Soccer Mommy – Evergreen (Loma Vista Recordings)
Sophie Allison alcanzó con su proyecto Soccer Mommy el equilibrio justo entre experimentación y contención en el anterior Sometimes, Forever (Lomavista Recordings, 2022). La atrevida producción de Daniel Lopatin, adalid de la electrónica minimalista bajo el alias de Oneohtrix Point Never, le otorgó un punto de vanguardia y, por qué no decirlo, de riesgo, a un repertorio que lo recibió como agua de mayo para evitar el encasillamiento, abriendo las puertas a un territorio que parece haber aparcado con el presente Evergreen, en el que Ben H. Allen (Deerhunter, Cut Copy, Washed Out, Animal Collective…) toma los mandos tras los controles y acaba por culminar el giro hacia sus primeras grabaciones, las que dieron lustre a discos tan notables como Clean (Fat Possum Records, 2018) o Color Theory (Loma Vista Recordings, 2020). Se trata de una vuelta a casa que reconforta y deja entrar la luz a unas composiciones que brillan orgullosas en sus distintas pieles, con ese timbre apesadumbrado pero esperanzador de Allison como hilo conductor.
Las canciones muestran en general el tono confesional que había caracterizado a su obra hasta entonces, y que tan bien coge forma con su cálida voz y una instrumentación austera. El sonido vuelve a ser más orgánico y terrenal, como demuestra el dulce poso otoñal que dejan piezas del calibre de la inicial “Lost”, “Thinking Of You” o la titular “Evergreen”. Se trata de deliciosos caramelos envenenados pues bajo su apariencia amable, encierran letras que retratan el dolor de la pérdida de su madre, el fin de una larga relación y la dificultad para avanzar. Entre el pop-folk acústico y el dream-pop se van erigiendo monumentos melódicos en los que arrullarse para afrontar la sanación (enormes “M” y “Changes”) acudiendo a la música como fiel compañera al funcionar como combustible valioso con el que emprender caminos hacia terrenos a veces desconocidos, pero necesarios.
No faltan los arañazos post-grunge con unas guitarras que desprenden aroma a arena-rock por los cuatro costados (“Driver”) o singles de pop cristalino que cotizan entre lo más directo y soleado de su cosecha (“Abigail”), subrayando el tono variado y dinámico de un álbum que mantiene el nivel atesorado por una compositora mayúscula que cotiza desde hace tiempo como un valor seguro al acumular méritos más que sobrados a lo largo de una trayectoria tan regular como consistente.