Entrevistas

Orishas

No representamos al hip hop violento, sino a la música, la fusión y el amor al arte, como decimos en nuestro tema

Tercer trabajo de los de La Habana. Yotuel, Roldán y El Ruso, popularmente conocidos como Orishas, facturan El Kilo, su mejor trabajo hasta la fecha, aquel que consigue mezclar con éxito las diferentes sonoridades de Cuba con los últimos ritmos hip hop. Un grupo cuya discografía enraíza el rap y el rythm and blues con las tradiciones musicales de la isla grande del Caribe, en una simbiosis que, por momentos, es tan real maravillosa como una novela de Alejo Carpentier. Grandes momentos como Amor Al Arte, mucha nostalgia sana, reivindición de lo humilde y del sustrato revolucionario. Y atrevidas desmitificaciones de la vida en el mundo rico, tan propensa al racismo y a la exclusión. Se quejan Orishas de que ciertos periodistas tergiversan sus declaraciones para convertirlas en armas arrojadizas contra la Revolución de los cubanos. Revolución que reivindican y hacen suya, cual embajadores. A su vez, insisten en que aquellos cubanos que ven con recelo su éxito están equivocados, pues Orishas pretenden abrir camino y cooperar para que otros artistas cubanos de hip hop den a conocer su mensaje, por otra parte muy fresco en cuanto a ideas y original. Son Orishas un grupo que evidencia la tremenda capacidad del hip hop para sintetizarse con cualquier sustrato musical. Y la punta de lanza de la construcción de un género en Cuba que estaría destinado a seguir la senda de los grandes cantautores de la isla. En suma, demuestran que abren camino para la evolución generacional de uno de los más ricos lugares del mundo musical. Sin duda, un grupo más profundo de lo que parece y con un heterogéneo público que los aprecia.

¿Qué significa El Kilo?
El Kilo es el centavo cubano. La unidad de moneda más pequeña, compay. Aquello con lo que puedes comprar un kilo de arroz o de patatas en Cuba. Hemos titulado el disco así porque simboliza para nosotros el ganapán, aquello con lo que te ganas los frijoles, que para nosotros es la música. Si este disco no funciona, pues bueno, haremos otro y lo titularemos El Millón, a ver si en el siguiente tenemos suerte y nos da de comer (risas).

¿Qué os ha aportado vivir en Europa y tocar en grandes festivales con grupos de otros estilos?
Pues conocer a gente con más metier que nosotros como Manu Chao, Cypress Hill o el mismo Compay Segundo, lo cual te hace aprender mucho. Representamos la nueva música cubana afuera y no paramos de enriquecernos. Lo que hacemos no es trabajo, es un placer y así lo tomamos. Trabajar es levantarte a las siete de la mañana y salir a la calle. Lo haría, porque tengo una familia que alimentar, pero de momento esa función la cumple la música que hago. Muy pocos lo logran, hay que ser consciente de eso, y estoy muy agradecido. El éxito no nos ha cambiado como personas.

¿Qué opinión tenéis de los balseros, a los que EE.UU no concede visados de entrada?
Muchos emigrantes andan equivocados. Mitifican Gringolandia y se dan de bruces. Creo que es común a todos los emigrantes del mundo. Solo unos pocos logran acostumbrarse a aquello, a ese ritmo de trabajo y esa forma de vida, que casi siempre les acaba excluyendo. Muchos se dan cuenta del error una vez que están ahí y estoy seguro de que sueñan con volver a Cuba porque el sueño americano no es lo que parece. La Administración de los Estados Unidos es la más canalla de planeta. Y ahora también estoy molesto con el pueblo, que se deja guiar por esos fanáticos.

¿Y de Fidel?
Fidel ha hecho mucho por Cuba. Estamos orgullosos de que la isla sea independiente de EE.UU. No como Puerto Rico que sigue siendo colonia. Tanto él como Cuba han sido atacados muchas veces por ese país. Nosostros cantamos sobre Cuba en nuestras canciones, de carencias, de recuerdos, de nostalgia y de defectos del país pero también de lo bueno de la Revolución, cosa que ha llevado a que se nos malinterprete por parte de casi todo el mundo. Es duro estar fuera de un país humanamente tan maravilloso.

¿Y del hip hop de La Habana?
El hip hop es muy popular. Desde el año 1986 existen festivales dedicados a esta música. Sin embargo, también hay mucha bulla y muchos policías en los conciertos, como si el hip hop se asociara a violencia, que es el estereotipo que sale de EE.UU y que hay que luchar por que no se expanda, ni en Cuba ni en ningún lugar. No representamos un hip hop violento, sino todo lo contrario. Es la música, la fusión, el Amor Al Arte, como decimos en nuestro tema.

¿Conocéis el hip hop español?
No nos gusta demasiado. Solo los Solo sí. Ellos fueron nuestra primera conexión aquí. Pero, por lo demás, sólo vemos mal rollo, envidia y una absurdas letras en las que todo el mundo dice que es el mejor. Poco amor al arte. Sin embargo estamos agradecidos por el apoyo que aquí hemos tenido. En España se vive bien. París también nos gusta mucho.

¿Qué relación tenéis con los músicos cubanos?
Nuestra relación con los músicos tradicionales de Cuba no es fácil. Algunos dicen que lo que hacemos es gringo. Pero el hip hop es la única manera de evolucionar. Aunque en Cuba hay pocas tiendas de discos y pocos platos -la mayor parte de los que hay sean de origen soviético-, el hip hop ha sabido evolucionar de una forma muy interesante. Se puede mezclar con el son, el guagancó, los boleros con cualquier música cubana. Y aunque falten medios técnicos, y ahora empieza a haber DJ’s, la palabra se trabaja mucho. Muchos músicos como Chucho Valdés han entendido que hay futuro para las músicas de Cuba si se fusiona con este sonido. Su apoyo es imprescindible.

Tengo entendido con Compay Segundo os llegó a felicitar por vuestro trabajo
Como cubanos y como músicos es imposible estar más orgullosos. Fue en Italia, hará unos tres años. Él escuchó nuestra versión de “Chan-Chan” y dijo (Ruso imita la entrañable voz del fallecido cantante del barrio de Buenavista): “estos muchachos han sabido respetar el tema. Es la versión que a mi más me gusta de todas las que se han hecho hasta ahora”. ¡El maestro Compay halagándonos!

¿En Cuba se enseña música en la escuela?
Sí. Yo, por ejemplo, aprendí a tocar la guitarra y a cantar. Esos fueron mis primeros pasos musicales y estoy agradecido con eso, y se nota en Orishas (Roldán).

¿Cual es vuestra mayor influencia musical?
Rubén Blades. Él nos marcado a todos nosotros. A todos los latinoamericanos diría yo.

¿Aceptáis el tópico que asocia Cuba a sexo o prostitución?
Las penas en Cuba pasan mejor con ron, una guitarra y sexo. Es verdad que hay prostitución. No es un mito. Estamos en contra de que Cuba sea un paraíso sexual y quizás esa imagen se exagera fuera del país. Los cubanos adoremos hacer el amor, como todo el mundo. Porque ayuda a superar las penurias.

Tenéis aceptación fuera de Cuba pero, ¿sóis populares en la isla?
Nosotros éramos conocidos en la isla, antes de ser fichados por un gran sello y darnos a conocer en 23 países. Nos hacíamos llamar Amenaza y nacimos en 1995 en pleno auge del hip hop en la isla, cuando se empezazó a fomentar este estilo. Pero creemos que aun no somos profetas en nuestra tierra. Hay gente que está contra del éxito que hemos logrado fuera de Cuba. Es envidia, como la que también hay en España. Debe de ser algo español (risas). Pero otros muchos sí nos apoyan. Hicimos una gira por todo el país, pagada con el dinero de nuestro bolsillo. La gente nos conoce y llenamos en cada parada. Nuestros discos circulan por toda la isla. Todo lo que hacemos y decimos es para nuestra gente de Cuba entera. Aunque estemos lejos.

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