Bruce Springsteen & The E Street Band (Estadio Metropolitano) Madrid 14/06/24
Antes de hablar de lo epatante que sigue siendo disfrutar hoy en día de un concierto de Bruce Springsteen & The E Street Band, más de cinco décadas después de su debut en los escenarios, quería destacar un momento clave que está presente en cada show de esta gira. A mitad de la actuación llega la interpretación de «Last Man Standing». El de New Yersey introduce la canción en un speech que se repite cada noche y que en nuestro país apareció subtitulado en español en las pantallas para asegurarse de que todos los presentes lo entiendan. Nos habla de sus inicios en la música allá por 1965 cuando con apenas 15 años había empezado a tocar la guitarra y una tarde de verano su amigo del colegio George Theiss le invitó a unirse a su primera banda. Se iniciaba así una de las mayores aventuras de su vida y aunque duraron solo tres años, ellos lo sintieron como si durara «toda una vida» que es como se sienten las cosas intensas cuando aún eres un adolescente.
Cincuenta años después de esa calurosa tarde, se encontraba de nuevo acompañando a su amigo George, poco tiempo antes de morir a causa de un cáncer. En ese momento se dio cuenta de que su partida le convertía en el único miembro vivo de ese grupo llamado The Castiles y de que una de las lecciones que da la muerte, es que el dolor que provoca no es más que el pago por haber amado bien. Lo que inspiró esa emotiva «Last Man Standing» de Letter To You (2020), que nos hizo poner los pies en la tierra, apartarnos por un momento de ese huracán que llevaba arrastrándonos desde hace hora y media larga, y ser conscientes ya no solo del inevitable paso del tiempo, sino de la importancia de el estar, sentir y vivir momentos como los que estábamos viviendo, que por mera lógica, es posible que en poco tiempo no puedan repetirse.
El pasado miércoles ya asistimos a la primera de las citas en la capital y desgranamos un concierto que en algunas partes fue similar al del viernes, aunque no del todo. Es una experiencia que trasciende más allá del rock de estadio; es cultura popular donde se encapsula la esencia y la existencia: la lucha, la esperanza, el amor y la pérdida. Unas canciones que perduran y nos conectan con lo que somos y lo que fuimos. Da igual que el Boss tenga 74 años, sigue manteniendo intactas la energía y compromiso de siempre, frente a la inevitable decadencia. También es cierto que nada de esto sería posible sin un respaldo tan sólido como el de The E Street Band, con la presencia de escuderos como Steven Van Zandt, Nils Lofgren, Max Weinberg, su mujer Patti Scialfa o en saxofonista Jake Clemons, sobrino de un Clarence a quien se le recordó.
Volvieron a ser tres épicas horas sin descanso, enlazando temas de todas sus etapas, aunque ya desde el inicio con «Something in the Night» nos dejó claro que hoy el protagonismo iba a ser para Darkness on the Edge of Town (1978), que sonó casi al completo. Cosas de la vida, nunca había visto a Bruce Springsteen en directo y aunque esperaba «Badlands», nunca imaginé escuchar maravillas como «Prove It All Night», la emocionante «Candy’s Room» y sobre todo, «Racing in the Street», que sustituyó a «The River» en el tramo más emocional. No se olvidó de joyas como «No Surrender», «Streets of Fire» o «Lonesome Day», de las recientes «Ghosts», «The Rising» y «Wrecking Ball, ni de tocar esa «Because the Night» coescrita con Patti Smith o de versionar «Nightshift» de Commodores.
La parte final aglutinó sus mayores éxitos (antes había sonado «Hungry Heart»), con una «Born in the U.S.A.» que como imaginarán desató una absoluta locura -por mucho que algunos seguro que no saben ni de lo que va la letra-, algo que también ocurrió con una memorable «Glory Days», que no habían sido interpretadas el miércoles. Ambos días se pudo vibrar con «Born to Run», «Dancing in the Dark» y su versión de una «Twist and Shout» que sorprendió por su apabullante fuerza, cuando estábamos ya en las tres horas de concierto.
Como ocurrió en su pasada gira, al finalizar con «I’ll See You in My Dreams», Springsteen nos deja con una reflexión con la que nos quedaremos para siempre: «Cuando todos nuestros veranos hayan llegado a su fin, te veré en mis sueños. Nos encontraremos, viviremos y reiremos de nuevo». Gracias por tanto.
Fotos Bruce Springsteen & The E Street Band: Doctor Music