Tool – La Riviera (Madrid)
Descubrí a Tool escuchando “Aenima”, y ya no pude dejar de escucharlo durante cerca de un año, casi a diario. Soñaba con poder verlos en directo algún día y ese día llegó el 5 de junio del 2002, seis años después de haber descubierto su música. Claro que seis años después ya nada es lo mismo. Su esperadísimo último trabajo “Lateralus” me dejó una sensación un tanto fría al escucharlo. Creo que no consiguieron superar su obra maestra, “Aenima”, ni la calidez de las canciones de su segundo álbum, “Undertow”. Así que sabiendo de antemano lo que podía esperarme, me dispuse a disfrutar del espectáculo del que me habían hablado todos aquellos que habían tenido la suerte de asistir a uno de los conciertos de Tool.
Las entradas se habían agotado hacía semanas, así que os podéis imaginar cómo estaba La Riviera. Hasta los topes, repleta de fans que se habían desplazado desde quién sabe dónde. Ellos seguro que no fueron tan críticos como yo. El sonido de La Riviera no es para tirar cohetes, y eso unido a un volumen más bien bajo me sacó un poco del concierto, la verdad.
A destacar la puesta en escena del grupo, lo que todos esperábamos. Dos pantallas en las que se proyectaban imágenes tan inquietantes como lo que estábamos escuchando. Durante prácticamente todo el concierto las luces permanecieron más bien bajas de intensidad, no dejándonos nunca ver el rostro de Maynard J. Keenan, pero sí su silueta semidesnuda, contorsionándose delante de una de las pantallas.
Por supuesto, uno de los platos fuertes fue poder ver a Danny Carey a la batería, controlando un set inmenso y regalándonos polirritmias imposibles.
Mis momentos favoritos de aquella hora y media, en cuya segunda parte hubo artista invitado a los rototoms incluído, fueron “Forty Six & 2” y “Schism”, con la que el público se volcó especialmente.
Me hubiera encantado poder haberles visto en el OzzFest en Portugal. Me dijeron que cayó una lluvia preciosa y el sonido fue increíble.