The Roots – Bikini (Barcelona)
El grupo que habitualmente componen dj Scratch, Malik B, Rahzel (aka The Ghodfather of Noise) Black Though, ?uestlove y Hub, mejor conocidos como The Roots, actuaban por primera vez en nuestro país. Tal primicia – que mereció la atención de no pocos medios- se vio recompensada por un lleno absoluto en la sala Bikini, hecho que indica la expectación que levanta este grupo, en particular, y el hip hop, en general. Y es que si hay algo digno de aprecio en The Roots, es la frescura de unos conciertos, los suyos, internacionalmente reconocidos.
La misión principal de los de Philadelphia es la de transgredir, a su manera (diferente de la de Anti Pop Consortium o Sage Francis, sin duda), la ya clásica combinación de 1 DJ + 1 MC. Una combinación que suele dar buenos frutos en el estudio, pero que falla en directo -salvo en ilustres excepciones: de Public Enemy a Violadores del Verso-, a causa de la linealidad del guión.
Así, y aunque la fórmula no sea nueva, The Roots concitan unas ideas, las de la “hip-hop band” y las del “political commitment”, que llevan 25 años funcionando. Hablamos de un estilo –euforizante y vitalista- antaño cultivado por Sugarhill Gang, Stetsasonic, A Tribe Called Quest, Last Poets o incluso Gil-Scott Heron. Un estilo, en suma, que nunca falla.
Destacaríamos, ante todo, los electrizantes popurris con los que la banda encendió al público: los ya clásicos breaks de “Apache” (Incredible Bongo Band), de “It’s just begun” (Jimmy Castor Bunch), la archiconocida linea de bajo del “Rapper’s Delight” o incluso el loop de “Trans-Europe Express” de Kraftwerk, conformando un continuum en donde también cabieron ráfagas de hardcore a lo Minor Threat, homenajes a Jimi Hendrix (memorable actuación del guitarrista/vocalista Jef Lee Johnson) y otras muchas referencias, tan agradables que no cabrían en esta breve reseña.
Hubo momentos para todo: ritmos rápidos, pausados, rajados, souleados, bluesados… y uno de los músicos celebró, incluso, su cumpleaños, recibiendo una panoplia de felicitaciones por parte de todo el mundo. Sólo se echó en falta la inclusión de alguna de las vocalistas habituales. Cualquiera de ellas hubiese sido el colofón a un brillante espectáculo pero ni Jill Scott (hubo un amago de “You got me”, sin ella), ni Ursula Rucker, ni Erikah Badu hicieron acto de presencia. Aunque visto lo visto, no hay queja posible.
Les telonearon –cosas del marketing- Las Niñas, pese a que debieron ser Eddine Saïd, Arianna Puello o El Disop los merecedores de tal puesto. El hip hop autóctono tiene a mejores representantes que Las Niñas.