creo que es una cuestión de lo que te salga de forma natural. Yo encuentro más sencillo escribir sobre el dolor y el sufrimiento que sobre la felicidad, aunque no sé exactamente por qué. Creo que en el próximo par de discos ya estaré preparado para explorar aspectos algo más positivos de estar en el mundo porque estoy desarrollando una capacidad de apreciar este tipo de sentimiento y saliendo de una especie de… oscuridad, en la que estaba antes. Pero me da la sensación de que es mucho más difícil escribir canciones positivas porque es fácil que suenen cursis y realmente tópicas. Aunque no sé por qué debería ser así, porque creo que hay un montón de ejemplos de gente que escribe canciones positivas que son preciosas y sin ser nada cursis. Así que creo que es más una cosa personal, y yo aún no he aprendido a describir la belleza o la felicidad como he aprendido a escribir sobre… cosas difíciles. Es algo que estoy aprendiendo según me hago mayor. El próximo disco tal vez siga siendo bastante oscuro también, pero a partir de ahí puede ser que cambie de dirección un poco.
¿Lees las reseñas que se publican sobre tu disco? ¿Crees que en su conjunto la gente ha entendido lo que querías expresar con tus canciones?
Sí, sí que las leo. Y creo que sí que se ha entendido y que la gente se siente identificada con las letras, porque básicamente habla de emociones humanas y un montón de gente pasa por el mismo tipo de cosas y se identifican con ellas porque las ven como propias. Mucha gente tiene problemas o pasa por momentos de baja de autoestima o tiene que lidiar con aspectos dolorosos de su pasado, es lo que la gente identifica con la condición humana. Me hace feliz pensar que la gente lo ha entendido.
¿Cómo se han aceptado las letras de tu disco en, por ejemplo, Estados Unidos?
La verdad es que el disco en general ha tenido una buena aceptación, aunque en realidad ha tenido poquísima exposición en Estados Unidos. Me parece que no hay mucha gente que sepa ni siquiera que existe. El disco ni siquiera ha sido reseñado en revistas como la Rolling Stone, o Spin, o alguna de las revistas americanas grandes, porque las personas que se tenían que encargar de este tema no le han dado mucho movimiento. Éste es un tema difícil para mí, porque estoy un poco enfadado con la manera en que se ha tratado este tema. He tocado para bastante gente en Estados Unidos, y sé que a la gente se sentiría identificada con mi disco igual que lo han hecho en el resto del mundo. Soy americano y es Queen of Denmark es un disco muy americano, por supuesto, porque el disco es un muy personal y refleja mucho de dónde soy. Así que desearía que más gente lo escuchara. Espero que al próximo disco se le dé más promoción allí y que el público tenga la oportunidad de decidir si le gusta o no, porque ahora la mayoría de la gente no debe tener ni la más mínima idea ni de quién soy.
¿Dónde está o qué es Marz?
Marz es una pequeña tienda que había en el pueblo donde crecí en Michigan. Es una tienda de… creo que vosotros la llamáis “heladería” (en español). Es un sitio que fue muy especial cuando era un crío. Era muy visual. Olía muy bien y tenían unos helados increíbles. Y el color… cuando pienso en Marz pienso en un color concreto, en el borgoña, porque todo el mobiliario era borgoña. Así que pienso en ese color rojo sangre. Para mí era una especie de otro mundo dentro del mío y cuando piensas en el nombre Marz piensas también en Marte (en inglés, Mars), en otros mundos. Saqué la letra de la canción de una de sus viejas cartas y básicamente se trata de describir un sitio que fue muy especial cuando era pequeño.
¿Vives realmente en Goteborg?
Bueno, eso es lo que dice mi página de internet, pero no vivo realmente ahí, aunque paso ahí mucho tiempo. Básicamente vivo entre Berlín, Goteborg y Londres porque no tengo un sitio en ningún lugar.
¿Encuentras diferencias importantes entre vivir aquí y vivir en los Estados Unidos?
Sí, es muy diferente, pero eso es lo que me gusta. Hay muchas cosas que me gustan de Europa. A la gente le encanta la música y el cine y el humor. Y me gustan las diferencias entre países…. Porque yo soy un “freak de los idiomas” ¡me encantan! Y es muy interesante para mi todo este tema de los idiomas: la comida, las películas… Así que cuando llego a un nuevo país simplemente me siento fascinado por los nombres de las cosas. Por ejemplo, en España una “caña” (en español) puede ser una cerveza… o una pasta dulce para comer… ¡esas son las cosas que encuentro fascinantes! (En un español con acento mejicano bastante aceptable, John Grant nos confiesa que está aprendiendo a hablar español). Aprendí español hablando con mis amigos mejicanos cuando trabajé en la cocina de un restaurante donde todos mis compañeros eran de Méjico. Me hubiera gustado hacer toda la entrevista en español… pero no sé suficiente como para expresar correctamente mis sentimientos aún. Pero estoy aprendiendo. Además soy un grandísimo fan de Almodóvar, ¡tengo todas sus películas!
Dentro de poco estarás en España de gira. ¿Qué podemos esperar de los conciertos que ofrecerás aquí?
Tengo ganas de visitar España, así podré practicar un poco más el español y aprender cosas nuevas. Probablemente tocaré un par de temas antiguos de The Czars y también algún tema nuevo del que será mi próximo disco. Y temas del Queen of Denmark. Así que habrá una mezcla de todo.
¿Cómo te sientes al tocar temas tan íntimos ante una audiencia cercana: es doloroso o poco a poco vas superando tus propios sentimientos?
Hmm… no creo que realmente nunca se supere del todo. Creo que poco a poco mis sentimientos cambiarán según pasen los años. Ahora, cuando canto mis canciones en directo hay mucha pasión. Algunas noches es doloroso y te absorbe, pero la mayoría de las noches realmente no lo es… o al menos no dura demasiado. Aunque sí que es verdad que después de un concierto me siento muy vulnerable y a veces débil, pero también eufórico, porque es una experiencia muy poderosa: conectas con la gente, les miras a los ojos, ves sus caras… y es especial… pero te deja rendido. Aunque te sientes bien.