Los pianos de cola Steinway: Un legado de excelencia en la música clásica
La historia de los pianos Steinway se remonta a 1850, cuando el fundador de la compañía, Heinrich Engelhard Steinweg, emigró desde Alemania a Estados Unidos en busca de un un nuevo futuro. Este emprendedor intrépido, apasionado por la artesanía y la música, abrió su taller en Nueva York en 1853, marcando el comienzo de un proceso en la fabricación de pianos de calidad sin precedentes. Años antes, en 1836, construyó su primer piano en la cocina de su casa en Seesen, Alemania, comúnmente conocido como el piano «Kitchen», que actualmente puede visitarse en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Un compromiso con la calidad
El 5 de marzo de 1853, se fundó Steinway & Sons en Varrick Street, Manhattan. La familia había decidido americanizar su nombre Steinweg a «Steinway«, que permanece hasta nuestros días. Fue por aquel entonces cuando comenzaron con la fabricación de pianos de cola cuadrada. La técnica del piano abarca el toque figurativo y el toque de acordes y arpegios. Igual que el órgano, es un instrumento polífónico. Su sonoridad es variada en intensidad y efectos especiales. El primer piano de cola presentado por Steinway fue fabricado con la máxima exigencia en precisión, lo que le hizo destacar cono la mejor máquina construida hasta la fecha.
Hay otros pianos de cola además de los Steinway, ya que diversas compañías han sabido construir una serie de instrumentos de indiscutible calidad y adaptados a todos los bolsillos y necesidades. Aunque quizá pocos de ellos tienen tras de ellos una legendaria singladura como la suya. La meticulosidad alemana y el ingenio estadounidense se entrelazaron para dar forma a unos pianos que rápidamente ganaron reconocimiento por su artesanía exquisita y su resonancia tonal incomparable.
Sus virtudes e impacto cultural
La innovación está arraigada en la historia de Steinway & Sons, desde el método de laminado patentado en 1880 hasta la introducción del Hexagrip en 1963 y la caja de resonancia diafragmática. Compuestos por más de 12.000 piezas ensambladas meticulosamente a mano, estos instrumentos evitan la automatización, preservando la artesanía humana en cada fase del proceso. La elección cuidadosa de la madera, sometida a un extenso periodo de secado y evaluación, refleja el compromiso de la marca con la excelencia material. Estas características no solo enfatizan la resistencia y durabilidad del piano, sino que también contribuyen a un sonido único y vibrante. Cada componente, desde la tabla armónica hasta el alma del piano, refleja la dedicación constante de Steinway & Sons a la perfección, asegurando que cada instrumento sea una expresión singular de maestría artesanal y calidad sonora inigualable.
Su nombre forma parte de la leyenda, como decimos pronto se convirtió en un símbolo de calidad en el mundo de la música clásica, conquistando los corazones de pianistas virtuosos y compositores eminentes a lo largo de diferentes generaciones que supieron apreciar todas esas virtudes. Es por ello que han sido elegidos por algunos de los pianistas más virtuosos de la historia. Desde Sergei Rachmaninoff y Vladimir Horowitz hasta Lang Lang y Martha Argerich, los intérpretes más destacados han confiado en la distintiva sonoridad y la sensibilidad táctil excepcional que solo Steinway puede ofrecer.