Conciertos

Radiohead – Plaza de Toros (Bilbao)

Tras un largo tiempo de espera, por fin nos encontrabamos con la posibilidad y el lujo de poder ver en directo la presentación de «Amnesiac» (inteligentemente definido como «Kid B» por nuestro compañero Manuel Pinazo).


Han sido meses de búsqueda en Napster, meses de rumores (casi todos falsos por desgracia) y meses en los que, los que amamos a los Radiohead de los primeros álbumes, soñábamos con su vuelta al rock más contundente y emotivo.

Pero no ha sido así.

De todas formas, el concierto del día 26 en Bilbao fue un gran repaso a la historia de Radiohead (obviando de manera muy sabia «Pablo Honey», porque «Creep» ya cansa).

El ambiente excepcional, más de 6.000 personas (aunque no hubo sold-out), un tiempo excelente (el concierto comenzó de día!), y un escenario adornado con tiras de papel de plata, demostrando que no se necesitan grandes gastos para que los grandes grupos hagan grandes conciertos 🙂

Para comenzar, nos colocaron a un DJ de telonero (Christoph D Babalon), cuya misión y filosofía musical todavía no acabo de entender. Sonidos extraños e incoherentes, repetitivos, molestos… que pena que los rumores que apuntaban a Sigur Rós como teloneros no se cumplieran.

Pero vamos a lo que realmente nos llevó a estar más de 6 horas haciendo cola bajo un sol de 35 grados y casi pelearnos 3 veces por conseguir una primera fila: el concierto de Radiohead.

Tras un comienzo inquietante y denso con «Nathional Anthem» y «Morning bell» (de lo mejorcito de Kid A, aunque la segunda repite en Amnesiac), Radiohead descendieron a los infiernos con una incendiaria versión de «My iron lung». Los cimientos de la plaza de toros de Bilbao temblaron por primera vez, ante la descarga eléctrica de los de Oxford.

En primera fila sufrimos la presión de las más de 6.000 personas que debían estar en el coso bilbaino. Y en la guitarra, Johnny destrozó una de sus cuerdas delante de nuestras narices… un ligero contratiempo que prácticamente nadie notó.

A continuación, llegó «In Limbo», de «Kid A», y la primera canción que presentaban en directo de «Amnesiac», «Packt Like Sardines», una canción que gustó muchisimo a una audiencia completamente entregada a esas horas.

Acto seguido, llegó el momento más emotivo de la noche para un servidor. Primero, «Paranoid Android», el single más largo y arriesgado de la historia (con permiso de «Bohemian Raphsody» de Queen) y una de sus canciones más completas, de las que mejor reflejan lo que Radiohead quiso exponer en «OK Computer».

Y segundo, «Exit Music», en la que un espeluznante silencio se apoderó del público, y en el cúal, Thom y compañía supieron moverse a la perfección. Desde la primera fila me giré, y noté algunas lágrimas en la gente. Fue algo realmente emocionante.

Al volver a la realidad, sonaron «You & Whose Army», canción nueva, y dos canciones de «OK Computer», «No Surprises» y «Airbag». Especialmente resaltables éstas dos últimas, guitarras a tope y Johnny disfrutando como un niño con su xilófono y sus máquinas.

3 canciones más de su nuevo disco, «Dollars & Cents», «Pyramid Song» y «Knives Out». Muy en la línea del «Kid A», no cabe duda que responden a una misma época compositiva.

Un guiño al pasado con «The Bends», y llegamos al momento curioso del concierto, los problemas de sonido en «Idioteque».

Thom no oia en absoluto la batería, y gritó algo sobre el «fuckin´ sound» que estaba sufriendo. La gente, que se dió cuenta de los problemas de Thom, comenzó a gritar y a saltar para darle apoyo moral. De repente, ante la sorpresa general, Thom comenzó a saltar y a gritar al mismo ritmo que el público, mientras, siguiendo la entonación de la canción, gritaba: «I can´t sing this fuckin´ song». Parecía pasarlo bien.

Al acabar «Idioteque», se sentó de nuevo al piano para interpretar «Everything in its right place», y de nuevo los problemas, ésta vez para fijar el micrófono. Pero la canción sale adelante, preciosa, y se retiran a la espera del bis.

En el bis caen «I Might Be Wrong», otra de las nuevas, y una nueva puñalada emotiva: «Street Spirit». Otra vez vuelvo a ver lágrimas.

«Climbing Up The Walls», en la que Thom acaba los coros cantando por el micro de su guitarra, y «How to disappear» ponen punto y final al primer bis. Pero la gente quería más, y lo merecían.

Salen de nuevo e interpretan «Talk Show Host», y finalizan el concierto con «Karma Police». Tan sólo hacía una hora, había comentado a mi hermana: «Deben acabar con Karma Police». Mi deseo se cumple.

Y así finalizaron 2 horas intensas de concierto, en las que Radiohead demostraron que son un banda con un directo fantástico, a veces denso y emotivo, a veces directo e infernal. La sabia combinación de temas nuevos y grandes éxitos les hace irresistibles. Sí, aunque hayan sacado «Kid B».

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