Damien Rice – 9 (Warner)
Si he de ser sincero, mi primera escucha de 9, se saldó con un justo en la misma línea del O. Esa fue la primera sensación que me produjo el nuevo trabajo del cantautor irlandés Damien Rice, pero enseguida descubrí que ese espejismo se debía simplemente al tiempo que hacía que no escuchaba su álbum debut.
¿Qué se supone que debe hacer en su siguiente trabajo un cantautor que, con un álbum de debut, sincero, intenso, honesto y directo, es capaz de vender discos a montones e incluso meter una de sus canciones en la banda sonora de un largometraje de alto presupuesto? Sinceramente, no lo sé, no tengo ni idea, pero una colección de canciones facilonas y diseñadas al milímetro para convertirse en el cantautor pop que llena estadios, se me antoja una mala solución.
La colaboración de Lisa Hannigan mantiene el toque delicioso que la caracteriza y es quizás el único detalle de autenticidad del disco. Melodías simples que olvidan la desgarradora forma de cantar de antaño, gritos reivindicativos extremadamente postizos (el fuck you! Let me out! de “Rootless Tree” está diseñado al milímetro para que lo cante un estadio abarrotado), arreglos de cuerdas al uso y poco más. Que me vengan a la mente Wallflowers al escuchar “Grey room” no es buena señal. Aburrido.
Pese a ser de los que espera desde hace tiempo la visita del cantautor a nuestro país, y puedo asegurar que propuestas no le han faltado, me temo que si alguna vez nos honra con su presencia, las primeras filas estarán llenas de jovenzuelas con los ojos mariposeando ante la propuesta super auténtica de Rice. Una lástima.
Cuatro años de espera hacían esperar algo más. O quizás no. Aún y así, no pierdo la esperanza, quizás pueda volver a impresionarnos de nuevo, a hacernos estremecer con sus composiciones de nuevo. Eso o irse de gira con U2, salvar el mundo y vender muchos discos.