The Chats: fauna australiana en peligro de extinción
Es increíble como Australia y Nueva Zelanda han sido y son un hervidero de bandas punteras en prácticamente todos los géneros posibles. Desde hace décadas, este lugar ubicado en las antípodas de nuestro país ha creado una fauna (musical) más reconocida que los canguros y los koalas. Un caldo de cultivo perfecto donde la creatividad y la pasión por la música generan todo un gobierno a la sombra ante los principales colosos musicales; Estados Unidos y Reino Unido.
Justamente desde las costas de Queensland (Australia) aparece The Chats, un trío cuya inspiración surge gracias a la cerveza Foster, una considerable cantidad de cigarrillos y mucho tiempo libre. Mediante un sonido Pub Punk y letras basadas en historias personales, están encandilando a un público cada vez más numeroso.
Eamon Sandwith, Josh Price y Mat Boggis representan ese espíritu rebelde y cercano, cada vez más en vías de extinción. Tres Bogans se conocieron en las clases de música de su instituto y en el 2016 decidieron crear este conjunto en el cobertizo de uno de ellos. Tres marginados informales, como ellos mismos se denominan, que lo único que buscaban era hacer algo para pasar el tiempo; pero en esto que llegó YouTube y muchos de sus canciones se volvieron virales como es el caso de «Smoko», canción que supera los 11 millones de visitas y nos habla sobre una de las grandes conquistas laborales que se han producido en Australia: la pausa para fumarte un cigarro a media mañana. A partir ahí empezaron a girar con grupos de la talla de Cosmic Psychs o Queens of the Stone Age, a llenar salas de conciertos por medio mundo y a mostrarnos su energético y caótico directo.
El tridente de Sunshine Coast nos presentó a mediados del 2020 su álbum debut titulado High Risk Behaviour. Catorce canciones, rápidas y directas, de las cuales ninguna llega a superar los tres minutos de duración. Temas como «The Clap» en los que nos hablan de una experiencia con la clamidia; el calor asfixiante y el asfalto recalentado se abren un hueco en «Stinker and Heatstroke»; en otros temas nos hablan de los peligros de comprar sustancias estupefacientes por Internet como es el caso de «Identity Theft», u otras dedicadas a la comida rápida como es el caso de «Pub Feed». Una de las mejores canciones de este disco es «Dine n Dash», un tema de poco más un minuto de duración pero que nos muestra un ritmo energético y vibrante, una canción que nos habla de hacer «un simpa» cuando no tienes dinero.
The Chats nos muestran, una vez más, cómo en Australia la música forma parte del día a día. Un conjunto que mediante mucho humor y estribillos pegadizos está conquistando a toda una generación de jóvenes. Nos hablan de la cultura de los márgenes, situando a su pequeña población en el mapa. Como ellos mismo nos dicen: hacemos canciones para que la gente salte y se divierta. ¿Existe algo más liberador?
Puedes escuchar High Risk Behaviour, el primer disco de The Chats, en Spotify.
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