Marc Almond – (Sala Arena ) Madrid 12/02/16
Marc Almond es una de las figuras más grandes del pop desde (que no de, así, exclusivamente) los 80. En el panorama musical que tenemos ahora, con estrellitas insulsas de las que espero que nadie se acuerde en unos años, Almond se convierte, por oposición, en una figura gigantesca. No es que necesite regodearse en el pasado – sobre todo con el magnífico The Velvet Trail recién salido del horno, su mejor trabajo en años – pero, amigo, ¡qué pasado! Si uno ha compuesto temas gloriosos como “Bedsitter” o “Say Hello Wave Goodbye”, tendrá que presumir de ello, vamos, digo yo.
Salió puntual al escenario de la sala Arena (¿Marco Aldany? ¿Discoplay?) y quedó claro que jugaba en casa; con solo verle, muchos ya daban por bueno el precio de la entrada y arrancó con “Minotaur”, de su último trabajo, para seguir con esa maravilla que siempre fue “Tears Run Rings”. Si Morrissey es el rey del kitchen sink drama y Jarvis Cocker el poeta de la clase obrera, Marc Almond es el equivalente a las películas de John M. Stahl o Edward Dimitryk; el amo y señor del melodrama.
Uno asiste a sus canciones como si se asomara a un thriller de los años 40, donde los hombres van con sombrero y gabardina y las mujeres llevan una navaja en la liga. Nadie como él ha sabido cantar al lado más bestia de la vida y hacerlo tan hermoso, con la posible excepción de uno de sus ídolos, Jacques Brel, de quien cantó la fantástica “Jacky”, privándola del magistral arreglo disco que le diera en Tenement Symphony para sostenerla en la batería y en su tremenda interpretación, a la altura de otro grande entre los grandes, Scott Walker.
No faltó tampoco su homenaje a Gene Pitney, la soberbia “Something´s Gotten hold of my Heart”, que fue un bombazo incluso en España allá por 1988. Todos lo recordábamos bien, la media de edad en la sala estaba en los 40 años.
Fue desgranando material de su último disco, como el baladón “Scar”, “Bad to Me” o “Zipped Black Leather Jacket”, alternando con temas más añejos como “Brilliant Creatures” (del Fantastic Star), “The Dancing Marquis” o “Meet me in my Dreams”, uno de los momentos más emotivos de un concierto que a muchos nos arrancó alguna que otra lágrima. «Tears Run Rings around my eyes»… Se hizo acompañar de una banda sobria, que vestía adecuadamente los temas, pero cuando Marc Almond está sobre un escenario solo puedes mirarle a él. Su magnetismo es difícilmente explicable.
Muchos esperábamos más concesiones a Soft Cell y a sus primeros tiempos en solitario o con The Mambas, pero no fue así, limitándose a un “Bedsitter” que cantó toda la sala, “Soul Inside” y el previsible bis con “Tainted Love” (acaso la versión más famosa de todos los tiempos) y la tremendísima y nunca suficientemente elogiada “Say Hello Wave Goodbye”, en la que todos nos dejamos la voz rendidos al carisma de este grandísimo artista, que dirigía nuestros torpes intentos de cantar una de las canciones más bellas que se han escrito sobre desamor; todo un manual sobre el desengaño y cómo superarlo con infinita elegancia. El único pero que podría poner es que se me hizo muy corto y que me faltaron joyas, pero con el cancionero de este hombre es imposible que eso no ocurra.
Una velada donde en poco más de hora y media convivieron el pop más hedonista con la música disco, la descarnada tradición de torch songs, Brel, Scott Walker, Aznavour (aunque faltó su tremenda lectura de “What Makes a Man a Man”) iconos como Gene Pitney, Casanova, Wilde, Kenneth Anger, donde se recordó a Bowie y donde Marc Almond volvió a demostrar que es de una estirpe especial de intérpretes, que tiene clase para regalar, y que, sin él, el mundo sería un lugar bastante peor.
Una pasada! Sólo los que estuvimos allí, sabemos el poso que nos dejó, nos supo a poco, como todo aquello que se está disfrutando. Me siento de los cuarentones contemporáneo de los Gahan, Kerr, Smith, morrissey y por supuesto Almond. Qué dure el sueño!!
Impresionante.Tengo 43 y la primera vez que vi a almond en la tele fue el La edad de oro con 9 o 10 ,cenando en casa.Mi padre dijo que quien era aquel tipo tan»raru».Peculiar un rato.El viernes fui con mi mujer.Fue pura entrega,puro soho,un tipo autentico y unico.Toda la sala cantando Say Hello Wave Goodbye 35 años despues,le tuvo que poner los pelos de punta.Como a nosotros.Gran disco Velvet Trail
Marc Almond, solo con una palabra lo digo todo
ESTRELLA.
Una de las grandes estrellas que quedan todavía, una delicia de concierto…
Para mí el tipo hizo uno de los mejores discos del año pasado, por no decir el mejor.
Él, como siempre, un ARTISTAZO pero el sonido dejó mucho que desear. Hubo varios acoples durante el concierto. Que conste que me quedo con lo bien que me lo pasé y lo del sonido lo dejo en anécdota pero él no se lo merece 🙂
Vimos un espectaculo completo. Una gran diva en el escenario. Pero a la vez cercano e incluso cariñoso.
Estuve al dia siguiente viendole en la sala Razzmatazz en Barcelona donde calcó el setlist de Madrid y bordó igualmente su actuación.Me tragué cinco horas de viaje en tren desde Eibar solo para ver por fin en directo a uno de mis idolos de siempre y para volver por el mismo medio al dia siguiente, pero valió la pena. Grande entre los grandes, Marc Almond…..