Johnny Marr – Call The Comet (Warner Bros)
Desde la disolución de The Smiths, Johnny Marr ha participado como músico de sesión y productor en innumerables formaciones (Electronic, Pet Shop Boys, 7 Worlds Collide, Modest Mouse, The Cribs, etc). Al igual que Morrissey, la sombra de su vieja banda fue tan alargada que perdura en la actualidad. Durante décadas, fiel a su naturaleza poco amante de los titulares, Marr se mantuvo en un discreto segundo plano hasta que decidió despegar en solitario. Su proyecto Johnny Marr + The Healers (Boomslang, 2003), si bien contó con singles dignos como “The Last Ride”, “Banging On” o “Down On The Corner”, fue un fracaso absoluto. Las críticas no se hicieron esperar: una mala copia de Oasis, voz que no estaba a la altura, lírica pobre, temas mediocres en comparación con los clásicos que grabó junto a Mozz, Andy Rourke y Mike Joyce durante los ochenta. Borrón y cuenta nueva. La trilogía formada por The Messenger (Warner Bros, 2013), Playland (Warner Bros, 2014) y el directo Adrenalin Baby (Warner Bros, 2015) —en el que revisaba tanto su nuevo periodo solista como con los Smiths—, demostró que la carrera del mancuniano era más sólida de lo que muchos imaginaban.
Tres años después del cover “I Feel You” (Depeche Mode) para Record Store Day, las memorias Set The Boy Free (2016) y diversas colaboraciones musicales (Noel Gallagher, Blondie, Hans Zimmer, Maxine Peake), Call The Comet (Warner Bros, 2018) constituye un necesario paso adelante y al mismo tiempo, durante ciertos pasajes, una puesta al día del pasado glorioso. “The Tracers”, lanzada como primer sencillo, con una sección rítmica que hermana “The Queen Is Dead/The Headmaster Ritual”, evoca madrugadas, autopistas, rascacielos y luces de neón; un mañana distópico arrancado de las páginas de J.G. Ballard. “Hi Hello” (segundo single), luminoso jangle pop marca de la casa, hubiera podido encajar perfectamente en cualquier disco de los Smiths. De hecho, no cuesta en absoluto imaginarla con la voz de Morrissey. “Walk Into The Sea” (tercer adelanto) probablemente es la joya de la corona: una pieza en crescendo de seis minutos, épica y ambiciosa, con piano, spoken word, guitarras potentes, riff que queda grabado en la memoria y coros efectivos.
En la producción, limpia y cristalina, Marr se luce en todo momento con su estilo de guitarra sostenido por arpegios y afinaciones abiertas. “Day In Day Out” remite a “Hand In Glove” gracias a su sonido y candencia rítmica. En “Bug” volvemos a encontrar otro tema de los Smiths (“Barbarism Begings At Home”) revisitado de forma velada; bajo funky, batería dominante y estribillo coreable. “Rise”, “Hey Angel” y “Spiral Cities” alternan entre rock enérgico y pop asequible para las radiofórmulas. “My Eternal”, como en “The Tracers”, con su sensación de urgencia y estructura circular, remite al sonido patentado por Siouxsie And The Banshess, The Cure o Joy Division. “New Dominions” y “Actor Attractor”, electrónicas y experimentales, podrían pertenecer a New Order etapa Technique. Por último, como cierre del elepé, “A Diferent Gun” resulta tranquila y no exenta de cierta melancolía.
Marr es consciente de las elevadas expectativas que despierta su persona entre los fanáticos de los Smiths. Para bien o para mal, su trabajo siempre será comparado con el de Morrissey. Irónicamente, aunque Mozz se caracteriza por sus críticas despiadadas a compañeros de profesión y numerosas declaraciones polémicas que copan los medios, no suele mencionar a su antiguo guitarrista. La conclusión es obvia: ambos han tomado diferentes caminos y se respetan mutuamente. Maduro, diverso y redondo, Call The Comet reúne lo mejor de su pasado, actualizándolo sin un ápice de nostalgia, para conducirlo al futuro.
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