John Lennon – Plastic Ono Band – The Ultimate Collection (Calderstone Productions Limited)
De entre las Rock-Stars que están en el altar de la música por méritos propios están Jim Morrison, Nina Simone, Elvis Presley, Aretha Franklin, Kurt Cobain, Michael Jackson, Bob Marley, Janis Joplin y, por supuesto, John Lennon. Ahora, nuevamente de actualidad, por el lanzamiento de esta edición SuperDeluxe del primer álbum en solitario del de Liverpool. Plastic Ono Band está considerada una obra de las más reveladoras, notables y reflexivas de toda la era del rock. Ahora por su 50 aniversario llega en una edición ampliada.
Las letras del mismo son una reprimenda a la fama y la adulación acumulada por el astro en sus años de superstar. Todo el proceso del disco se lo debemos a participar en las sesiones del Primal Scream Therapy que él y Yoko emprendieron en California con el fundador del movimiento, el Dr. Arthur Janov. Tras la misma Lennon reconoció su impacto y decidió usar esas enseñanzas para crear este proyecto. Varias de las canciones reflejan la ira y la angustia que Janov alentó a sus pacientes a compartir. La evidencia de ello es «Mother», en la que Lennon lamenta la pérdida de su madre Julia y la partida de su padre Freddie en una edad temprana. Eso sí, la traducción resulta un poco cursilona; “Madre, me tuviste, pero yo nunca te tuve / te quise, no me quisiste…. Mami, no te vayas, papi, vuelve a casa …”. Son una retahíla de emociones desgarradoras, medio cantadas / medio habladas por la que consiguió que tornase en un álbum para dejar noqueados a los fans por el impacto emocional que supuso abrirse él, el más impenetrable de los Fab Four. Muy alejado de arreglos por los que él y sus compatriotas habían sido conocidos mundialmente, en particular los de la estirpe barroquista de Sgt. Pepper y Abbey Road, llevándonos, por tanto, a unos escenarios musicales muy diferentes, sencillos y de escaso acompañamiento, servidos solo por un Ringo Starr a la batería y el antiguo bajista Klaus Voormann, George Harrison y hasta Eric Clapton en algún que otro acompañamiento y poco más. Producido por Phil Spector es su forma de dejar patente esos sentimientos de emoción desnuda y agresiva. Un viaje fascinante y completo que, en esta edición que os hablo, nos permite presenciar la evolución del álbum desde sus orígenes hasta su finalización.
Cierto que hay una considerable repetición en lo que respecta a las canciones, pues el álbum original y los sencillos que lo acompañan («Give Peace a Chance», «Cold Turkey», «Instant Karma») se incluyen en varias etapas de desarrollo y en diferentes formas mezcladas en cada uno de los dos blu-ray y seis CD. Sí, seis cedés, no es cuestión baladí ya os digo. Sin embargo, si eres beatlemaniaco, seguidor de Lennon, las diversas tomas, demostraciones y permutaciones iniciales te serán suficientes para dejarte llevar por todos y cada uno de los soportes.
Por ejemplo, las nuevas mezclas aportan variación y vitalidad a los arreglos raídos originales, iluminándolos de formas que antes rara vez lo hacían. Así también, la voz de Lennon adquiere un tono diferente. Dicho esto, también añadir que algunas tomas son cosas estiradas del enfoque inicial. Un ejemplo, «Hold on” suena mucho más casual en la original que la versión incluida en el Ultimate mix. Pero claro, escuchar a Lennon ofrecer instrucciones mientras aborda las melodías y arregla todo nos da una idea de su particular forma de trabajar. Se le oye a menudo pedirle comentarios a la Yoko y esta responde como si fuese ella la creadora del álbum. Ella, tan redicha.
Por otro lado, las casi dos docenas de improvisaciones nos muestran su postura por lo lúdico del rock and roll. Llega hasta a improvisar su homenaje a Presley en un popurrí que incluye «Don’t Be Cruel», «Matchbox» y «When I’m Over You» y, sí, suena realmente divertida. Hay una versión instrumental del «Get Back» y una abreviada de «I’ve Got a Feeling» que nos hace creer que todavía creía en los Beatles, pero claro, en su exhortación en «God» se desdice y vuelve a decir lo contento que está de haber dejado atrás la etapa del cuarteto.
En última instancia, sin embargo, son las demostraciones originales las que resultan especialmente reveladoras, ya que Lennon toca cada una de ellas completamente solo mientras comparte una sensación de espontaneidad cuando está elaborando los arreglos. Incluso en sus formas rudimentarias, «Working Class Hero,” “Isolation,” “Love,” y “Look at Me” suenan impactantes expresando un chorreón de emociones a medida que avanza todo. Los ensayos son otros momentos íntimos e introspectivos que nos llevan a estar casi a su lado. Un ejemplo especialmente conmovedor viene cuando habla de la pérdida de su madre antes de “My Mummy’s Dead”, que fue grabada en casa en un casete y agregada como coda para el final. Es esclarecedor y desgarrador al mismo tiempo.
En última instancia, es esa sensación de vulnerabilidad lo que es tan sorprendente la edición que nos compete, tal como lo fue cuando se dio a conocer inicialmente el álbum. Es Lennon puro y primordial en la forma en que se pretendía originalmente. Por eso, tanto lo musical como el libro de tapa dura de 132 páginas con fotos inéditas, memorabilia y completas notas son un tesoro en sí mismo. Le da a John una presencia tan poderosa y profunda pocas veces vista. Comparte con sus fans la sensación de cierre de una etapa musical y personal, que torna en una catarsis sónica servida para construir su mejor, más personal y apasionado disco en solitario.
Fatuo manierismo instrumental, minimalista, pero sin perder su sentido melódico. Estamos ante una irritable reflexión existencial de un hombre en plena madurez que se despoja de la idolatría y desde una postura nihilista sólo cree en su persona… bueno y en Yoko.
Escucha John Lennon – Plastic Ono Band – The Ultimate Collection
Reducir «a la Yoko» a mera espectadora me parece osado, por lo menos.