Live Without Buildings – Live at the Annandale Hotel (Gargleblast Records)
Vaya por delante que no soy ningún amante de los discos en directo. Opino que los conciertos están para disfrutarlos y que, para escuchar en casa, nada mejor que los trabajos de estudio. Desde el handicap afronto la escucha de este Live at the Annandale Hotel, el testimonio sonoro del concierto ofrecido por la banda escocesa Life Without Buildings el 14 de diciembre de 2002 en Sydney. Y Lo primero que me llama la atención es que un grupo con un único disco en el mercado (el muy recomendable Any Other City (01)) publique un directo como segunda referencia. A este paso, qué será lo próximo, ¿un grandes éxitos?
Cierto es que hubiera preferido estar esa noche en Australia, sudando y con una Foster’s en la mano, pero la escucha del disco resulta lo suficientemente entretenida como para dedicarle un rato. El secreto está en unas canciones frescas y sin más pretensiones que las de divertir y pulsar en la audiencia el botón de la nostalgia. Nostalgia de aquellos maravillosos años, los del indie rock de guitarras intrincadas y bajos lineales. Así son los doce temas del disco, indie de manual practicado con la soltura y las ganas de comerse el mundo propias de una banda formada en la Escuela de Arte de Glasgow. Al frente, una Sue Tompkins con más carisma que voz y que, con su característico fraseo, medio cantado, medio hablado, consigue mantener el interés de unos temas siempre correctos y, a ratos, ciertamente brillantes.
Dado lo homogéneo del repertorio, se hace difícil destacar alguna canción por encima de otra. Temas como “Let’s Get Out”, “The Leanover” o “Philip” funcionan de maravilla, mientras que con la inicial “Liberty Feelup” las comparaciones con los Sugarcubes de Björk se hacen inevitables. Para el bis, una “Sorrow” con los acordes robados al “I’ll be your Mirrror” de The Velvet Underground y la tormenta final de “New Town”. Nada nuevo bajo el sol pero, a veces, basta con esbozar una sonrisa de satisfacción pensando en tiempos…¿mejores?