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Entrevistamos a The New Raemon por ‘Ocurrimos lejos’

Justo a tiempo para abrazar un otoño que se resiste a entrar del todo, Ramón Rodríguez reactiva la maquinaria de The New Raemon para regalarnos una nueva colección de canciones en las que adentrarse bajo el fuego de una chimenea, resguardándose del siempre peligroso paso del tiempo y prefiriendo, en su lugar, tender la mano a su efecto balsámico, el de la aceptación y el aprendizaje.

Experiencias tan devastadoras como la pérdida de su padre, marcan el tono de un trabajo íntimo e inspirado que, bajo el título de Ocurrimos Lejos (Cielos Estrellados 2025), despliega sus múltiples encantos arropado por su hija Leia, que aporta un extra de belleza sutil y ensoñadora a las voces del álbum, y por el experimentado músico y escritor Ricky Lavado (batería de Standtsill entre otras muchas más cosas).

Con la maestría que le caracteriza, el otrora líder de Madee teje un sonido evocador y delicado que se arma sobre una acústica y un piano, otorgando una importancia capital a unos textos siempre trascendentes que vertebran un discurso personal e intransferible.

A punto de sumergirse en el muchas veces extenuante proceso de promoción, nos atiende con su habitual amabilidad y sentido del humor para analizar un momento de su trayectoria en el que, para nuestro regocijo, se le acumulan los frentes abiertos.

«El tiempo nos atraviesa a todos, en este disco, quise reflejar esas distintas maneras en que lo percibimos, cómo nos afecta y cómo nos transforma»

El tiempo, con sus vicisitudes y connotaciones, está bastante presente en la temática del disco, ¿es lo que más ocupa tu mente cuando te pones a escribir?

El tiempo nos atraviesa a todos, en este disco, quise reflejar esas distintas maneras en que lo percibimos, cómo nos afecta y cómo nos transforma.

 

¿Cómo se fue gestando esa especie de comunidad creativa que has establecido con Ricky Lavado para la grabación de este disco?

Ricky Lavado y Leia formaron parte la grabación de Nuevos Bosques (Cielos Estrellados, 2024), así que no pude evitar invitar a Ricky a ayudarme a arreglar las canciones. Leia ya cantó en Postales de invierno (Cielos Estrellados, 2023) y me gustó mucho la forma en que combinaban las voces, así que también la invité a participar en este nuevo disco.

New Raemon y Mcenroe coinciden en lanzamiento de nuevo trabajo, tras sacar el año pasado Ricardo y tú uno conjunto. ¿Es un momento efervescente en términos de composición para vosotros?

Es puro oficio, llevamos tantos años en este camino que hemos interiorizado el motivo por el cual hacemos lo que hacemos. Ricardo y yo compartimos muchas cosas en común, la principal es escribir canciones porque simplemente nos gusta escribirlas como si se tratase de un ejercicio espiritual para situarse en el mundo. Cuanto más lo hacemos, más facilidad tenemos para conectar con esa frecuencia musical. No siempre sucede, pero cuando lo hacemos, siempre hay alguna canción ahí oculta esperando a ser descubierta.

Tu voz es el principal instrumento cuando uno se ajusta los cascos y escucha tus canciones con detalle. Pero es que esta vez, tu hija Leia te acompaña creando un algo conjunto de una belleza extraordinaria.

Su voz aporta una dimensión única a las canciones y crea un ambiente de complicidad que resuena con la esencia del álbum. Es una belleza que trasciende lo musical.

¿Cómo surgió esa resurrección temporal de Madee?

Quisimos recuperar la idea de sacar adelante los conciertos del 20 aniversario de nuestro álbum Orion’s Belt (Bcore, 2004), algo que nos fue muy difícil de llevar a cabo en el primer intento, pese a haber escrito y publicado recientemente tres discos en dos años no conseguíamos recuperar nuestro sonido en los ensayos, fue un momento muy complicado y frustrante. También estaba viviendo la previa al empeoramiento de salud de mi padre, tuve que salirme del grupo para ocuparme de toda la logística necesaria para ayudar a mis padres en esa situación y me fue imposible gestionar las dos cosas a la vez. Meses más tarde pudimos volver a plantear el futuro de Madee, incluir en el grupo a Marc Prim a la batería nos dio la confianza y energía para volver a sonar como en nuestros mejores momentos. El concierto del pasado mes de mayo en Barcelona es unos de los mejores recuerdos musicales que tengo, salió tan bien que el 14 de noviembre Bcore publicará un disco con el concierto en formato digital.

¿Qué sientes cuando ves a tus hijas sobre un escenario, con esa fuerza que desprenden?

Hay una fuerza y autenticidad en su presencia que me llena de orgullo y emoción. Lo vivo como si fuera un fan más, sin pensar que soy su padre.

 

Tus directos en solitario se han convertido en una especie de liturgia. Logras recrear un ambiente íntimo que incluso arranca la sonrisa de la tristeza que desprenden algunas canciones. ¿Cómo sigue resultando desnudarte emocionalmente sintiendo la mirada de la gente y sus expresiones?

Cada vez que me subo al escenario, es un acto de vulnerabilidad. Nunca sé cómo va a salir. Eso puede ser una ventaja, si utilizo esa dificultad me relajo y me dejo sorprender con el desarrollo de la actuación. Entiendo lo de la tristeza, pero a mí no me parecen tristes mis canciones, me parecen bonitas, no se recrean en la tristeza que pueda rodearlas, buscan una resolución lúcida y luminosa. De hecho, bromeo con lo de que son tristes porque no lo son. En el escenario puedes sentirte expuesto, pero es algo que hace mucho tiempo que no me sucede. Fíjate que me sentía más incómodo en la primera época, cuando llenábamos salas, que ahora tocando en teatros solo. Es curioso, me siento más acompañado ahora que cuando estaba rodeado de tanta atención.

Existen muchas conexiones en lo musical y en lo lírico entre este nuevo trabajo y el anterior ‘Postales de Invierno’. ¿Nacen ambos de un mismo hilo conceptual?

Ambos nacen del duelo, perder a un amigo o a un padre es algo por lo que vamos pasar todos, estos discos son producto de ese proceso, aunque cada uno lo hace desde una perspectiva diferente tienen en común la búsqueda del sosiego en momentos trágicos.

¿Qué planes inmediatos tienes con este nuevo disco?

Presentarlo en directo con la banda en Madrid, el 30 de enero en Inverfest (Sala Villanos) y el 12 de febrero en el Suite Music Festival de Barcelona (Razzmatazz 2). Esos serán los únicos shows que vamos a dar con la banda en Madrid y Barcelona.

¿A qué o a quién haces referencia con ese ‘Ocurrimos lejos’ del título?

Al momento de toma de conciencia de nosotros mismos, de entender quiénes somos, cuando sucede esa epifanía. Y a su vez hace referencia a estar presente, a no pensar en el pasado o el futuro, simplemente estar presente.

Siempre me ha atraído esa dualidad entre el Ramón acústico a lo Iron&Wine, Elliott Smith Damien Jurado o Jason Molina y el Ramón que saca sangre a las guitarras a lo Sunny Day Real Estate o Fugazi. ¿Cómo conviven en tu mente a la hora de crear o de sentir la necesidad de componer?

Esa dualidad es parte de mi esencia, además soy ambidiestro y Géminis. Cada estilo musical me habla de diferentes maneras, y en mi proceso creativo, siento la libertad de explorar ambas facetas, gracias a estar con Madee para hacer más ruido y mis cosas y colaboraciones para tocar de otra manera.

¿Son Ricardo Lezón y Ramón Rodríguez una especie de Simon & Garfunkel más otoñales?

Me gusta esa idea. Me pido Garfunkel, por los rizos.

 

“Diez Años En Un Día” es ahora mismo mi canción favorita del disco ahora mismo. Rezuma un sentimiento de aceptación sin resignación, con entereza. ¿Qué significa esta canción para ti?

Es un canto a la aceptación y a la resiliencia, representa encontrar fuerza en la adversidad. También es de mis favoritas.

Por la naturaleza de tu sonido o el carácter de tus letras, hay gente que puede pensar que eres un tipo serio, aunque como decíamos antes, siempre deslizas el humor en tus conciertos y cuando participas en podcasts o programas de radio. ¿Crees que hay gente que aún se sorprende por ello?

La música puede ser profunda, pero también hay espacio para la ligereza y el disfrute en ella y en otros contextos. También sucede que si solo basas tu percepción personal en la obra de alguien puedes sorprenderte para bien (o para mal) cuando ves o conoces a la persona que hay realmente detrás.

Las canciones o las obras no dejan de ser una especie de ensoñación, son reflejos de un interior, no lo muestran todo. Intento ser yo mismo siempre, incluso en el escenario, ser Ramón, no The New Raemon. Es algo que hace mucho tiempo que entendí, no hace falta ir con el personaje a cuestas, es peligroso y limita mucho tu criterio y crecimiento personal.

Foto The New Raemon: Carla Pérez Vas

Escucha ‘Ocurrimos lejos’ de The New Raemon

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