Las 12 mejores canciones de Cream
En una día como hoy, el 11 de Junio de 1966, la revista musical británica Melody Maker portaba un sorpresivo titular que enfureció, ostensiblemente, al mítico John Mayall: éste se acababa de enterar de que su muy apreciado y afamado guitarrista solista se había largado de los Bluesbreakers, ¡sin avisar! y en dirección hacia un recién formado proyecto, el cual se hacía llamar Cream.
Se trataba de un pasaje histórico, ya que había germinado una de las 10 más incontenibles y más originales bandas de los años 60, es decir, la integrada por Eric Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker. De tal modo, este “power trío” instauró una virtuosa y torrencial fusión de pop lírico, rock psicodélico y blues blanco. En consecuencia, entre 1966 y 1968, Cream mostraron su titánica capacidad para rastrear innovadoras sensaciones en el panorama musical y para provocar una elevada alteración del sentido auditivo.
Este “super-grupo” británico (el primero que existió con esa definición), se alimentó de la muy animalesca competición entre tres portentosos músicos que, bajo ningún concepto, querían ser menos que el otro cuando tocaban juntos; aunque aquello explosionó pronto hacia su ruptura. Recuperamos, en Muzikalia, 12 de sus más clarividentes flashes sonoros, centrándonos sobre todo en las canciones que compusieron ellos mismos o con ayuda de sus más directos colaboradores y dejaremos aparte las ricas versiones de puro blues que también tejió este triunvirato de leyenda.
12 – SWEET WINE
“Sweet Wine” ya te atrapa, de inmediato, con su infalible comienzo melódico de “ba-ba, ba-ba-ba-baaaaa”. Se presentó ésta como la primera canción escrita para Cream por el batería Ginger Baker, aunque necesitó él de la cooperación de Janet Godfrey, la esposa del propio Jack Bruce: un bajista total por antonomasia. La propia Janet, además, también había colaborado con su marido para componer “Sleepy Time Time”, ambas del álbum de apertura Fresh Cream, de 1966. Desde este punto comenzó ya la banda a desafiar a los estándares de la época en favor de direcciones inexploradas, hasta entonces, de “psychedelic blues-rock”.
Los párrafos de la propia “Sweet Wine” parlan de escapar de la ciudad en coche y disfrutar así de un buen vino y de días soleados. Por otro lado, Eric Clapton se quejó de la deficiente producción de su manager, el empresario Robert Stigwood, durante el registro de ésta y otras canciones de dicho LP de arranque. Por este motivo, como luego ampliaremos un poco más, Cream recurrió a un más experto Felix Pappalardi (de Atlantic Records) para esa labor de supervisión, además de arreglos y es que aún había que terminar de bruñir tan halagüeño proyecto, en dicho año 66. Por otra parte, la formación inglesa estiraba éste y otros temas en directo, hasta transmutarlos en indómitas “jam” de muchos minutos.
11 – N.S.U.
Relacionado con lo que acabo de plantear, en su versión de estudio la duración de “N.S.U.” no alcanzaba los 3 minutos, así que la banda la prorrogaba hasta los 10 minutos cuando abría sus actuaciones. En consecuencia, eran habituales dichas extensas improvisaciones en vivo, para que la monumental técnica del terceto cogiese toda su velocidad de crucero. Ginger Baker provenía del jazz, Jack Bruce poseía formación de música clásica y en Eric Clapton anidaba un alma de bluesman puro, así que todas esas bases tenían que explotar, extenderse, mixturarse y filtrarse en el tan peculiar rock and roll de Cream, durante sus propias apariciones delante de la audiencia.
Se ha debatido bastante sobre el significado del acrónimo que titula este supremo tema de 1966. Por un lado, dichas siglas de “N.S.U” podrían significar “Non-specifical Urethritis” (“traducido como “Uretritis no específica”) para representar, en broma, una enfermedad venérea que Eric Clapton había contraído por aquella época. El propio bajista Jack Bruce, también compositor del tema, admitió la relación de todo ésto pero también declaró que las siglas, en realidad, significaban “No sex until” (o sea, “Sin sexo hasta…”). La aventurera y hedonista letra, aparentemente disociada del encabezado, no parece esclarecer nada del mismo; sin embargo, el ágil verso inicial “conduciendo mi coche, fumando mi cigarro”, ha llevado a los fans a sugerir que NSU era una alusión a un fabricante alemán de automóviles de finales de los años 60 y que luego fue absorbido por la empresa Wolkswagen. De todos modos, a éstas se han sumado otras especulaciones e interpretaciones de los oyentes, acerca de la dichosa contracción de este título.
10 – WORLD OF PAIN
Ideada por el productor de Cream, Felix Pappalardi y su esposa Gail Collins, “World of pain” (1967) es una delicada melodía que supone uno de los instantes más conmovedores de la discografía de la formación británica. Quizás, cabe pensar que fue lanzada en consonancia con el trascendental auge del movimiento psicodélico, de aquel año 67. De hecho, Eric Clapton, introduce hábilmente el pedal “wah-wah” para darle ese efecto de alteración sensorial, un técnica apenas utilizada hasta el momento por casi nadie. Ésto mismo sumado a cantar con un estilo cercano a los años 50 y a un terso coro tipo años 60, ofrece una muestra de los ingredientes con los que podía experimentar Cream. La letra expone un mundo que solo produce dolor dentro de sus urbanizadas y gélidas ciudades, donde no hay sitio para la vegetación o tampoco para el idealista narrador. El propio texto lo elaboró el propio Pappalardi basándose en un árbol cercano a su casa pero podría ser, que tras esos versos se oculte un trasfondo de pacifismo hippie.
9 – THOSE WERE THE DAYS
Aunque el batería Ginger Baker aportó la mitológica letra de la preciosa “Those were the days” (“Aquellos fueron los días”, de 1968), la música fue concebida por el atormentado pianista de jazz Mike Taylor, aunque éste no toca en dicha tonada. Las paradísiacas campanas son tañidas por el propio Baker (además de su radiante golpeo a los tambores y los platillos, por descontado) y también por el productor Felix Pappalardi. Merece la pena reproducir una fracción de las poéticas, soñadoras y etéreas letras que, en muchas ocasiones, destilaba Cream: “Cuando la ciudad de Atlántida estaba serena sobre el mar, mucho tiempo antes de nuestro tiempo, cuando el mundo era libre. Aquellos fueron los días. Platillos dorados volando sobre sonidos de ocarina, antes de que las serpientes salvajes de Medusa dieran a luz al infierno disfrazado de cielo. Aquellos fueron los días.”
El tema concedió su título a una recopilación de los propios Cream, de 1997. Existe una popular canción, llamada igualmente y del mismo año 1967, de Mary Hopkin (producida por Paul McCartney), aunque se trata de otra tonada distinta.
8 – STRANGE BREW
En los estudios de Atlantic de Nueva York, en 1967, fue donde Cream había engendrado dos versiones del tema blues “Lawdy Mama”. La primera interpretación se eliminó del disco Disraeli Gears (aunque luego fue añadida en la reedición de 2004) y la segunda toma fue transformada en otra canción de blues-rock lisérgico construida por el productor Felix Pappalardi y su esposa Gail Collins. A aquella ramificación la llamaron “Strange Brew” (“Extraña cerveza”) y a Eric Clapton le agradó el trabajo de Pappalardi y su mujer porque el guitarrista consideraba que contenía un renovado ritmo pop pero conservando el espíritu del corte original. El mismo Eric fue quien se encargó de entonar el tema en sugerente y almibarado falsete. Aunque la canción podría tratar de una mística metáfora de una droga como si fuese una mujer (quizás sobre la tentadora Calypso y Ulises), por otro lado, esperamos que el verso inicial: “Extraña cerveza, mata lo que hay dentro de ti” no fuese premonitorio, ya que la misma Gail Collins asesinó a balazos a su marido Felix Pappalardi, en 1983, lamentablemente.
No es que a Jack Bruce le hiciese ni pizca de gracia ni su desplazamiento vocal a favor de Clapton ni, en general, ese injerto bautizado como “Strange Brew” pero reconoció que sí que es cierto que con ese adherente tema convencieron a un público más amplio. De hecho, el corte fue lanzado durante el “Verano del Amor”, de 1967, con éxito. Por su parte, la discográfica Atlantic siempre anhelaba aprovechar la popularidad que portaba Eric Clapton de grupos previos y ansiaba que éste liderara Cream. De todos modos, debido a las desavenencias artísticas mentadas, el propio terceto británico no tocó “Strange Brew” en su nostálgica y esporádica reunión del año 2005.
7 – SWLABR
El raro término “Swlabr”(1967) no es aconsejable para nuestra lengua física el pronunciarlo tal como suena, sino que debe conocerse antes que es la contracción de la frase “She was like a bearded rainbow”, traducida ésta como “Ella era como un arco iris barbudo”; con lo que se necesita descifrar el trabalenguas una vez más. Como en muchas ocasiones con Cream, se nos presenta una fructífera composición de Jack Bruce junto a su amigo, el poeta Pete Brown.
El propio escritor explicó que la curvatura multitono que aparece en medio del sol y la lluvia es un argot para definir una brillante sexualidad. Tras verter versos como ”tantos colores fantásticos, me siento en el país de las maravillas”, Brown explica que había mucha psicodelia en todo aquello ya que, en aquel momento, utilizaba muchas imágenes coloristas. Por contra, él mismo advirtió, públicamente, que no había ingerido LSD para inspirarse, aunque fuese el año 1967. El productor de Cream, Felix Pappalardi, podría ser, quizás, el protagonista de la canción ya que acababa de romper con su chica porque ella le había engañado con otro y él, quizás como reacción frustrada, dibujaba bigotes y barbas en fotos en que aparecía ella. El propio Pappalardi fue quien animó a la banda a componer canciones que no sonaran muy usuales por aquella época.
Alguna otra hipótesis relata que el propio Jack Bruce, que canta este magnífico rock de manera muy operística, había demandado a la floristería un tipo de lirios que tenían el apodo de “arcoiris barbudos” y se los quería regalar a su novia. Esperamos que después de estas explicaciones la cosa quede algo más nítida para el lector. Por su parte, Eric Clapton se decidió, una vez más, a mixturar blues con efectos “fuzz” y “wah wah” en su virtuosa guitarra, todo ello para ensalzar la psicotrópica sensación de “Swlabr”.
6 – BADGE
Dos buenos colegas como Eric Clapton y George Harrison son los que confeccionaron la extraordinaria y jugosa “Badge” en 1968, en unos estudios de San Francisco. Al principio la canción no poseía título y entonces ocurrió la siguiente anécdota. En la partitura Harrison había escrito a mano la palabra “Bridge” (referida a la anotación de un “puente” en una canción), sin embargo, Clapton la leyó mal y pregunto que era aquella palabra de “Badge” ( significa “insignia” o “chapa”, en castellano) y así mismo quedó el título. También se ha comentado por parte de los fans, aunque de manera errónea, que la progresión de acordes de esta canción es “B-A-D-G-E” (“Si-La-Re-Sol-Mi” en nomenclatura castellana) pero insistimos que no fue así, realmente. Agregar que Ringo Starr, estando éste bastante beodo, había estando contando cosas a Harrison sobre “cines que viven en el parque” y esas extrañas palabras del batería “beatle” fueron incluidas en la enrevesada letra de la canción, aunque no se acreditaron al propio Ringo.
George Harrison, firmando con el seudónimo “L’angelo mysterioso”, también interpreta aquí la guitarra rítmica como invitado de Cream, para devolver el favor a su amigo Eric, el cual había tocado en “While my guitar gently weeps” de los Beatles; aunque las discográficas de ambos no les permitían acreditar explícitamente esas mismas colaboraciones. El mismo Clapton es quien canta en “Badge” y para conseguir el efecto de guitarra utilizó un amplificador Leslie, aunque éste se soliese utilizar para teclados. Después de que el productor Felix Pappalardi la sobregrabara en los estudios de Londres, la canción se publicó en Marzo de 1969 pero Cream ya se habían disuelto mucho antes, entre el verano y el otoño de 1968.
5 – DESERTED CITIES OF THE HEART
El cantante y bajista Jack Bruce y el productor Felix Pappalardi son los dos que añaden, durante unos segundos, los apesadumbrados violonchelo y viola, respectivamente, en esta galopante canción de rock-funk-jazz; donde Eric Clapton se muestra imperial tanto con la guitarra acústica como con el sitar de vibración metálica. Por otro lado, es bastante impenetrable y se prestan a las cábalas del lector las líneas plasmadas por el poeta oficial de Cream, Pete Brown, aunque se adivina cierta cortina de romanticismo en la lírica de “Deserted cities of the heart” (“Ciudades desiertas del corazón”):
“Sobre esta calle donde el tiempo ha muerto.
El regalo dorado que nunca probaste en tiempos pasados, en días pasados.
Si pudiera captar tu mirada danzante.
Estaba en camino, en el camino a los sueños, sí.
Ahora mi corazón se ha ahogado en corrientes de amor, sí.
Brown era un viejo conocido de Ginger Baker (arrollador como siempre con su instrumento) y de Jack Bruce cuando ambos tocaban jazz antes de ingresar en Cream.
4 -TALES OF BRAVE ULYSSES
“Tales of Brave Ulysses” (“Cuentos del valiente Ulises”), de 1967, se inspiró en un viaje de Eric Clapton a Grecia, en 1965, donde él comprobó toda la seductora mitología que guarda ese país. Tras varias tentativas infructuosas de incorporar el pedal “wah-wah” y un caja de “fuzz” a la canción, Clapton logró por fin acoplar este efecto, con éxito, a su guitarra y además de manera distinta a otros colegas. Sin embargo, había sido su amigo, Jimi Hendrix, el que le había influido, con su canción “Burning of the midnight lamp” (single de aquel mismo año 1967) y es que el de Seattle había usado dicho pedal de manera realmente vanguardista y pionera. De todos modos, Eric tampoco recurrió demasiadas veces a este artificio ya que no era su especialidad distorsionar los sonidos de su instrumento, sino que siempre probaba varios tipos de guitarras para ver que sentimiento podía sacar con cada una. La misteriosa, sugestiva e iluminada manera de cantar Jack Bruce y la musculada batería de Ginger Baker completan la grandiosidad de este fabuloso corte.
El poeta y pintor australiano Martin Sharp, el cual había diseñado la famosa, surrealista y colorida portada del LP Disraeli Gears (1967) de los propios Cream, fue quien esta vez escribió el sugerente poema que fue adaptado a la propia tonada de la banda:
“Pensaste que el gris invierno te deprimiría por siempre,
pero te montaste en un barco hacia la violencia del sol.
Y los colores del mar ciegan tus ojos con temblorosas sirenas
y tocas las distantes playas con cuentos del valiente Ulises.
Cómo fueron sus oídos desnudos torturados por el dulce cantar de las sirenas,
por las espumosas olas que te incitan a besar la punta de sus labios blancos.”
3 – I FEEL FREE
Rebosa luz y sensibilidad la manera de cantar de Jack Bruce en “I feel free”, además de que las palmas y los pegadizos coros de inicio, “bom-bom-bom-bom”, se quedan a vivir en tu tímpano para siempre. Por su parte, a Eric Clapton le robaron su habitual guitarra Gibson Les Paul en los ensayos, así que tuvo que agenciarse otra. Para su instrumento el mismo Clapton, además de una caja de distorsión, usó una técnica llamada “tonalidad femenina” (una denominación influenciada por su compinche del alma, Jimi Hendrix) ya que aumentó los sonidos agudos, tocó con una nota sostenida y colocó el amplificador Marshall a todo volumen. Eric aplicó una variante sonora de la que solía emplear B.B. King.
La letra la escribió, de nuevo, Pete Brown, donde uno de los versos principales dice así: “Me siento libre cuando bailo contigo, nos movemos como el mar” y demás versos de un hombre que se siente bien con su novia, aunque estén rodeados de multitudes.
Este prototípico blues-rock lisérgico de Cream que es “I feel free” marcó una considerable huella en Inglaterra (nº11 en las listas), como segundo single de la banda, aunque no fue incluido en la “opera prima” Fresh Cream. La cantante Belinda Carlisle lanzó una sensual versión más moderna y con más estilo “hindú” (y muy recomendable de escuchar), en 1987.
2- WHITE ROOM
Ya os hablé, en Muzikalia, de esta perenne y espléndida melodía en el reportaje sobre canciones psicodélicas de los años 60 pero ahora nos extenderemos algo más. La poética y onírica letra de Pete Brown (el cual siempre hacía tándem compositivo con Jack Bruce, ocupándose éste último de la música) reza así durante la psicotrópica e interpretable “White Room”: “En la habitación blanca con cortinas negras cerca de la estación / País de techo negro, pavimentos de oro, estorninos cansados / Caballos de plata corrían por los rayos de la luna en tus ojos oscuros. La luz del amanecer sonríe cuando te vas.
Aunque en principio se pensó que la “habitación blanca”, de 1968, podía hacer referencia a los compartimentos albos de una institución mental, en realidad, el rapsoda Brown tomó como escenario un apartamento vacío al que acababa de mudarse hacia 1966, algo antes de trabajar para Cream; dónde desde la ventana observaba una antigua estación de tren. El propio Pete se encontraba inmerso en la desesperación ya que había roto con una chica hippie en un periodo en que Brown estaba dejando las drogas (quizás, cocaína) y el alcohol, así que él declaró que le brotaron unos versos como si se tratara de una especie de pequeña película extraña y de misterio. Las interpretaciones de los oyentes, sobre la popular “White Room”, son tal cantidad que no las podemos reproducir todas aquí. Por su parte, el bajista Jack Bruce sacó la inspiración musical de un gira ciclista por Francia y quizás, también el título del LP Wheels of Fire (“Ruedas de fuego” además fue nº1 en E.E.U.U.) también pueda relacionarse con este mismo movimiento circular.
El productor Felix Pappalardi agregó el afligido sonido de las violas y de nuevo, Eric Clapton, recurrió, de nuevo aunque como excepción, al distorsionante pedal “wah-wah”, logrando un “efecto parlante” con su instrumento. Los acordes de “White Room” se convirtieron en muy populares (la canción llegó al nº1 en Australia, por ejemplo) y la revista Rolling Stone, colocó dicha tonada en la posición n.º 367, entre las mejores 500 canciones de todos los tiempos.
1- SUNSHINE OF YOUR LOVE
Después de un concierto de Jimi Hendrix, el cual había dejado ensimismados a sus amigos asistentes Eric Clapton y Jack Bruce, éste último se pasó toda la noche en el estudio procurando inventar un retumbante ritmo de bajo para una nueva canción pero no había modo de definirlo adecuadamente y no fue hasta el amanecer cuando él lo consiguió. Esa misma parte del día en que el sol comienza a asomar, inspiró al poeta Pete Brown para crear la letra en aquel mismo momento. Los bluesmen Otis Redding y Booker T. Jones se habían acercado a los Atlantic Studios, en Nueva York, y le sugirieron al propio “bassman” Jack que atesoraba un “hit” potencial con “Sunshine of your love”, unas opiniones aquellas que acabaron de convencer al dueño de la discográfica Atlantic Records, Ahmet Ertegun de cara a proyectarla como single.
Así mismo, además de los arreglos del respetado ingeniero Tom Dowd, también Eric Clapton integró su amplia hechicería guitarrística (en concreto, la mencionada “tonalidad femenina” con una Gibson SG-1964 y a través de un amplificador Marshall), además de componer el sugestivo estribillo; todo ello a su estilo personal. Por su parte, Ginger Baker, defendía su propio criterio y basándose en armonías africanas y de indios americanos, también aportó un “arrítmico” y marcial tambor a la propia “Sunshine of your love”. Esta suma de todas las distintas fuerzas de la naturaleza, que son los tres músicos de Cream, dio lugar a este histórico pop-rock-blues psicodélico (nº5 en las listas de Estados Unidos).
Aquellos roces eléctricos del terceto fueron altamente beneficiosos para canciones como “Sunshine of your love” (y en los directos, la tensión entre sus egos musicales se producía por triplicado), aunque aquella combinación era inestable y no duró mucho, como sugerimos al principio; ya que además, Baker y el propio Jack Bruce ya se llevaban muy mal desde que tocaron juntos, entre 1963 y 1965, en el grupo Graham Bond Organisation. El propio Hendrix, quedó tan entusiasmado que versioneó la canción de manera asombrosa, como en él era habitual. Ciertamente, Cream y la Jimi Hendrix Experience fueron grupos que se influenciaron y admiraron mutuamente, durante los años 60.
Como curiosidad comentar que hay ciertos momentos a mitad de “Sunshine of your love” en que resuenan diminutos ecos de la canción “Blue Moon” en otra escala. También los acordes de inicio de “Cocaine”, original de J.J. Cale (la cual fue versioneada, curiosamente, por el propio Clapton), también arrancan, de modo idéntico, en este mismo single de Cream. Hablando de adaptaciones, además de la citada de Hendrix, gente tan dispar como Ozzy Osbourne, Spanky Wilson, Toto, Bobby McFerrin, Santana, Ella Fitzgerald, Living Colour, Hate Plow, Frank Zappa, Fudge Tunnel, Go Go Dolls, Mongo Santamaría, Funkadelic e incluso Siniestro Total realizaron un “cover”; dando ésto una ligera idea de lo universal de esta canción.
Fue éste uno de los temas que tocó Cream cuando actuaron de manera ocasional, en la ceremonia que les incluía en el Salón de la Fama del Rock and Roll, en 1993, catapultando definitivamente a al terceto Clapton-Bruce-Baker hacia uno de los peldaños más elevados del olimpo rockerístico de todos los tiempos.
¡Fabulosos e inmortales! Me alegra que incluyáis bandas como CCR o Cream en la web 🙂
Tremendo articulo… Súper acertado, para mi Crean es el motivo por el cual me dedicó a l música, y suscribo cada palabra de esta fotografía en palabras te has currado…. Un abrazo cremoso!!!!!!
Gracias a Txus Iglesias y a Muzikalia por dejarnos tan deleitados con las explicaciones como anonadados por el sonido de las canciones a las cuales van dirigidos. Maestría en el conocimiento de estos temas muestra el articuliista, tanta como la sapiencia e innovación mostrada por Baker, Bruce y Clapton, a la hora de inmortalizarlos. Estamos ante palabras mayores, hablando de Rock Clásico, y agradecemos que Muzikalia nos las reproduzca. Un cordial saludo.
Que gran grupo
Muchas gracias por sus comentarios y opiniones a Atomic CV, Juan Cordero, Xavi Gállego y Jorge, sobre Cream, aquí en Muzikalia.
Definitivamente, EL CREAM es y será por siempre, uno de los grupo/trío con mayor potencialidad de la escena musical referida al Rock Clásico de todos los tiempos. No sólo porque ERIC CLAPTON impuso su propio estilo, sino porque el sonido ha sido inimitable. Sólo EL CREAM ha logrado tanta sonoridad y perfección en cada una de sus tomas. Viva por siempre éste, el mejor de lo mejor. Muy sinceramente. ACG. Caracas, mayo del 2022.