Stereophonics – Apolo (Barcelona)
Paradójicamente una banda formada en el Reino Unido a mediados de los noventa y con un sonido tan propio y característico como el de esa década, ha tenido que recurrir al sonido ochentero que el mismo brit-pop se encargó de enterrar, para tratar de encauzar y levantar de nuevo su carrera. Lo digo por Stereophonics y algunas de las (mejores) canciones de su último disco Language. Sex. Violence. Other?.
Su presentación en el Apolo de Barcelona congregó a casi toda la armada pro-Oasis de la ciudad condal (obviamente mayoría de anglosajones) y con ella el jaleo, griterío e histerismo propio de hoolingas y groopies pasad@s de Red Bull. Lógico que cuando apareció Kelly Jones sobre el escenario a oscuras (¡¿con gafas de sol!) la contaminación acústica aumentase considerablemente los niveles de decibelios. Más aún cuando sonaron los primeros acordes de “Devil”, que en directo suena, si cabe, un poco más grotesca, gorgoritos y desgarros pretendidamente forzados de Jones incluidos. Y a pesar de esto, créanme si les digo que en este tema y en los dos siguientes (“Superman” y “Dakota” unidos cual popurrí) estuvo lo mejor de la noche, con una buena dosis de oscurantismo e intensidad tanto en el bajo de Richard Jones como en la interpretación vocal de Kelly. Después de esto, se encendieron algunos focos y luces (para mí de alarma), se quitó las gafas y la chupa (y con ello la máscara de tipo duro) y comenzó su lucimiento personal a costa de canciones-himnos potencialmente muy coreables en estado de embriaguez, y fue tirando de su repertorio clásico (cayeron “A thousand trees”, “Traffic” y “Roll up and shine”) hasta empaquetar y aletargar un sonido que ya no distinguía entre canción y canción. Si, como los de la MTV.