Peter Gabriel – I/O (Real World / EMI)
Hay artistas (pocos) con los que esperar lo inesperado siempre es lo más acertado. Tal vez no sea este totalmente el caso pero, como resulta obvio, 21 años de espera sin obtener material original por parte de uno de los iconos más claros de la música popular del siglo XX, dan para que la gente pierda interés en lo que tenga que decir, por pura obsolescencia, o incluso para caer en el olvido. Aunque seas cristo resucitado.
Afortunadamente, con Peter Gabriel no se da el caso. Uno puede siempre esperar lo inesperado. Dueño de una carrera prácticamente sin mácula, ha logrado que esto sea así a base de cuidar, hasta niveles de perfeccionismo enfermizos, el material original que ofrece a su público. No es de extrañar, por tanto, que este conjunto de canciones que empezó a gestarse nada menos que en 1995 y tuvo ya una tentativa de edición en 2004, se materialice, finalmente, algo más de dos décadas después que su antecesor, UP (2002).
Entre medias, varios procesos de grabación hasta en siete estudios diferentes, retrasos constantes, dos discos sin material original (Scratch My Back, con versiones de otros y New Blood, con versiones orquestales de clásicos propios), giras y demás retrasos que hacían parecer que I/O, el anunciadísimo décimo estudio del que fuera cantante de Genesis, no iba a llegar nunca.
No obstante, en enero de 2023, con la luna llena, aparecía “Panopticon”, una canción espectacular, que podía mirar de frente a la gran mayoría de clásicos de Peter Gabriel, en dos versiones -Bright-Side Mix y Dark-Side Mix- con mezcla diferente. Esto ha sido así a lo largo de los doce meses del año, hasta completar el mismo número de canciones, que es el que compone el disco editado el 1 de diciembre de este año que expira. Un álbum que contiene, igualmente, ambas versiones, dark y bright, de todas sus pistas, completando una duración de más de 136 minutos. Esto es así porque, tal como explica el propio Peter, las mezclas realizadas por Mark “Spike” Stent y Tchad Blake eran ambas tan buenas que quiso que fuera el público quien decidiera cuál era la mejor.
Cuestiones que atañen sólo a los freaks audiófilos (entre los que no me encuentro) aparte, I/O tiene de inesperado, básicamente, la dilación de su producción y edición, pero en todo lo demás, es un disco de Peter Gabriel por todo lo alto. Es decir, quien se enamoró de él con So (1986), se casó con él en US (1992) y continuó el idilio con UP, encontrará aquí todas las virtudes que hicieron de aquella la gran trilogía que es. Canciones bien compuestas y pensadas a lo grande, con un sonido espectacular y una conciencia tras de sí algo simple, pero bien ofrecida. Es decir: lo exigible para que este señor, sea este señor.
Y lo es con esplendor. No falta nada. La citada “Panopticon” es la puerta de entrada monumental a un conjunto que sí, cuenta con momentos algo anodinos, sobre todo a partir de su ecuador, pero en conjunto funciona como uno de esos productos perfectos (o casi perfectos) que sòlo los grandes más grandes pueden ofrecer. De hecho, la primera media docena de canciones es absolutamente impecable: “The court” es un clásico marca de la casa que traslada al siglo XXI los fundamentos de aquél prog-rock que él y su banda básicamente inventaron: “Playing for time” una torch ballad prima hermana de “Here comes the flood”; la titular, un tour de force con sabor a himno, al igual que la más épica aún “Four kinds of horses”; y “Road to joy” hace gala del mismo ritmo funk infeccioso con el que contaban canciones tan bigger than life como “Sledgehammer” para construir hits infalibles.
Sí que es cierto, como apuntaba, que a partir de ahí la cosa cae un poco más en lo evidente, con canciones algo más endebles, o redundantes, como la ampulosa “So much”, o un intento estéril de regrabar “Don’t give up” bajo el (horrendo) título de “Love can heal”. Pero ni siquiera eso logra desmembrar un trabajo que no es otra cosa que Peter Gabriel reivindicando muy por encima del notable -y sin sorpresas, ni, por tanto, aportaciones o novedades- las virtudes de un catálogo prácticamente impecable que, si este fuera su último capítulo, encuentra aquí un colofón más que digno. Regresos así, sí.
Escucha Peter Gabriel – I/O