Souvenir – Travelogues (Jabalina)
Si 64 (Javalina, 2007) fue la sorpresa, y Sex, Drums and Dance (Javalina, 2009) un compás de espera continuista pero con alguna pincelada diferencial, Travelogues (Javalina, 2011) es la confirmación definitiva. Para unos este sexto trabajo de Souvenir ratificará que no sólo han abrazado definitivamente el pop electrónico para la pista de baile, sino que además dominan ya sus secretos, siendo capaces de entregar eficaces y adictivos hits como “Dance it away” o “Arréte-toi”. Para otros (pienso en los fans de su primera etapa), sin embargo, este sexto disco será la constatación rotunda de que los Souvenir finos, afrancesados y sensibles de sus primeros discos ya no existen, y que ahora mismo es más certero emparentarlos con Raveonettes, Client o Goldfrapp que con Belle and Sebastian, Françoise Hardy o los grupos de Sarah Records.
La culminación del giro hacia el electropop de toque anglosajón que iniciaron hace tres discos viene además confirmada por el predominio, por primera vez, del idioma inglés: cinco canciones de las nueve que componen el álbum. Este hecho, al tiempo que consolida un cambio que ahora es también idiomático, contribuye a que Souvenir se confundan entre el marasmo de grupos que se dedican al revival del synthpop. La sensación de estar ante algo ya muy conocido se incrementa al comprobar que “Whispers in the night”, el tema que abre el disco, descansa sobre un riff de sintetizador demasiado similar al que todos identificamos con el “A question of time” de Depeche Mode.
Sin estar ante un disco malo, ni siquiera ante uno del montón, se echa de menos la personalidad que el dúo mostró en anteriores entregas. Una personalidad que, de todos modos y aunque sea a cuentagotas, todavía se deja atisbar en algunos detalles: la letra de “Taboo”, plagada de homenajes a glamorosos iconos femeninos de la cultura alternativa (impagable la mención a la recientemente desaparecida Tura Satana) o popular (Bettie Page); el toque twang de las vibrantes guitarras que se escuchan en la propia “Taboo” o en “Mots”; finalmente, el pop etéreo de “Cop de coeur” o algunos momentos de “Peinture de guerre”.
Souvenir no ocultan, como así han declarado en recientes entrevistas, que pasan por un momento feliz y desenfadado y que les apetece reflejarlo en sus canciones. Tanto es así que “Dance it away”, la canción con más vocación para la radiofórmula del disco, empieza diciendo “I don’t care what people say, I’m gonna have some fun tonight”. Divirtámonos, pues, que no es poco tal como está el patio.