Grita Lobos desafía el silencio con vídeo homenaje a Utako Okamoto
Las ondas sonoras retumban una vez más en los confines de la electrónica experimental, y esta vez el epicentro es el propio Perú. Grita Lobos, un prodigioso artista sonoro, ha emergido con una carrera que trasciende lo común, resonando en los recovecos más profundos de la vanguardia musical. Desde sus primeros sonidos en Grita Lobos! (2012) hasta los misteriosos destellos de Katalaxia (2017), Grita Lobos ha sido un alquimista sónico, mezclando géneros y rompiendo paradigmas.
Su más reciente obra, el álbum Aínbo, se teje con hilos de empoderamiento femenino. Cada pista es un tributo a mujeres que desafiaron el olvido y el menosprecio, reescribiendo la historia con su audacia. Pero Grita Lobos no camina solo en este viaje; su música se nutre de las voces de La Zorra Zapata, Ati Lane, Silvana Tello, Olinda Silvano y Silvia Ricopa, artistas shipibo-konibo cuyos cantos en su lengua materna resuenan con la sabiduría ancestral.
La sinfonía culminante de este álbum es «Utako», un homenaje en reverberación a Utako Okamoto, cuyos pasos se desvanecieron en la penumbra de la historia. Ella, una científica japonesa del siglo XX, destiló el ácido tranexámico, un elixir contra la hemorragia posparto. Sin embargo, las notas de sus logros fueron silenciadas por el estruendo del patriarcado. En el video musical que acompaña esta oda electrónica, dirigido por Dana Bonilla de PAI FILMS, el legado de Okamoto se eleva como un himno que desafía el olvido.
La colisión de talentos no cesa ahí. Grita Lobos une fuerzas con la banda peruana Budapest, cuyas notas viajan desde España para fundirse en esta pieza musical única. «Aínbo», una palabra que ruge con significados en el idioma shipibo-conibo, se entreteje en el tejido sonoro del álbum. Sus vibraciones evocan la electronic body music, darkwave, dream pop, IDM, ambient y conceptrónica, destilando un brebaje sonoro que sacude los sentidos.
Y el mundo ha reconocido la fuerza de esta obra. Aínbo ha sido aclamado por voces críticas en la esfera musical, destacándolo como una joya en el firmamento sonoro. Distintos medios especializados de Perú e Iberoamérica han cedido a su hechizo. Un conjuro sonoro que resuena con el coraje de quienes desafían las etiquetas y las expectativas.
En un mundo donde la música es un viaje y la experimentación es la brújula, Grita Lobos emerge como un faro guía. Un navegante de las frecuencias que se aventura en aguas desconocidas, narrando las historias de los olvidados y los marginados. «Utako» no es solo una canción, no es solo un videoclip; es un eco del pasado que resuena en el presente, un recordatorio de que las notas de la verdad trascienden la maraña del tiempo y el silencio. Y así, Grita Lobos sigue gritando, despertando a lobos dormidos y entonando melodías que desafían las sombras.
A continuación puedes ver el vídeo de «Utako».
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