María José Llergo (Teatro Cervantes) Málaga 20/12/23
Este año que exprime sus últimos latidos ha traído, entre otras grandes noticias musicales, la consagración de María José Llergo como un valor sólido, mucho más que una voz prodigiosa, en una escena ávida de propuestas valientes y transversales como la suya, asentada en un segundo álbum, el brilante Ultrabelleza (Sony, 2023), que eleva la repercusión de su nombre varios cuerpos al abrirse a diferentes sonidos que enriquecen su discurso y subrayan su versatilidad.
Arropada en directo por teclista y batería que aportan sintes, beats y ritmos trepidantes y sinuosos, zigzagueando entre la luz y la sombra, jugando a crear atmósferas de pulso intrincado, hilvanó un triunfal recorrido por sus dos álbumes de estudio, constatando que lo suyo poco tiene ya que ver con el flamenco a secas, como demuestra su abrazo elegante a estilos que van desde el r&b hasta la música urbana, pasando por el trap o la electrónica. Etiquetas que tan sólo adornan lo que ya es un realidad incontestable: tenemos frente a nosotros a una de las artistas más importantes de los últimos años, capaz de congelar el tiempo al son de incendiarios arrebatos de impacto inmediato como “Ultrabelleza”, “La Puerta Está Abierta”, “Aprendiendo a Volar” o ese abrasivo arañazo al alma que supone “Lucha”, una prueba más de su crecimiento como artista.
No faltaron las paradas en su estupendo debut, Sanación (Sony, 2020), como “Me Miras Pero No Me Ves”, o ese momento tan especial que supone su versión del “Pena, Penita, Pena” de Lola Flores, deslizándose entre el público, mirando a los ojos y arrancando emociones al límite, en un show que la mostró entregada haciendo gala de ese carisma natural y nada impostado que desemboca en un llamamiento en defensa de una diversidad que lejos de separarnos, como algunos se encargan en proclamar, nos permite evolucionar y aprender. Hay en sus palabras un halo de sinceridad y honestidad que perfilan una figura de abrumadora madurez sin haber alcanzado aún la treintena.
La mágica noche del malagueño Teatro Cervantes, inmejorable contexto que lució sus mejores galas para tamaño despliegue de duende y talento, constató que el presente le pertenece, mientras el futuro se abre paso movido por la ilusión que despierta su radiante evolución, mezcla de atrevimiento e inquietud, de inconformismo y clarividencia creativa. Es difícil adivinar a estas alturas dónde estarán sus límites, pero lo que sí queda claro es que hace tiempo que lo terrenal se le queda demasiado corto.
Fotos María José Llergo: Daniel Pérez