Coldplay – A Rush Of Blood To The Head (Parlophone-EMI)
Tras el inesperado y merecido éxito de Parachutes (00), Coldplay se hallaba ante el siempre difícil reto del segundo álbum. Las expectativas generadas entorno a su nuevo trabajo han sido de dimensiones casi inabarcables, en buena medida porque la prensa y la industria británicas depositaron muchas esperanzas en la banda liderada por Chris Martin, a la que convirtieron en abanderada de una nueva generación llamada a salvar el pop británico.
En A Rush Of Blood To The Head el grupo ha respondido a lo que se esperaba de ellos, dando un decisivo paso adelante en su evolución. El entramado sonoro del grupo sigue formado por la eficaz sección rítmica de Guy Berriman y Will Champion, sobre la que se asientan las elegantes guitarras de Jon Buckland y la intensidad emocional que transmite la voz de Chris Martin. Sus nostálgicas melodías recuerdan a los U2 más sobrios y a los imprescindibles Echo & The Bunnymen. Si The Edge se deja sentir en la punta de lanza del álbum, “In My Place”, la alargada sombra de Ian McCulloch se hace notar en la majestuosa “Warning Sign”.
Los cambios con respecto a su primer trabajo se manifiestan ya en el primer tema, “Politik”, inspirado en el manido 11 de septiembre, en donde el grupo muestra una mayor contundencia a la que apenas nos tenía acostumbrados. Esa energía se entremezcla a la perfección con sus características cargas melancólicas en “God Put A Smile Upon Your Face” y “Clocks”.
Precisamente esa melancolía es la que protagoniza la gran joya del álbum “The Scientist”, tema en el que, al igual que “Clocks”, la melodía recae en un piano. En él, Chris Martin vuelve ahondar en la cara más amarga del amor, logrando firmar un tema que apunta a convertirse en un clásico de Coldplay y quién sabe si en algo más.
En definitiva, Coldplay han logrado con A Rush Of Blood To The Head reivindicarse como una de las formaciones más importantes del panorama internacional.