Entrevistamos a Trajano!
Trajano! es un grupo con una trayectoria y personalidad muy peculiar. Captaron muy pronto la atención de los medios, que ensalzaron sus primeras maquetas y los intentaron encuadrar en una especie de escena Malasaña junto a coetáneos como Hinds, Parrots o Nastys. También se les etiquetó en una especie de revival post punk del que han querido escapar rápidamente, buscando un sello sonoro propio.
El pasado 23 de febrero publicaron Lázaro, su nuevo álbum, y aprovechamos para charlar con ellos sobre el presente, el pasado y el futuro del grupo.
Hablemos de vuestros orígenes. La banda se forma en 2012, y pronto se os consideró uno de los grupos revelación de la escena nacional. Vuestras primeras maquetas causaron sensación. ¿Cómo recordáis aquellos inicios?
Tuvimos la suerte que desde el minuto uno captamos la atención de la prensa. De hecho empezaron a elogiarnos casi antes de que el público nos conociese. Eso nos facilitó mucho los inicios.
Quizás por un tema generacional se os relacionó, y todavía se les menciona en vuestras notas de prensa, con grupos como Hinds, Parrots o Nastys. Sin embargo en cuanto a sonido creo que sois bastantes diferentes. ¿Estáis de acuerdo?
Pensamos que, aunque en la superficie somos bandas completamente distintas, compartimos muchas cosas en nuestro núcleo. Algunas, como las referencias surf, en la parte musical; también gustos o bares preferidos en la extramusical.
«Vemos hacia donde avanza el mundo, y nuestro país en especial, y no nos gusta lo más mínimo.»
Las etiquetas son aborrecibles, vaya esto por delante. Pero si tuviera que escoger entre «indie» y «post-punk» para definir vuestra música yo escogería la segunda. Sin embargo habéis llegado a hartaros de que os encasillen en ese estilo. ¿Cómo definiríais entonces vuestra música?
La parte de las etiquetas está muy bien como manera de facilitar el proceso de escribir a la prensa y para el público como ayuda a guiar sus gustos o identificarse en una escena, pero nunca debería ser parte del pensamiento de un músico. Suenas a lo que suenas, no a lo que quieres sonar.
En 2014 publicasteis vuestro primer álbum, Antropología. Tengo entendido que lo grabasteis en Nueva York. ¿Cómo fue el proceso?
La primera mitad del álbum está grabado en NY, y la otra mitad en Madrid. Ganamos un concurso de bandas organizado por Converse y el premio era un viaje a NY para grabar en los Rubber Track. Allí trabajamos con Aaron Bastinelli (Grandmaster Flash, Matt and Kim, The Roots, The Hold Steady…) y el resto es historia.
Ahora en 2018 volvéis con Lázaro. En estos cuatro años habéis publicado un single, «Ícaro» y el EP Rubí. ¿Podemos deducir que este nuevo disco ha tenido un largo periodo de concepción, maduración y creación?
En realidad durante este tiempo se compuso otro LP que no llegamos a publicar porque no nos parecía que fuese a lo que el grupo debía evolucionar. La verdad es que hemos estado bastante ocupados. Lázaro se compuso y grabó en unos 6 meses así que no diría largo per se.
Por cierto, he intentando escuchar Rubí y no aparece ni en vuestra página de Bandcamp ni en Spotify. ¿Por qué?
Líos burocráticos y cosas aburridas. En breve volverá a estar online.
¿Qué novedades podremos encontrar en Lázaro respecto a vuestros trabajos anteriores? ¿Se ha manifestado aquí de alguna manera ese cambio que queríais iniciar con Rubí, o es simplemente otra etapa más?
La primera y más importante es el cambio de formación: ahora somos tres. Por otro lado hemos dicho adiós a las baterías y hemos abrazado las cajas de ritmos. Algo aparentemente tan simple condiciona todo. Es muy difícil conseguir hacer música orgánica partiendo de algo mecánico. Por otro lado, hemos querido abandonar la línea de Rubí y, quizás, volver a los orígenes del grupo.
En temas como «Déjame entrar» o «Álgebra opuesta», y en general a lo largo de todo el disco, encuentro un toque a pop épico de los 80 que me recuerda a los momentos más comerciales de Simple Minds. Las guitarras, la voz, la instrumentación… Posiblemente no estaréis de acuerdo y manejáis otras referencias. ¿Cuáles?
Con todos los discos de Trajano! lo que solemos hacer es dejar de oír música durante la etapa de composición para mantenernos lo más frescos posible y escuchar muchísima música en la etapa de arreglos y mezcla. Estuvimos escuchando bastante a Nick Cave, King Krule, Alex Cameron, The Lemon Twigs y Talking Heads.
Habladnos de la portada de Lázaro, que parece cargada de simbolismo. ¿Hay algún tipo de mensaje?
Representa algo así como el círculo de la reencarnación. Siguiendo el orden de lectura occidental: Nacimiento, vida, muerte y resurrección.
Y ya que hablamos de mensaje, ¿qué significan esos «dos mil millones de flores, dos mil millones de presos» del tema que abre el disco?
A pesar de que sea un disco muy simbólico y cargado de metáforas es nuestro disco más político. Vemos hacia donde avanza el mundo y nuestro país en especial y no nos gusta lo más mínimo. Esta frase en concreto es una referencia a la obra de Huxley, Un mundo feliz. Las distracciones de la carne tapan los horrores.
Me imagino que estaréis presentando Lázaro en directo. ¿Cuáles son vuestras próximas fechas? ¿Algún otro plan para 2018, aparte de seguir con la promoción del álbum?
Pues de momento estamos en esa extraña franja en la que las piezas se van asentando pero donde todavía no tenemos nada que anunciar. Habrá una gira extensa pero de momento es todo lo que podemos contar.