Luna + Flowers + Urko Menaia – C.C. Intxaurrondo (San Sebastián)
Al final triple cartel para el regreso de Luna a escenarios vascos dentro de una extensa gira por todo el estado con 14 fechas nada menos.
Comenzó el local Urko Menaia que, en formato dúo guitarra/batería, nos regaló un set de aires Dylanianos y enraizado en el folk y la música de raíces norteamericana.
Continuaron, pese a no estar inicialmente en el cartel, el trío de Londres Flowers, que apoyados en la voz de su cantante femenina elaboran un pop sencillo que evoca poderosamente a Cocteau Twins y al Indie-noise de los 90′ s pero sin todavía presentar canciones de altura y que sirvió para que el público se fuera acomodando y tomando posiciones.
Luna grabaron su último disco en el año 2004 y también se despidieron de los escenarios ese año, pero parece que no se hayan marchado nunca. Las distintas visitas de Dean Wareham con diferentes proyectos, han hecho que se siga manteniendo viva la llama del grupo e incluso que haya aumentado ese pequeño culto que posee la banda.
Sus conciertos como dúo, con Dean& Britta, sus recreaciones del cancionero de Galaxie 500 o la recreación musical de los «Screen Tests» de A.Warhol y su magnífico libro «Postales Negras» han impedido que nos olvidemos de la figura del norteamericano.
Grupo sin grandes éxitos, de discografía algo irregular, sigue ofreciendo ese fluido de guitarras que se ubica en el New York de Lou Reed, The Velvet Underground y Television y el «pop kiwi» neozelandés de The Clean, The Chills, etc.
Con tono sereno, elegante y alambicado en la robusta sección rítmica de Britta Phillips (bajo) y Lee Wall (batería), las guitarras de Wareham y Sean Eden van desgranado «Lost In Space», «Chinatow» como remansos de agua, que solo parecen desbocarse en alguna carrera de «Friendly Advice» para lucimiento de Eden que lleva la parte comunicativa del grupo, compartiendo brebajes con el público o intentando alguna palabra en euskera.
«California», «Indian Summer» nos devuelven las guitarras en cascada y «23 minutes in Bruselles» nos define de dónde vienen, con ese sólo que, en disco, recreó Tom Verlaine pero sin grandes estridencias ni picos de intensidad. Su complicidad y sarcasmo aparece en los coros y letras de «Tiger Lily» o su versión de S. Gainsbourg de «Bonnie and Clyde» en la que demuestran su amor por el glamour y el «savoir faire» francés.
Luna es un grupo que no te hace perder los estribos ni te lleva a alcanzar el nirvana, bueno a algún fan puede que sí, pero que te sumerge en un estado narcótico guitarrero muy placentero, difícil de aparcar, ni tan siquiera cuando empiezan el bis con su lectura de «Sweet Child on Mine» de Guns n´ Roses, hasta ahí llega su porte como banda.