Quincy Jones fallece a los 91 años
Quincy Jones ha fallecido este domingo a los 91 años en su casa de Bel Air (Los Ángeles) rodeado por su familia. Su figura es sin duda una de las más influyentes en la historia de la música contemporánea, con importante peso en diversos géneros y ámbitos. Su trabajo no solo resuena en géneros como el jazz, el soul, y el pop, sino que también en ámbitos como la producción musical, cambiando la forma de entender el papel del productor como arquitecto sonoro.
Quincy Delight Jones, Jr. comenzó su carrera como trompetista y arreglista en la década de 1950, época en la que trabajó con grandes del jazz como Count Basie y Dizzy Gillespie. Su habilidad para los arreglos orquestales le permitió experimentar combinando jazz con ritmos afroamericanos y elementos de música clásica, lo cual no solo le valió reconocimiento en su tiempo, sino que le abrió paso camino en la producción y dirección musical. Fue en esta etapa donde trabó amistad con figuras icónicas como Ray Charles, Miles Davis y Billie Holiday, y en 1956 emprendió una gira como trompetista del antes mencionado Dizzy Gillespie.
Residió en París, donde estudió composición con los reconocidos Nadia Boulanger y Olivier Messiaen. En la capital francesa, colaboró con figuras de renombre como Leonard Bernstein y trabajó en Barclay Records, asentándose como director musical y arreglista. En 1961, de regreso en Nueva York, fue nombrado vicepresidente de Mercury Records, convirtiéndose en uno de los primeros afroamericanos en ocupar un alto cargo en la industria. Su éxito como productor incluyó colaboraciones con artistas como Peggy Lee y Sarah Vaughan, y en 1963 ganó su primer Grammy por los arreglos de «I Can’t Stop Loving You» de la Count Basie Orchestra.
Su mayor periodo de popularidad fue durante la década de 1980, cuando consolidó su influencia como productor, especialmente con el álbum Thriller de Michael Jackson. Este disco, el más vendido de todos los tiempos, se considera una obra maestra de la producción moderna, y su éxito no habría sido posible sin la sensibilidad y creatividad de Jones, cuyo enfoque elevó el rol del productor a una categoría de creador integral, responsable tanto del sonido como de la identidad musical del propio artista.
Además de su papel en la producción de álbumes icónicos como éste, Jones también fue un pionero en la integración de la música afroamericana en el mainstream, promoviendo la inclusión y apertura hacia artistas de color en una industria históricamente dominada por blancos. Su liderazgo en este aspecto fue crucial para que géneros como el soul y el funk ganaran visibilidad y respeto, y allanó el camino para futuras generaciones de artistas de color. Asimismo, su labor como productor ejecutivo y mentor ha sido fundamental para el desarrollo de talentos emergentes, contribuyendo a que artistas como Lionel Richie, Patti Austin y Will Smith consolidaran sus carreras.
Jones también destacó en el cine y la televisión, componiendo bandas sonoras para películas como A sangre fría, La huida y El color púrpura. En la televisión, sus temas para series como Ironside y The Cosby Show se hicieron populares.
Descanse en paz.