The Doors: 50 Aniversario de Waiting For The Sun
Celebramos el 50 aniversario del tercer disco de The Doors explicándotelo de forma sencilla y directa. ¿Para qué darle más vueltas? La carrera de la banda fue corta aunque muy profunda, pero eso no significa que tengas que ser un empollón para disfrutarla como un cerdo en el barro. Pues vamos a eso, ¿no? Al barro. Todos. Ya.
FUERA DE CONTROL
The Doors ya eran una banda de éxito. Sus dos primeros discos, The Doors (1967) y Strange days (1967) habían funcionado bien, además de aglutinar canciones mayúsculas en un espacio de tiempo cortísimo. ¡Dos obras maestras separadas por nueve meses! Ahora lo que había que hacer era superarlas. Y no iba a ser fácil. La banda no dejaba de girar, lo cual dificultaba que se centraran en el estudio de grabación, y Jim Morrison parece que ya estaba absolutamente fuera de control, supuestamente dándole a la mandanga, al alcohol y al fornicio.
CANCIONES QUE RUEDAN
Eso sí, el hecho de girar permitió al grupo probar en vivo algunas canciones nuevas como “The unknown soldier” (protesta contra la guerra de Vietnam) y “Five to one”, dos de las más importantes que contendría Waiting for the sun (1968). De hecho, para “The unknown soldier” se filmó un violento videoclip que se proyectaba en los conciertos y en el que Jim era fusilado, fusilamiento que también representaba en directo con el cantante tirándose al suelo en el momento adecuado. Suena a pantomima, pero quedaba de puta madre.
EL POLLO
Una de las piezas clave que se estaba preparando para Waiting for the sun era “The celebration of the lizard”. Se trataba de una especie de suite musical entorno a unos poemas de Jim que duraba unos quince minutos. Para él era una pieza importantísima pero una vez grabada resulta que no se sostiene y que hay que descartarla. De ella solo se rescata un temazo como “Not to touch the earth” y menos mal, porque “The celebration of the lizard” habría lastrado Waiting for the sun. Pero resulta que ahora faltan canciones para el disco.
EL DESVÁN
Una de las ideas para conseguir que Waiting for the sun salga adelante es rescatar dos canciones primerizas de The Doors que no pasaron de la maqueta: “Hello I love you” y “Summer’s almost gone”. La primera es pop aunque lasciva, la segunda dramática y tétrica, son dos parches que no queda más remedio que incluir pero también muy buenas canciones.
ROBBY AL RESCATE
El guitarrista Robby Krieger puso sus muchos granitos de arena para que Waiting for the sun tomara forma cuando todo iba a la deriva. Aportó de su puño y letra “Wintertime love”, “Yes, the river knows” y “Spanish caravan”. No olvidemos que “Light my fire” era en grandísima parte suya. Éste sabía lo que hacía.
EL ESFUERZO
El productor Paul Rothchild y el grupo consiguen dar forma a otras cuatro canciones nuevas in extremis: “Love Street”, “We could be so good together”, “My wild love” y “Waiting for the sun”. Uno puede imaginarse a todo el mundo muy nervioso, tratando de crear un disco que saliera lo antes posible.
EL ÁLBUM: Fue potra o talento, o una mezcla de ambos, pero Waiting for the sun quedó muy bien. Se puso a la venta en verano de 1968 y no se le podía poner apenas pegas. Cuesta entender que dejaran fuera “Waiting for the sun” y que aun así titulara el álbum. Es sorprendente que en tan poco tiempo remataran piezas tan jodidamente buenas como la bonita “Love Street” (sí, es que es así, es bonita) y “My wild love” (la gran olvidada del disco, una especie de blues shamanico, ¡póntela ya!).
me quedo con su primer disco, pero sin duda este es el segundo mejor