Peter Doherty – Grace/Wasteland (EMI)
Aunque uno termine siendo más noticia por sus excesos que por su música, cuando el talento existe, cualquier otro asunto queda relegado a un segundo plano. Estamos cansados de ver casos similares en la historia del rock and roll: yonquis de todo pelaje, arrestos, aventuras etílicas inverosímiles o escándalos varios,… para al final, quedarnos con las canciones, que son lo que termina por prevalecer por encima de todo. Por eso, nos da igual que Pete Doherty fume chinos en público, entre en el trullo, intercambie papelinas con su amiga Amy Winehouse o se cepille a las modelos más peligrosas de la pasarela. Ahí están sus trallazos incontestables al frente de The Libertines, el pop en ocasiones sorprendente de Babyshambles o éste, su primer disco en solitario, sin duda una de las sorpresas de la temporada.
Grace/Wasteland nace como un trabajo sin pretensiones, que, con la ayuda de amigos como el guitarrista Grahan Coxon (Blur) o Dot Allison y la producción de Stephen Street (The Smiths). Un artefacto de orfebrería pop con altas dosis de brillantez donde bebiendo de ilustres referencias (The Kinks, Nick Drake o Scott Walker) o acercándose en ocasiones al jazz o los sonidos jamaicanos, configura una obra sencilla, pero potencialmente adictiva.
Doce canciones sin desperdicio que oscilan entre momentos acústicos emotivos en ocasiones arropados por sutiles arreglos de cuerdas (“Arcadie”, “1939 Returning”, “Through The Looking Glass”) o los jugueteos con el dub -en uno de los singles de la temporada- (“Last Of The English Roses”). En los que Doherty se pone el disfraz de crooner y le queda que ni pintado (“A Little Death Around The Eyes”) o hace guiños al cabaret (“Sweet By And By”) a los sonidos crepusculares (“New Love Grows On Trees”) o al pop decadente (“Broken Love Song”)
Discazo.