Ultramarino Sonoro. En esta ocasión David tiene una guitarra
Uno de los mitos que siempre me ha parecido muy interesante es la famosa batalla de David contra Goliat. Un gigante de varios metros cargado de su espada, tan grande como él. Frente al coloso, un humilde pastor que solo tenía su honda. La conclusión de este cuento, todos la sabemos. La victoria del pequeño contra el grande, del humilde frente al poderoso. Al final, este mito bíblico podría identificar muchos conflictos que ha habido a lo largo de la historia, aunque el desenlace pocas veces es el que ocurre en esta historia.
Hace ya tiempo, las ciudades eran espacios de vecindario y convivencia. Los espacios públicos estaban cargados de vida y las tiendas de personalidad. Quién no ha escuchado esa frase tan «de abuelo» que dice: Yo antes conocía a mi vecino de arriba. Las grandes metrópolis han tendido a parecerse cada vez más una a la otra, sin importar en qué lugar del globo se encuentre. La colectividad poco a poco ha pasado a convertirse en anonimato. Una modernidad mal entendida, que va demoliendo casas para construir apartamentos turísticos, reconstruye parques para hacer una oda al pavimento, y, por no hablar de los monstruosos complejos comerciales que hacen bajar la persiana, (directa o indirectamente), al comercio local. La ciudad ha pasado de ser un sitio para vivir, a uno para consumir.
Ahora, como si de una película de gánsteres se tratara, ese gigante del centro comercial ha encontrado a un abusón mucho más grande que él, que se llama comercio digital. Aunque la historia es la misma, un comercio local frente a las grandes multinacionales, ya vendan a través de internet o en grandes espacios físicos.
Una lucha que se antoja bastante difícil, pero que gracias a proyectos como Ultramarino Sonoro nos dan esperanza para pensar que no todo está perdido, demostrándonos cómo la música puede jugar un papel muy importante. Cómo mediante diferentes grupos y distintas canciones se puede construir una sociedad mejor. El comercio local ha encontrado, en diferentes conjuntos de renombre nacional, la honda que le puede permitir sobrevivir frente a Goliat.
Este proyecto, nacido en el mes de noviembre en Getafe, surge con la necesidad de apoyar al pequeño comercio de proximidad a través de la cultura y la música. Su forma de hacerlo es invitar a bandas reconocidas a apadrinar comercios locales de nuestros barrios. Una mezcla perfecta entre música, historias personales y creatividad, que permite visibilizar al pequeño tendero que se encuentra tras el mostrador.
De momento, son ocho los comercios locales que van a aparecer a lo largo de los meses, y, ocho los grupos que van a participar. Hasta ahora, grupos como Rufus T Firefly han dado visibilidad a un pequeño comercio local dedicado a la enmarcación, pintura de retratos y bellas artes; otros como Miss Caffeina, a una pequeña tienda de costura, y, la artista Suu, a una librería/ papelería del centro de la ciudad. A saber qué más sorpresas nos podremos encontrar a lo largo de los días.
Mediante pequeños actos se pueden cambiar grandes realidades. Con acciones cotidianas podemos contribuir a la rehabilitación de las ciudades como un espacio amable, culturalmente diverso y comercialmente justo. Y tú, ¿Qué comercio local vas a apadrinar?
Página web de Ultramarino Sonoro: http://www.ultramarinosonoro.com/
En este vídeo puedes saber más sobre el proyecto Ultramarino Sonoro