ConciertosCrónicasDestacada

The Pains Of Being Pure At Heart (Lula Club) Madrid 23/02/25

No es ningún secreto el romance de The Pains Of Being Pure At Heart con nuestro país. En nuestra reciente entrevista con Kip Berman, nos confesaba: «cuando comenzamos, tocábamos pequeños conciertos y fiestas para nuestros amigos en Nueva York. Y luego, cuando llegamos a Primavera Sound en 2009, había más personas de las que jamás habíamos visto, cantando nuestras canciones, y fue increíble sentir nuestra música conectando de esa manera con la gente». Por ello, a nadie le extrañará que España fuera el destino elegido para resucitar por el 15 aniversario de su disco de debut.

Mucho han cambiado las cosas desde entonces, pero el poder de la nostalgia todo lo puede para que la convocatoria fuera todo un éxito a tenor de la acumulación de sold outs que han sumado en estas nueve fechas. La fórmula sigue siendo tan infalible como cuando la descubrimos en 2009: resucita lo mejor del indiepop más clásico, los ecos del C86, el sonido de las bandas de Sarah Records… y lo tienes.

Los conciertos de este tour van al grano, condensando en apenas una hora lo que fue ese pequeño gran hito en una carrera que por desgracia se tornó mengüante, hasta diluirse por completo en 2019. Fue arrancar con los ecos melódicos de «Contender» con Kurt Feldman desde la batería golpeando suavemente la pandereta, para a continuación sacudirnos con esas dos joyas “Come Saturday” y “Young Adult Friction”, con las que quedamos completamente hechizados para lo que quedaba de noche.

Sonaron las diez canciones del disco del tirón, alternándose con ovaciones a un Berman que agradeció a Cristina Quesada el acompañarles en estas citas, y alabando la labor de Elefant Records. Tampoco faltaron los jaleos a la simpática teclista Peggy Wang muy feliz «de estar de nuevo en Madrid», mientras seguíamos enganchados a las guitarras distorsionadas de «This Love Is Fucking Right!», el janglepop de «The Tenure Itch» y el noise melancólico de «Stay Alive». Vibramos con la saltarina «Everything with You», la distorsión de «Hey Paul» y antes de nos diéramos cuenta, llegó el crepuscular cierre con inicio a lo «Be My Baby» de The Ronettes (recuerda el especial) de «Gentle Sons».

La magia del pop lo condensa todo en pocos minutos, lo que no deja de generar una gustosa, pero agridulce sensación que apenas pudimos saciar en los cinco temas que aún depararía el bis. Trajeron de vuelta una de sus primeras canciones, «Doing All the Things That Wouldn’t Make Your Parents Proud», recurrieron a otras piezas de su primera época como «Say No to Love» y «Ramona», incluidas en la reciente recopilación Perfect Right Now: A Slumberland Collection 2008-2010, y recuperaron esa «Belong» que abría y daba título a su segundo disco.

En lo que dura un pestañeo llegó «The Pains Of Being Pure At Heart» y ahí quedó todo. Breve pero intenso, saciando nuestras ansias de conectar con unos sonidos que aunque de otra época, siguen vivos dentro de nosotros.

Fotos The Pains Of Being Pure At Heart: Blanca Orcasitas

WP-Backgrounds Lite by InoPlugs Web Design and Juwelier Schönmann 1010 Wien