RVG – Feral (Fire Records / Popstock!)
Fue hace tres años cuando la voz andrógina de Romy Vager nos endosó un buen gol por la escuadra. Con sonidos que siempre formaran parte del ideario musical de todo amante del pop que se precie –Flying Nun, The Go-Betweens, el rock anguloso de guitarras arpegiadas que patentaron en su día Television, The Soft Boys…-, encandiló con un disco –A Quality Of Mercy (2017)- que tuvo la merecida repercusión en los medios. ¿Era un hype tipo The Strokes y como ellos se lo jugaron todo a una carta?.
Siempre dicen -suena a tópico trillado- que el segundo disco suele ser el de confirmación, así que RVG tenían que pasar la ¿revalida? con este Feral (Fire/Popstock!, 2020) que, a diferencia del anterior, ha tenido un mayor presupuesto (producido por Victor Van Vugt que ha trabajado con PJ Harvey o Nick Cave), y esto se nota en un sonido más fibroso y de caligrafía más nítida, más profesional (no en vano en estos años han girado junto a Pixies o Faith No More).
Esto juega en su contra, por desgracia. Si antaño estos sonidos, que emanaban de unos jóvenes díscolos que jugaban a ponerse en la piel de sus héroes, ahora éstos-sin variar en nada en su estética- suenan menos inspirados, más proclives a encasillarse como mero libro de estilo que se saben de memoria. El factor sorpresa se esfumó, aunque de sorprendente el sonido de estos australianos no tiene nada, huelga decirlo.
La voz de Vager sigue siendo el eje que vertebra todas las canciones, y eso pesa demasiado. Una voz que por ella misma se sobra y se vale para llevar a buen puerto el peor tema del mundo, sí, pero hacer orbitar una canción sobre la parte vocal acaba por desfondar al tema. Pero aquí no hay temas malos, solo un déjà vu que repercute en una sensación general de cansancio. El manual también nos lo sabemos de carrerilla: “Alexandra” es como aparear a The Smiths con unos Pulp post punk, “Little Sharky & The White Pointer Sisters juega a las armonías de unos The Cure más bailables, y “Help Somebody” retuercen el cadáver de The Psychodelic Furs. Lo mejor llega con la última del disco, “Photograph”, que empieza con suaves y precisos rasgueos áureos de guitarra, y va tomando, en su discurrir sinuoso, visos épicos a lo U2 de su primera época, vamos, la de sus tres primeros discos. Decepción.
Escucha RVG – Feral
un poco regulero, estoy de acuerdo