Julien Elsie
No devoro discos de otros, creo que eso puede llegar a condicionar que tu trabajo suene parecido al de otro
Quizá no haya hecho mucho ruido, o quizá no se le haya prestado la atención que merecía, pero lo cierto es que el bagaje de Julien Elsie, con varios proyectos a sus espaldas, es importante. Lo suficiente como para emprender una más que interesante aventura en solitario; Deux es su segundo disco, y en él se ayuda de la producción de Danny Richter para firmar un disco que destila melancolía, blues y rock a partes iguales.
Hablamos con él y nos cuenta, con los pies en la tierra, qué es Deux, cómo nació y hacia dónde dirige su carrera con él.
Cuando leí la historia de Deux me resultó bastante peculiar. ¿Se ha perdido esa noción de grabar discos únicamente para tener la excusa de tocar en directo?
Las canciones, según mi forma de verlo, tienen una vida. Por eso no soy muy partidario de ensayarlas una y otra vez durante mucho tiempo. Se acaban desgastando. Por eso creo que si tienes la oportunidad de sacarlas en un álbum, de retomarlas, de descubrir nuevos sonidos en el estudio, de alguna manera vuelven a nacer.
¿Cómo surgió la idea del crowdfunding?
Ya me sonaba que se hacía en otros países, como Estados Unidos. Más adelante, en Facebook, ví que Jero Romero había hecho lo mismo y había sobrepasado las expectativas. Una mañana me levanté y empecé a mascar la idea. Contacté con Verkami y, después de recibir una buena orientación por parte de ellos, lo puse en funcionamiento.
Tuvisteis muy buena respuesta por parte de la gente, ¿no? El objetivo eran 2.500 euros, y al final la cifra se cerró entorno a los 2.600, si no recuerdo mal.
No lo esperaba. Ni tan siquiera esperaba llegar a la mitad. No tengo un volumen de público suficiente ni para llenar salas de medio aforo, pero me tenía que arriesgar. Ya había agotado el dinero en pagar las sesiones de grabación y era una opción para que el disco no se quedase en el congelador.
Según lo que invirtieras, te correspondía un lote que en algunos casos incluía desde el vinilo en sí a aparecer en los créditos o acceso al backstage. Seis personas donaron 100 euros y tres 200€… ¿Da vertigo?
Creo que había gente interesada en que eso saliera adelante. Entre los mecenas hay mucha gente conocida, incluso personas con las que no tenía contacto desde hace años, pero que al final estuvieron ahí. Ves que quedan pocos días y que si no llegas al objetivo, te quedas sin nada. De alguna manera sí, sientes algo de vértigo. También es emocionante.
¿Es esta quizá la forma más honesta de acercarse al público en tiempos tan jodidos, permitirle implicarse y sentirse parte del proyecto?
No se si llamarlo honestidad, o necesidad. El no haberlo hecho así hubiera supuesto esperar uno o dos años más a poder sacarlo. Por otra parte, quería obviar el tema discográficas. El sacarlo bajo un sello propio implica el control absoluto sobre tu trabajo, el inconveniente aún no se cual será, pero por las experiencias anteriores, prefiero averiguarlo más adelante. Por supuesto, la implicación por parte de la gente ha influido para conseguir el objetivo. Yo también lo haría para otros.
Desde luego es una forma más humanizada…
Humanizada y natural.
Hablando del disco… ¿Contento con el resultado final?
Todos los que hemos participado en la grabación hemos quedado muy contentos. Ha significado subir un escalón de calidad con respecto al anterior. Durante el proceso de grabación ya íbamos intuyendo que el resultado iba a ser excelente.
Creo que Danny Richter ha hecho un trabajo excelente revistiendo los temas… ¿Cómo fue el proceso de grabación?
El disco se grabó durante seis sesiones. La primeras tres en julio y las segundas en septiembre. Una parte muy importante en todo esto ha sido el trabajo de producción. Dany lo hace todo muy fácil. Las ideas están por encima de la técnica. Utiliza las herramientas que tiene como simples herramientas. Y eso es algo que siempre está en mi cabeza. Y la simplicidad. Resta y sumarás. Antes de la grabación teníamos que concretar qué es lo que realmente queríamos, pero no necesitamos hablar demasiado. Todo fue fluyendo solo.
Detecto cierto aroma melancólico y de condena durante todo el disco y, si te digo la verdad, creo que gran parte es por tu voz.
Quizás es mi carácter, y eso sale por la boca, por el altavoz. No me suelo analizar demasiado, pero lo que dices es algo en lo que la gente está de acuerdo. Sólo me expreso, y es lo que sale. No hay nada premeditado por mi parte.
No puedo evitar que “Judy Hawk´s capture and death” me recuerde a Grupo Salvaje… ¿Qué referencias tienes a la hora de componer y cantar?
Referencias hay muchas. No solo musicales, por supuesto. Aparte de haber escuchado esto o lo otro, las imágenes también me sugieren música. Lo que hago es expresarme a través de ella. No devoro discos de otros, creo que eso puede llegar a condicionar que tu trabajo suene parecido al de otro. Espero que no suene pretencioso pero yo intento huir de todo eso.
Además de tocarlo todo menos el bajo y la batería, escribes casi todas las canciones. ¿Quiénes son Paul Barham y Emma Black?
Paul es un amigo músico de hace años, de Leeds, compartimos banda y aventuras varias hace años hasta que fue a vivir a otra ciudad. Me conoce muy bien y es letrista habitual en discos anteriores. Emma, nacida en Manchester, es, a mi parecer, una de las mejores cantantes folk de Inglaterra. la conocí hace unos 5 años y empezamos un proyecto a medias. Lo tenemos aparcado por la distancia y porque ella no tiene medios para hacerlo vía internet. Era una manera de sacar la canción del baúl.
En lo personal, después de formar parte de varios grupos en el pasado… Este segundo disco te sirve de alguna manera para estabilizarte en solitario, ¿no?
Es difícil establecerse en solitario, sobre todo si tus bandas anteriores son poco conocidas en los medios, y sacar tu nombre sólo a pasear, más todavía. En mi caso, aunque llevo mucho tiempo, no he tenido demasiadas oportunidades de salir, y el factor tiempo/experiencia hace que parezca que lo has hecho todo, pero en verdad no es así. No puedes aparecer como artista emergente porque tienes más de 40, pero para mí es estar empezando de nuevo. En estas circunstancias con el primer disco siempre es difícil, y el segundo, o lo superas con creces o te quedas así, como estás
. ¿Es el recorrido natural? Es decir, pasar de estar en bandas a tocar en solitario, y no tanto al revés…
El formato banda tiene muchos inconvenientes; en el momento en que falte un brazo o una pierna, es fácil que todo se derrumbe. Para mí es más sencillo hacerlo así, sólo tengo que enseñar mis canciones a los demás, y los demás tienen que asimilarlas. La «democracia» que tiene que existir en una banda, a veces crea grandes conflictos que se evitan con una pequeña dictadura al dejar las decisiones finales en manos de una sola persona. En mi caso, todos hablan, pero yo decido.
Y para concluir, una desviación personal… He leído que has teloneado a The Drones, ¿es verdad? Me parecen grandiosos.
Tipos simpáticos. Estuve en la prueba de sonido y me sorprendieron mucho. Creo que tienen personalidad, algo que falta a veces. Aludiendo a la pregunta anterior, eso sí es una banda, cada parte es importante y cada pieza se mueve por donde se tiene que mover. Es habitual que algunas bandas cambien a su bajista o guitarrista porque encuentran a alguien con más «técnica» y, en ese momento todo el sonido que había costado tanto conseguir se pega el batacazo.