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Singles Supremos: «She’s not there» de The Zombies

Aunque, por desgracia, The Zombies no disfrutaron del mismo reconocimiento que sus compatriotas coetáneos The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks o The Who, sí que es totalmente incontestable que esta formidable banda británica formada por Colin Blunstone (voz principal), Rod Argent (teclados), Paul Atkinson (guitarra), Chris White (bajo) y Hugh Grundy (batería) fabricó un muy estimable ramillete de sortijas; siendo una de las que más despunta, sin duda ninguna, el single supremo «She’s not there» (1964): un tema éste de incalculable encanto y con un sentimiento magnético.

Traduzcamos una letra, la cual presenta más incógnitas de lo que aparenta y más adelante, trataremos de descifrar las estrofas:

Well, no one told me about her, / Bien, nadie me habló de ella,
the way she lied. / de la manera en que mintió.
Well, no one told me about her, / Bien, nadie me habló de ella,
how many people cried. / de cuánta gente lloró.

But it’s too late to say you’re sorry. / Pero es demasiado tarde para decir que lo sientes.
How would I know? Why should I care? / ¿Cómo podría saberlo? ¿Por qué habría de importarme?
Please don’t bother trying to find her. / Por favor, no te molestes tratando de encontrarla.
She’s not there / Ella no está ahí.

Well, let me tell you ‘bout the way she looked, / Bien, déjame contarte sobre cómo era su aspecto,
the way she acts and the color of her hair. / la manera en que actúa y el color de su cabello.
Her voice was soft and cool, / Su voz era suave y fría,
her eyes were clear and bright / sus ojos eran claros y brillantes
but she’s not there. / pero ella no está ahí.

Well, no one told me about her. / Bien, nadie me habló de ella.
What could I do? / ¿Qué podía hacer?
Well, no one told me about her / Bien, nadie me habló de ella
though they all knew. / aunque todos lo sabían.

But it’s too late to say you’re sorry. / Pero es demasiado tarde para decir que lo sientes.
How would I know? Why should I care? / ¿Cómo podría saberlo? ¿Por qué habría de importarme?
Please don’t bother trying to find her. / Por favor, no te molestes tratando de encontrarla.
She’s not there. / Ella no está ahí.

Well, let me tell you ‘bout the way she looked, / Bien, déjame contarte sobre cómo era su aspecto,
the way she acts and the color of her hair. / la manera que actúa y el color de su cabello.
Her voice was soft and cool, / Su voz era suave y fría,
her eyes were clear and bright / sus ojos eran claros y brillantes
but she’s not there. / pero ella no está ahí.

But it’s too late to say you’re sorry. / Pero es demasiado tarde para decir que lo sientes.
How would I know? Why should I care? / ¿Cómo podría saberlo? ¿Por qué habría de importarme?
Please don’t bother trying to find her. / Por favor, no te molestes tratando de encontrarla.
She’s not there / Ella no está ahí.

Well, let me tell you ‘bout the way she looked, / Bien, déjame contarte sobre cómo era su aspecto,
the way she acts and the color of her hair. / la manera que actúa y el color de su cabello.
Her voice was soft and cool, / Su voz era suave y fría,
her eyes were clear and bright / sus ojos eran claros y brillantes
but she’s not there. / pero ella no está ahí.

The Zombies se habían fundado en el año 1961 en la localidad británica de Saint Albans (a unos 30 kms. de Londres), en el sureño condado de Hertfordshire, cuando los miembros del quinteto eran unos estudiantes adolescentes. Después, de haber obtenido cada vez más repercusión dentro de su propia ciudad natal, uno de sus líderes, el teclista Rod Argent tuvo la firme pretensión de comenzar a profesionalizar el proyecto, en 1963.

Entonces, en las postrimerías de ese año 63, los cinco chicos se inscribieron en un concurso de bandas denominado Herts Beat, en Watford Town, donde incluso se presentaron con pancartas varias decenas de personas procedentes de la propia Saint Albans para jalear a sus paisanos participantes. El miembro que más impactó a la audiencia fue Rod Argent, improvisando solos en su teclado; algo inhabitual en ese momento de la escena pop de Gran Gretaña. Entonces, The Zombies salieron vencedores en dicho el certamen, a través de tocar varias versiones, y por ello recibieron un premio de 250 libras esterlinas y se les concedió la exclusiva oportunidad de grabar alguna canción.

Las cosas mejoraron aún más porque cuando los triunfantes músicos se hallaban en el camerino, tras recibir el galardón, llamó a su puerta nada menos que Dick Rowe, el director del poderoso sello Decca Records. Éste había dejado escapar a The Beatles, cuando éstos aún no eran conocidos, a primeros de 1962 pero respecto a otros talentos emergentes como The Zombies, el propio Rowe no estaba dispuesto a perder esa segunda y novedosa oportunidad, terminando el año 1963. Así pues, el ejecutivo les ofreció un contrato a esos chavales en alza, aunque éstos eran todavía demasiado inexpertos como para atreverse a firmar dicho importante acuerdo.

The Zombies 1965

El padre del batería Chris White, entonces, solicitó la ayuda de un conocido suyo, el productor Ken Jones, al cual no le satisfizo del todo el documento de la discográfica y aconsejó al combo grabar un tema con la compañía de producción del propio Jones para luego editarlo con Decca Records. Así, The Zombies se dispusieron a plasmar una versión del tema “Summertime”(1934), original de George Gershwin,  pero sabiendo de lo prometedor del grupo, el propio productor Ken Jones les sugirió a sus componentes que también compusieran un par de melodías propias durante las dos siguientes semanas.

El propio bajista Chris White rubricó “You make me feel good” y el teclista Rod Argent pensó que solo se es arrogante y joven una vez en la vida, así que se halló convencido de que era capaz de crear una pieza de la misma calidad que cualquiera que hubieran publicado The Beatles, hasta ese 1964. Con esa ambiciosa mentalidad, Argent hizo brotar «She’s not there», resultando… ¡solamente la segunda canción que él forjaba desde que empezó en la música! Por aquel entonces, en este intérprete anidaba la tierna ingenuidad de un artista novel que no conocía como funcionaba el complejo mundo de la música. Esa frescura armónica y esa blancura en su joven mente fue determinante a la hora de gestar una preciosidad sonora como la que hoy nos ocupa.

Considero que tienes que ser muy bueno para concebir una canción tan excepcional como esa con tan escasísima costumbre previa como autor.

Como añadido, durante los ensayos en el domicilio del bajista Chris White, el productor Ken Jones le preguntó a Rod Argent si podía escribir otra estrofa para «She’s not there» ya que al principio dicho tema solo poseía un fragmento, el cual se repetía.

Al mismo teclista le influyó, de entrada, el título de la canción de John Lee Hooker, «No one told me» (1963) y algunos cambios de acordes del tema «Sealed with a kiss» (1962) de Brian Hyland, pero luego, en todo lo demás, Rod Argent siguió su propio camino creativo y anotó una letra sobre…:

-¿un chico enamorado que ha sido cruelmente engañado o rechazado por una irresistible, escurridiza y perversa chica a la que todos parecían conocer bien menos él mismo; donde dicho protagonista perdió la cabeza, asesinando así a la fémina, y éste se halla contando los sucesos a la policía?
-¿o es que ella está desconectada del mundo debido a una grave dolencia mental y por eso la frase titular de “ella no está ahí”?
-¿o únicamente la mujer se halla, sencillamente, ausente porque no quiere saber nada más del chico?
-¿o es que ella falleció debido a alguna adicción previamente ocultada?
-¿o es que la muchacha ni siquiera existe y solo ésta en la imaginación del narrador?
-¿o es que quizás…..?

Las interpretaciones de los oyentes han sido éstas y algunas más a lo largo de las décadas, aunque tengamos en cuenta que Rod Argent tenía una novia llamada Patricia, la cual renunció a casarse con él unas semanas antes de la boda cuando ya estaban los preparativos muy avanzados. Sin embargo, como el mismo Argent aseguró, públicamente, que dicha crónica de la canción resultaba del todo ficticia, de ahí la avalancha de hipótesis que han surgido sobre las enigmáticas estrofas de la fascinante «She’s not there».

Rod Argent

Por otra parte, dicho compositor británico escribió la parte musical experimentando con una armonía de tres partes de corte beat clásico británico pero también influenciada, dicha pieza, por el blues y sobre todo por el jazz; un género este último que no resultaba usual en los grupos ingleses de pop de esa época de la primera mitad de los años 60 pero es que algunos de los espejos en los que también se miraba Rod Argent eran Miles Davis, Bill Evans o John Coltrane.

Para «She’s not there», el mismo Rod Argent se preocupó, enormemente, de que los versos y la melodía se hallaran en total sintonía y además, escribió él mismo todas las partes de bajo y batería, destinadas a Chris White y a Hugh Grundy; respectivamente. Como añadido, Argent le pidió al cantante Colin Blunstone a ver si éste podía cantar en un tono más alto al habitual suyo y, para animarle, el primero le aseguró al segundo que podía ejecutarlo, perfectamente, en ese rango más agudo. Blunstone, efectivamente, logró una interpretación vocal magistralmente melancólica, cautivadora, dulce y a la vez, enérgica.

Por otro lado, Rod Argent reveló que su piano eléctrico Hohner Pianet era algo rudimentario pero que por esa misma razón brotó de este instrumento un sonido especial. Ciertamente, las teclas suenan altamente consistentes, ágiles y seguras de sí mismas; refiriéndonos siempre a la tonada en cuestión.

Llegó la hora de grabar en un estudio de Londres, «She’s not there», su cara B «You make me feel good» y la mentada adaptación de «Summertime». Se había concertado la sesión a las 7 de la tarde, en Junio de 1964, pero el ingeniero Terry Johnson arribó tarde y completamente bebido tras haber asistido a la celebración de un casamiento. Entonces, producto del alcohol, el mismo Johnson comenzó a gritar extremadamente cabreado, a soltar improperios desde la cabina y a intimidar, notablemente, a los jovencísimos componentes de The Zombies acerca de que no le satisfacía absolutamente nada de lo que dichos músicos estaban tocando en el estudio. Tras esa brusca salida de tono, este técnico de sonido se desplomó inconsciente en el suelo.

Después de que los mismos miembros de la banda cogieran de las extremidades al beodo Terry Johnson, lo alzaran en volandas por las escaleras del estudio y lo introdujeran en un taxi en dirección a su domicilio, entró en juego como sustituto el, por entonces, novel ingeniero Gus Dudgeon; el cual supervisó las tres melodías citadas, además de «It’s alright with me». El propio Dudgeon fue luego realmente afamado por ejercer su función en diversos álbumes del insuperable Elton John en los años 70, además de otros ases como David Bowie o Chris Rea; entre otros.

Gus Dudgeon foto

Para «She’s not there», tras cuatro intentonas de prueba, los instrumentos se grabaron en dos pistas, con la voz solista situada en otra tercera aparte y una cuarta para la armonía; todo ello en un tiempo de 3 horas y con el propio Gus Dudgeon a los controles técnicos, en consecuencia. Después, por sugerencia de Ken Jones, The Zombies sobregrabaron una quinta pista con una batería adicional para que todo sonara mejor; aunque, de modo ajeno a la banda, una posterior remezcla en estéreo de la canción fue la que se emitiría en todas las radios del planeta, en detrimento de la que se configuró originalmente; algo que enfureció a Rod Argent.

Cuando a Terry Johnson se le pasó la terrible cogorza al día siguiente, retornó al estudio ya más calmado y él solo, sin la presencia de nadie alrededor, efectuó las correspondientes mezclas de la canción e incluso Rod Argent admitió que Johnson llevó a cabo un trabajo colosal; aunque según el cantante Colin Blunstone, The Zombies no tornaron a ver nunca más a este técnico después de todo lo que había ocurrido aquella noche de Junio de 1964.

Se produjeron más contrariedades porque el productor Ken Jones, el cual había ayudado al conjunto resolutivamente, por contra, también era extremadamente autoritario para disgusto de The Zombies y eso mismo, finalmente, motivó tales tensiones que después de lanzarse «She’s not there», en Julio de 1964, la banda ya no volvió a grabar en el estudio propiedad de Jones.

Y es que, por ejemplo, el mismo Ken Jones exigió cantar a Colin Blunstone en el resto de melodías de la banda como este segundo lo había ejercido en “She’s not there” pero The Zombies pensaron que del modo que ordenaba Jones se aminoraría el efecto singular que poseía dicha canción.

Por aquel entonces, la banda intervino en el Jukebox Jury, un popular programa musical de la T.V. británica. Hubo alguien entre el jurado de este espacio mediático al que no le agradó ninguna otra de las canciones de The Zombies pero que se quedó profundamente impresionado con «She’s not there». Se trataba, nada menos, que de George Harrison, un inmenso apadrinamiento éste que impulsó, decisivamente, al quinteto de Saint Albans en aquel instante de 1964.

Las satisfacciones se convirtieron en aún mucho más amplias cuando el single se disparó, nada menos, que hasta el nº1 en Japón y en Nueva Zelanda y el nº2 de las listas de Estados Unidos y Canadá; además de obtener un muy buen puesto en la propia Inglaterra, ascendiendo hasta el nº12 de ese país. Así que en muy poco tiempo, todo cambió radicalmente para The Zombies y pasaron a adquirir fama en todo el globo terráqueo gracias a los acordes de «Ella no está ahí».

Zombies single She's not there

Las reacciones a favor en el mundo musical de E.E.U.U. se fueron sucediendo con el tiempo y, por ejemplo, los californianos The Byrds felicitaron a The Zombies y además David Crosby, Roger McGuinn y compañía se dieron cuenta, a través de «She’s not there», de que se podía mixturar con efectividad el jazz y el rock; algo que les sirvió al grupo de Los Angeles para componer la mismísima «Eight miles high» (1966), según ellos.

Ya un tiempo más adelante, cuando iniciaba su carrera Pat Metheny, éste también le comunicó a Rod Argent lo mucho que le apasionaba «She’s not there» y la manera “modal” en que esta sonaba (este término entrecomillado podría estar referido a cantos religiosos de la Edad Media).

También Billy Joel, años después, expresó lo mucho que le marcó esta pieza.

Por otro lado, existen altas probabilidades de que Ray Manzarek se fijase en cómo tocó su instrumento Rod Argent en «She’s not there», para luego este músico norteamericano, a través de su teclado Fender Rhodes, aplicarlo a su manera a los ritmos de los inmortales The Doors; a partir de 1965 en adelante.

Después de la edición del sencillo, lamentable e injustamente, la industria discográfica y el público, en general, fue viendo a The Zombies como un grupo solamente de singles y se consideró que su tipo de música pop era demasiado complicada para esa franja temporal. Bajo estas pesadas etiquetas, el éxito comercial del quinteto de Hertfordshire fue descendiendo, gradualmente, hasta la primera disolución de proyecto a finales de 1967; aunque, al menos, demostrando ellos que podían fabricar un LP entero realmente sólido como así ocurrió con el prestigioso y psicodélico Odessey and Oracle (publicado en 1968).

El silencio discográfico de la agrupación meridional se mantuvo 22 años hasta que, en el año 1991 retornaron a la actividad de componer y publicar nuevos temas; algo que tuvo algo más de continuidad a partir de 2004.

De las casi 150 versiones del tema de artistas todo el mundo, despuntan las de Vanilla Fudge (1967), Neil MacArthur, en 1969 (era un seudónimo del mismo Colin Blunstone, en solitario), Santana (1977), U.K. Subs (1979), Nick Cave and Neko Case (2011) o Christopher Cross (2014).

 

Concluiremos expresando que jamás se marchita la piel musical de «She’s not there» y que suena como el primer día que vio la luz, aunque hayan pasado varias décadas desde su publicación, en 1964. Una absorbente canción por siempre rememorada, al igual que también «Time of the season», sin dejar de lado, por descontado, otros sublimes temas del grupo como «Tell her no», «A rose for Emily», «Butcher’s tale», «Imagine the swan» y muchas más.

Instantes dorados éstos que ayudaron a que The Zombies fuesen incluidos, con total merecimiento, en el Rock and Roll Hall of Fame, en 2019; un logro de leyenda que no muchos artistas consiguen.

Un comentario en «Singles Supremos: «She’s not there» de The Zombies»

  • Un clásico incontestable, que la también célebre versión de Santana no supera, y sí, con muy posible influencia posterior sobre Ray Manzarek. Desconocía que le fascinaba también a Billy Joel. Supremos también Rod Argent y Colin Blunstone. Muy agradecido por la reivindicación de tan sublime tema, que no tenía que envidiar a algunos temas coetáneos de los mismísimos The Beatles. Impresionante reseña, todo un acto, si no de justicia social, si al menos de justicia musical. Gracias y a Txus Iglesias y a Muzikalia por reivindicar a The Zombies en general y «She’s Not There» en particular. Un cordial saludo.

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