Amiina – Puzzle (Ever Records)

Amiina le debe mucho a Sigur Rós, pero Sigur Rós también le debe mucho a Amiina. De hecho, ambas bandas están asociadas y Amiina con su acompañamiento consiguió darle al famoso grupo islandés ese toque minimalista con todo tipo de instrumentos ancestrales: viola clásica, instrumentos de cuerda acústicos, loops de música ambiental electrónica y metalófanos. Es difícil entender una de las bandas sin la otra. Y así es como se aprecia en el imprescindible documental Heima de la gira de Sigur Rós por Islandia presentando Takk. Asimismo, al igual que Jónsi dio su paso por libre, ahora lo ha hecho Amiina con Puzzle. Sin embargo, si en el caso del cantante de Sigur Rós su álbum Go fue una muestra de fuerza con ritmos animados y rompedores, Amiina ha ahondado en una música desnuda sin dejar de lado sus instrumentos y ritmos característicos.

Amiina ha conseguido, en parte, desprenderse del «padre» (o de su hermano triunfante) y dar vida a Puzzle. Una auténtica joya. Un álbum imperecedero al paso de los años y en eso coincide con todos los álbumes de Sigur Rós. Sería como si le quitáramos a Sigur Rós todas sus distorsiones oceánicas y desnudáramos su música de instrumentos eléctricos y redobles de fuerza. Eso es Puzzle. Así suena.

El segundo álbum de los islandeses, tras su Kurr, transcurre conceptualmente con melodías que parecen un tranquilo viaje entre los parajes de Islandia. Rompe sin ser rompedor a través de temas melancólicos y sosegados. Canciones bellas que consiguen cortar el aire y sorprenderte en cada uno de los segundos que conforman el disco. Algo nuevo con un envoltorio viejo. Los coros de «Mambó» me lo recuerdan en el instante que comienzan a sonar con un ritmo de pop electrónico de fondo. Es difícil no tener una sensación cálida en el momento en que vuelven a comenzar los cánticos. «Over & Again» y «What are we waiting for?» son los mejores temas del álbum con sus coros y las melodías de voz femenina y los instrumentos de percusión de láminas (siempre presentes en el disco).  

Los fans de Sigur Rós y de la Björk minimalista encontrarán en Puzzle un pequeño escondite y un parón para apreciar la música sencilla y sin mayor exigencia que la belleza. El ahora sexteto (comenzaron como cuarteto) para reivindicarse no necesita de grandes promociones ni tampoco de la provocación, sino que sólo necesita de la música que se desprende en estas ocho canciones. Lo dicho, una joya.

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