The Cars – Move Like This (Rough Trade)
El siglo XXI, por lo que respecta a la música, se ha caracterizado hasta el momento por un revival sin límites temporales ni estilísticos. Son decenas los grupos que llevaban décadas separados, o sin grabar, y han vuelto en estos últimos años. Muchos regresos se han limitado a la típica “gira de reunión” sacadinero, pero en otros casos el regreso ha venido con nuevas canciones bajo el brazo. Entre estos discos de retorno los hay directamente malos (The Stooges), pasables (The Feelies, New York Dolls), aceptables (Devo) y alguno francamente bueno como Move Like This, el regreso de los míticos The Cars.
El fallecimiento de Benjamin Orr en el año 2000, algunas declaraciones de Ric Ocasek, esa aventura llamada The New Cars con Todd Rundgren…todo hacía presagiar que no habría reunión de The Cars, y mucho menos material nuevo. Sin embargo incluso ellos han sucumbido a esta fiebre de reuniones, aunque al menos lo han hecho con un disco memorable y con la formación original (excepto Orr, lógicamente).
Respecto a las canciones, creo que basta con decir que este disco contiene un puñado de ellas que podrían perfectamente haber sido publicadas en la primera mitad de los 80 y formar parte hoy de uno de sus recopilatorios de grandes clásicos. El inicio con “Blue tip” deja estupefacto y pensando si no será una canción perdida de su debut. Ahí están todas las señas de identidad de los bostonianos: la voz de Ocasek, su ritmillo post-glam eco de los primeros Roxy Music, los teclados de Greg Hawkes y, sobre todo, un estribillo espectacular. Igualmente merecedora de haber visto la luz en mejores tiempos es la pegadiza “Too late”, y lo mismo podría decir de “Sad song”. También hay un par de intentos de resucitar “Drive” con las baladas “Soon” y sobre todo la tierna “Take another look”. El resto baja algo el nivel, pero sin llegar a merecer el calificativo de relleno.
Los más puristas argumentarán que las letras son flojas, que los puentes y estrofas de muchas canciones son totalmente intercambiables, y que la pérdida del bajo de Orr se nota demasiado. Bueno, iré por partes: en primer lugar, los Cars no inventaron la sopa de ajo y no van a hacerlo 35 años después, así que sus letras son las que son y la fórmula loquesea + puente pegadizo + estribillo genial = temazo sigue siendo válida; respecto al bajo, hay que tener un oído muy fino para encontrar una enorme diferencia entre el que suena al principio de “Blue tip” o “Sad song” y el que lo hacía lo propio en “Just what I needed”. Yo, al menos, prefiero disfrutar de las canciones en lugar de hacerles la autopsia, así que les perdono incluso que en alguna canción copien un pelín a Roxy Music o T-Rex, que tengan algún pequeño autoplagio, y que la balada “Take another look” descanse durante bastante tiempo sobre la música de “Time after time” de Cindy Lauper.
Un magnífico regreso, seguramente el mejor de todos los grupos de los 70 que han vuelto recientemente. Sólo hay una banda que podría superar lo que han hecho The Cars, pero creo que nos quedaremos con las ganas de comprobarlo.