What is this thing called SONG? Mes 11
Mes 11
Mi patria es el mar
Una vez pasó el verano, ensimismado en la producción y mezcla de «Ella me hace vibrar» y «Dejadme en paz», atisbé el final del año. Esta colaboración con Muzikalia llegaba a su última etapa y tenía que pensar en compilar las canciones, remezclar algunas, cambiar dos baterías midi por reales y pulir varios detalles para facilitar a Arturo Abrigueiro un buen masterizado.
En agosto aproveché para grabar coros con Lourdes, pedir consejos a Fede y grabar violoncellos con Carina Asensi. Mientras preparaba los arreglos de cuerdas, un par de días antes de nuestro encuentro, apagué el ordenador, dejé el piano, el midi, los auriculares y descolgué la guitarra acústica con el único propósito de rasgar y airearme un poco. Ilusionado, a la vez cansado, pero también viviendo de cerca el patético paisaje político nacional, europeo y mundial. Desconecté de compresores y ecualizadores, fluí con la guitarra y mi cabeza derivó en asuntos más globales.
El caso es que me poseía en esos momentos una sensación descorazonadora en la política internacional (sensación materializada ahora en noviembre con las segundas elecciones en España, con la situación de Chile y con demás neoliberalismos) que inundaba mis pensamientos. El rato de asueto se convirtió en un excelente desahogo mental y así surgió la canción, prácticamente del tirón. Puedo asegurar que en 10 minutos estaba acabada a falta de pulir la letra. Las palabras se habían hilado prácticamente solas, faltaba trenzar detalles, algo especialmente difícil en una canción de menos de 1 minuto. Estas ocasiones hay que aprovecharlas, la canción me había tomado por sorpresa, me poseyó rápidamente hasta los huesos. Sin avisar y a traición, cuando más trabajo tenía para acabar la grabación de este disco.
Carina iba a venir con su violoncello y, con la premura del tiempo, debíamos ir muy al grano a grabar su parte en la otra canción. Pero esta nueva canción, que probablemente sea la más desnuda que haya hecho nunca, necesitaba la calidez y textura de su instrumento, así que la priorizamos. Realmente fácil, así fue la sesión. Ya la ha había visto en directo casi una decena de veces con Mind Poetry (https://mindpoetry1.bandcamp.
A la hora de mezclar la canción, también busqué ser totalmente orgánico y modificar lo mínimo posible el sonido. Una mínima ecualización, paneo (poner elementos a derecha o izquierda) y ajuste de volúmenes. En definitiva, la canción estuvo lista en un total de 2h entre composición, grabación y mezcla. Milagro.
Me puse a pensar, ¿Era esto ganas de acabar? No lo creo, sinceramente. La canción vino a mí, no tenía previsto ni escribir nada cuando cogí la guitarra. ¿Por qué la acabé tan rápido? No me pedía nada más, es orgánica y visceral. La única respuesta clara que me di fue que era el final más adecuado para esta aventura de 2019 con Muzikalia, una despedida siendo llamado por el mar.
Ha sido un 2019 raro e intenso, finiquitando y renaciendo de aquel momento crítico de 2017. Aquel concierto en la playa se convirtió en un punto de inflexión. Y lo que puedes escuchar ahora es consecuencia de todo el proceso que comencé entonces.
Foto del día de autos, el concierto en cuestión. Juan Pardo, 2017.
Me he puesto a prueba, he aprendido muchísimo (a nivel grabación gracias a Fede Trillo, principalmente), lo que empezó como una herramienta de alejamiento, de salirme del circuito de grabar discos en estudio y juntarme con otros músicos a tocar, se ha convertido en todo un disco, en una unidad. Esta es mi vida en 2019 y, durante unos meses, así pensé llamar el disco, «2019«. No se me ocurría forma más honesta de llamar a este conjunto de canciones. Así lo había decidido, hasta que me reuní con Francisca Pageo, quien ha diseñado la imagen gráfica del disco. En nuestro primer encuentro, indagó acerca de qué símbolos o elementos definían estas canciones, me preguntaba y buscaba una respuesta que no pude darle, pero ella concluyó: «todo tu disco es orgánico, hecho por ti solo en casa. Tu símbolo es tu casa«. Acertó de lleno. Me sorprendió lo clarísimo que lo vio. Pocos días después, tras esa conversación acerté en cambiar el nombre del disco por un sencillo «Casa«.
Salvo la versión de Demetrio Stratos, «Por hábito», y «Sánate», que cumplen un papel de liviandad respecto a mi experiencia vital, el resto de canciones, «Dénia», «Corbera», «Ella me hace vibrar», «Dejadme en paz», etc… son exactamente lo que soy. Y, si es que esto es finalmente algo, cualquier mínima cosa, es gracias a Fidel Oltra y Luis Moner. El primero por su enorme corazón e intelecto (está pendiente una partida de ajedrez de la que me sé perdedor de antemano), así como por invitarme a dejaros mi firma en Muzikalia, Luis por tener el valor y la calidad humana de llamarme para editar estas canciones en formato disco, algo que había descartado por completo cuando empecé a grabarlas. Ahora es hoy. Las canciones están siendo masterizadas por Arturo Abrigueiro, el diseño lo está acabando Francisca Pageo y en breve entrará en producción.
Aunque no sea este el medio adecuado, lo será mejor el libreto del disco, quiero agradecer haber podido hacer todo esto a La Morena, Alex, Marc, Fede Trillo, Fidel Oltra y Luis Moner.
Hemos llegado al final de esta aventura. En el siguiente enlace puedes escuchar todas las canciones que El Ser Humano nos ha ido mostrando hasta la fecha en esta sección, y que ahora forman un disco completo llamado Casa.
https://otroelserhumano.bandcamp.com/album/2019