Megadeth – Warheads on foreheads (Universal)
Este no es el primer recopilatorio de Megadeth, pero sí el más completo y en el que posiblemente su líder, Dave Mustaine, haya puesto más cariño a la hora de confeccionar.
¿Pero por qué necesita el mundo un recopilatorio de Megadeth? De hecho, ¿qué significa Megadeth hoy en día? Son una banda de metal, cierto, y cualquier etiqueta subgénero se les queda corta (en su vida han sido heavy metal clásico y hace mucho que lo de thrash metal se les quedó cortísimo), ¿pero por qué resultan tan atractivos? En parte es debido al propio Mustaine, un tipo polémico que cada vez que abre la boca la lía parda y que ya lleva años dominando el arte de escupir veneno cuando canta.
Porque de eso va Megadeth, de escupir veneno, de cagarse en todo y esperar llevarse las cosas por delante antes de que ellas te lleven a ti. Creo que esa ira ha sido lo que les ha mantenido vivos, midiéndose eternamente con unos inalcanzables Metallica y, evidentemente, quedando siempre por debajo de ellos (cuando quisieron acercarse al estatus comercial de Metallica lo hicieron muy bien pero siempre quedando unos cuantos escalones por debajo). Sin embargo, Megadeth acumulan méritos para parar un tren. Nunca desarrollaron el sentido del espectáculo en vivo (Mustaine no es un súper frontman precisamente) pero sus discos excelentes y canciones inmaculadas se cuentan por docenas. Todas ellas con sus dosis de ácido, cianuro y ponzoña. Por eso Megadeth siguen siendo válidos hoy día y por eso su último disco, Dystopia, se cuenta entre lo mejor de su carrera, porque son tiempos adecuados para estar cabreado y el asco con el que Mustaine canta nunca estuvo más justificado (otra cosa son sus ideas políticas, habitualmente demenciales).
Con Megadeth uno no puede esperar estribillos coreables ni baladas para que tu novia te los tolere, aquí hay bilis, canciones con las guitarras a tope y una sección rítmica que,la ocupe quien la ocupe (siempre ha habido baile de miembros), nunca da tregua. Después de haber ganado recientemente un Grammy y teniendo en cuenta el metal suele traer a gente joven de tanto en tanto, esta recopilación está más que justificada. Y no es perfecta porque no incluye “Peace sells”, que es como si los Stones se dejan fuera de un compliado “Honky tonk woman” o los Beatles “Come together”. ¿La razón? Que ha estado en todos los demás recopilatorios que han editado a lo largo de los años. Ya me diréis si tiene lógica eso, pero así es Mustaine. De todos modos, las cosas como son, las demás canciones son todas las que tienen que estar y seguidas apabullan. Todo en estudio, ni demos, ni en vivo, ni nada, vienen como se conocieron en su día y en orden cronológico. 35 canciones por 35 años de vida. “Wake up dead”, “In my darkest hour”, “Holy wars… The punishment due”, “Hangar 18”, “Symphony of destruction”… Lo dicho, sin espacio para el tembleque, más hasta cuatro joyas recientes perteneicentes a Distopya que indican que Mustaine está como nunca.
son malísimos
Y tú también.
ya lo escuché completo. y suena como la mierda
muy decepcionado con la calidad de sonido, peor que las canciones originales
Megadeth es lo que Metallica hubiera querido ser si hubieran sabido tocar.
Y la intro de Last Rites/Loved to Death (que debería haber mantenido su nombre original “Vaya forma de cargarla al echarme, gilipollas, a ver si aprendéis a tocar) es el puto principio y fin del metal.