Vera Fauna (La Cochera Cabaret) Málaga 27/12/25
Como el mismo Kike Suárez, vocalista y guitarrista de Vera Fauna, reconocía en un momento de la noche, 2025 ha sido un año que ha cambiado las vidas de la formación sevillana. El lanzamiento de Dime Dónde Estamos bajo el abrigo de BMG he venido a redondear un proceso evolutivo que ha desembocado en su conjunto de canciones más equilibrado. El que mejor resume su ecléctica esencia.
Con un sold-out confirmado desde hacía semanas, el último concierto del año para muchos de los que allí estábamos, ofreció estribillos redondos, ritmos vibrantes capaces de sobrevivir a una alerta roja por lluvia anunciada poco antes de la salida del quinteto al escenario, una firme convicción en un discurso solvente que aúna pop, ramalazos negroides con sabor a funky o hip-hop y raíces andaluzas con querencia por el flamenco en forma de rumba vestida de actualidad, y mucha actitud.
Con un repertorio sin fisuras que rescata lo mejor de sus tres discos hasta la fecha, con especial hincapié en el mencionado Dime Dónde Estamos, presente en la lista de los mejores discos nacionales del año que nos deja y que interpretaron al completo, la noche deparó múltiples sorpresas como la presencia de dos bandas locales que van creciendo mereciendo mayores cotas de atención. Por un lado Lord Malvo, cuyo último disco ha sido brillantemente producido por Álex Fernández, teclista de Vera Fauna, quienes atacaron el estupendo single “Más Feliz y Menos Productivo” en el que colabora en tareas vocales el propio Kike Suárez, y por otro La Trinidad, liando una buena fiesta con la emblemática “6,30”.
Instalados en un estado de gracia perceptible desde el sonido, compacto y rico en matices, a la compenetración entre los músicos, capaces de disfrutar y transmitir credibilidad y sentimiento, se extendió desde los primeros compases del set la sensación de que estábamos ante una velada importante. Una intro enigmática dio paso a la notable “Dime Dónde Estamos”, que hizo las veces de perfecto pistoletazo de salida con su dinámica envolvente, dando paso a un triunfal recorrido por clásicos infalibles como “Los Naranjos”, una acelerada “Tres Primaveras”, la necesaria y elocuente “Casa Carreras” o esa eterna “Martes” que proyecta la referencial figura de Kiko Veneno por sus surcos, colisionando en perfecta sintonía con el conseguido aroma atemporal de las recientes “Atraco”, “Los Grillos”, “Un Día Más”, “Como No Te Veo” o “Mi Cabeza”, ejemplos de psicodelia pop con mensaje como parte del ADN que les define. Y si hablamos de singles, “No Me Digas La Verdad”, “Tu Voz”, el crujido hipnótico del sampleo de The Roots en “Sale El Sol” o una “Me Destruye” que sigue esa estela, demuestran que la inmediatez no les da la espalda sino que asoma sin artificios ni imposturas.
Al finalizar, el público, extasiado y plenamente satisfecho, parecía no estar demasiado preocupado por si lo que le aguardaba a la salida sería apocalíptico. Tan solo prevalecía la certeza de haber asistido a una nueva demostración de aquello que hace grande al pop: su capacidad para abstraernos de la realidad y permitirnos soñar despiertos.

