Songs: Ohia – La Antigua Estación (Oviedo)
Los nervios de última hora nos acechaban, queríamos que todo estuviese en su sitio a la hora prevista; para nosotros la ocasión ya era muy especial, pero queríamos que también lo fuese para todos y cada uno de los asistentes. Jason Molina y su banda paseaban entre el público, charlaban de manera distendida y se tomaban unas cervezas mientras los teloneros, los locales Herbert, Klaus & The Happy Amish se acomodaban en el escenario. La sala llena, todo estaba a punto, ya nada podía salir mal, sólo quedaba esperar y confiar en la grandeza de la música.
Herbert, Klaus & TheHappy Amish comenzaron a hacer sonar sus instrumentos con una versión de Johnny Cash -dedicatoria obligada- y siguieron con los mejores temas de sus dos maquetas -la última de ellas estrenada para la ocasión-, entre ellos la cadente «She’s on the road» o las recientes «The final step» y «So different», para cerrar su actuación recordando a Will Oldham. No les perdáis la pista.
El gran momento había llegado, los seis músicos sobre el escenario, Jason Molina al frente, el público expectante e impaciente, todos buscábamos el mejor sitio para no perder detalle, sonó un acorde de guitarra y una tímida voz se acercó al micro, y el silencio se hizo en toda la sala… arrancaba el mejor concierto del año.
Con una precisión milimétrica, ni una sola nota sonaba fuera de sitio, desde la magia de la pedal steel guitar a la densidad de la trompeta que crecía, los temas del reciente Magnolia Electric Co. (Secretly Canadian / Green ufops, 03) iban sonando entre aplausos y emociones; todos acariciábamos el aullido fantasmal de «Just be simple» y la contundencia de «John Henry split my heart».
Cargados de fuerza y electricidad, alternando temas recientes y antiguos, disfrutando y haciendo disfrutar, sonriendo con la complicidad que sólo se consigue en momentos especiales, afrontaron el último tema, el celebrado «Steve Albini’s blues», que alargaron, improvisando y haciendo gala de un dominio total de los instrumentos, para cerrar un show impecable, vocal, instrumental, técnica y emocionalmente hablando.
Al final la satisfacción y la euforia flotaban en el ambiente, y todos sabíamos que habíamos disfrutado de algo mágico e irrepetible. Vuelve pronto Jason.