Postal Service – Give up 10th Anniversary Deluxe Edition (Sub Pop)
Cuando hace diez años te decíamos en esta misma revista que Give Up estaba «llamado a convertirse en una de las referencias más importantes de 2003», poco podíamos aventurar el sorprendente éxito de éste. Tan sorprendente que ni los propios protagonistas ni su discográfica pudieron llegar ni siquiera a imaginar que el divertimento de Jimmy Tamborello y Benjamin Gibbard, ambos inmersos por aquel entonces en sus propios y florecientes proyectos, llegaría a vender un millón de copias. Y menos aún que diez años más tarde el invento nacido de enviarse música por correo postal volvería a ser noticia. Pero aquí estamos, celebrando el décimo aniversario de Give Up con una reedición deluxe en disco doble.
Siempre hay que dudar de las cosas de las que cuelga el epíteto deluxe, pero aquí la duda es en vano. El placer de abrir el digipack y encontrarse con las tres grandes ilustraciones del matrimonio Kozyndan bien vale ese adjetivo. Por si esto fuera poco, complementando al libreto original de 2003, hay un libreto adicional ampliamente ilustrado con fotos de hace una década. Y aunque algunas de ellas hubiera sido mejor que hubieran quedado en el olvido más absoluto, no se les puede negar su valor humorístico. O por decirlo llanamente, no tienen desperdicio.
Hablando estrictamente de lo musical, en el primer disco encontramos una remasterización del Give Up que Tamborello y Gibbard publicaron hace diez años. La misma mezcla de pop y electrónica, naïf, juguetón y brillante, que aún sin ser exactamente original cuando salió, tantas veces ha sido copiada desde entonces. «The district Sleeps Alone» o «Nothing better» suenan tan arrebatadoras como antes. «Such great Heights» tan fascinante. Escuchar esta reedición es un ejercicio de nostalgia menos doloroso de lo previsto: el disco mantiene la frescura y suena vigente, a pesar de lo agotado que está el género.
Por supuesto, el fundamento de esta reedición está en el segundo disco. Tanto se le ha pedido a Postal Service que entreguen un segundo álbum, que en 2006 volvieron a reunirse para hacer un intento que, por problemas de agenda, nunca llegó a buen puerto. Pero del que salieron dos nuevos temas que ahora ven la luz por primera vez. El primero de ellos es «Turn Around», una canción muy bailable, con un ritmo alejado de las filigranas preciosistas made in Tamborello y más cercano a Pet Shop Boys. El segundo es «A tattered line of string», también potente y también con reminiscencias ochenteras, ambas con la colaboración a los coros de Jenny Lewis. Tras escuchar estos dos temas, es difícil no acabar con una mueca de fastidio por lo que pudo ser y no fue.
Completando el segundo disco hay tres caras B del Give Up original, que mantienen bien el nivel; algunos temas sacados de recopilatorios, bandas sonoras y sesiones en directo, así como un par de versiones de John Lennon y The Flaming Lips, que simplemente tienen su gracia, amén de algunos remixes con interés relativo. Lo más curioso tal vez sea escuchar a The Shins versionando «We will become silhouettes» o a Iron and Wine haciendo lo propio con «Such great heights». Pero el meollo siguen siendo esos dos temas nuevos y las elucubraciones que generan. Además de lo cuidado de esta reedición, probablemente una parte de su encanto sea encontrar las pistas de un acertijo que sabemos de antemano que no lleva a ningún sitio: el de adivinar cómo hubiera sonado ese segundo trabajo del dúo. Porque apelar a la nostalgia, con sólo una década, igual es un poco prematuro.