Depresión Sonora + Nueve Desconocidos (La Paqui) Madrid 24/03/23
Depresión Sonora volvía a La Paqui casi un año y un mes después de la última vez. En esta ocasión lo hacía presentando su primer LP, El Arte De Morir Muy Despacio. Tras una gira repleta de sold outs por toda Latinoamérica, llegaba el turno de Madrid. Además, hacía más o menos un mes que las entradas estaban totalmente agotadas, por lo que prometía ser una noche grande.
El encargado de abrir la noche fue Nueve desconocidos. Hizo un bolo que sin ser muy extenso logró cautivar al público, especialmente a los más mayores de la sala, quienes bailaron cada tema. Si que es cierto que la expectación tan exagerada que existía en la sala hacía Depresión Sonora no ayudó al ambiente general. Aún así, Ares y los suyos consiguieron sentar las bases de lo que vendría después.
Al terminar su set, se empezó a corear a Markusiano. Era salir cualquier técnico a ajustar algo y la gente se volvía totalmente loca. Tras unos quince minutos que a algunos seguro que se le hicieron interminables, comenzó el concierto, no sin susto de por medio. Nada más acabar la primera canción tuvieron que sacar a una chica que se había desmayado.
El setlist estuvo dividido en dos. La primera parte fue tocar íntegramente y en orden El Arte De Morir Muy Despacio y la segunda recuperando algunas de las ccomposiciones de los dos primeros EPs. El concepto de tocar el álbum seguido incluyendo interludios, funcionó muy bien, generando una narrativa muy interesante.
En un año han mejorado y mucho su directo y puesta en escena. Recuerdo el concierto anterior que dieron también en La Paqui. Las canciones sonaban muy parecidas a como podemos escucharlas en los discos. Pero ahora, si alguien es medianamente fan, debe verlas en directo. Se crea un aura que le da una nueva dimensión a cada tema. Fueron especialmente buenas “Fumando en mi funeral” y “Como todo el mundo”. Con esta última finalizó el primer bloque. El segundo fue más breve y directo al grano, tocando algunos de sus temas más icónicos, como pueden ser “Ya no hay verano”, “Gasolina y mechero” o “Hasta que llegue la muerte”.
Lo más destacable del concierto para mí fue la evolución. Es muy común ver grupos de la escena que año tras año proponen lo mismo o si cambian lo hacen por conceptos ya explotados por otras bandas. Es muy loable como manteniendo la esencia de lo que son, consigan hacer un sonido cada vez más completo y trabajado. Tengo mucha curiosidad de sí vuelvo a escribir una crónica de ellos en uno, dos o tres años tendré o no la misma sensación que ahora mismo. Esperemos que el proyecto de Marcos Crespo siga evolucionando tan bien como lo ha hecho hasta ahora.