Univers – L’Estat Natural (Famèlic Records)
Se les ha comparado mil y una veces con The Jesus and Mary Chain y no huyen de ello: hace un año incluso se transformaban en los escoceses por una noche en un concierto de versiones en la Sala Apolo de Barcelona. Pero lo cierto es que Univers, más allá de este parecido y obvias características en común con otros grupos influenciados por el shoegaze, subgénero este que parece tender más que otros a influencias, bifurcaciones e hibridaciones, ha conseguido configurar en los tres años desde su primer EP, La Pedregada, un estilo propio reconocible.
La formación -una combinación con dosis monogota de Aliment (Eduard Bujalance), Mujeres (Yago Alcover) y Piñata (Pau López) sumadas a Aitor Bigas– mezcla reverbs, riffs y ruidos convertidos en melodía creando en L’estat natural lo que parece una mezcla de pop ochentero y oscuridad melancólica.
Los punteos de «Heather» nos introducen a media hora de lo que se podría considerar realidad aumentada: emociones -de las de cada día pese al ambicioso nombre del grupo- ampliadas, sensaciones traducidas a efectos de sonido que en una de esas asociaciones de ideas aleatorias me han recordado al piano-cocktail de Boris Vian, un invento ficticio que en su curioso «La espuma de los días» era capaz de transformar melodías en bebidas y al revés: este cuarteto es sinestesia.
Dónde veíamos el día, ellos ven la posibilidad de atravesar la luz del sol («Travessant la llum del sol», una combinación infrecuente de epicidad y estribillo pegadizo de la que recientemente han estrenado un acertadísimo videoclip de la mano de Martín Gutiérrez) ; lo que entendíamos como noche, ellos nos lo muestran como una lucha infinita de cuerpos («Lluita infinita de cossos», precioso cierre con la letra más brillante del trabajo). Decían en una entrevista para Caràcter que les gustaba el título de su álbum porque no sabían cuál era exactamente el estado natural de las cosas. La música de Univers lleva a pensar que quizás lo que vivamos no sea lo natural sino una versión reducida; y el estado real de las cosas, esta bella magnificación.