Alva Noto (Teatros del Canal) Madrid 03/06/23
El veterano Alva Noto cerró la apuesta de Teatros del Canal por esta ristra de grandes nombres de la electrónica y la A/V. A pesar de que no se trataba de un festival como tal, ser el último de esa programación le convertía metafóricamente en ese cabeza de cartel al que el alemán ya está costumbrado. Sus galones son evidentes, y quizá todavía más preminentes si atendemos a su faceta musical, más importante si cabe que su forma de entender la A/V.
Una mesa dispuesta bajo su nombre proyectado en el fondo de la Sala Verde fue más que suficiente. Podría notarse incluso algo sobrio en la disposición, pero también en su persona, quizá por la afección prolonga de la pérdida reciente de su amigo y mentor Ry?ichi Sakamoto. La noche depararía ese recorrido musical al que aludía, y que sería el que fuera marcando sus audiovisuales, recogiendo la representación gráfica de esos sonidos y sus múltiples vibraciones y transformaciones.
Partiendo del drone y de sus sucedáneos más académicos, el viaje de Noto transitó por la pulsión y dejó protagonismo a ese latir mecánico y orgánico, oxímoron real en las actuaciones del alemán. Si los A/V indicaban al inicio la verticalidad de su propuesta visual antes de tornar a lo horizontal, su música trazaba una transición dibujada en hipotenusa, de menor a mayor intensidad, pero siempre uniendo esos puntos triangulares de su propuesta.
Se animó con los sonidos más quebrados tras un paseo largo por los ambientes que rememoraban esos ecos de banda sonora que tan bien ha producido en su vida, pincelando bocetos que se debatían entre la oscuridad y la vitalidad, reflejados en ese encefalograma sonoro que había dispuesto en la pantalla y que funcionó como testigo de los cambios. Apareció también el testimonio del color, de la luminosidad como factor también medible y que mide, escupiendo una gama distinta de unidad de medida.
Todas esas evoluciones parecieron animar al teutón, que decidió romper la baraja tras su breve despedida para retornar con una última descarga de sonidos bailables y contundentes, certificando que todo en su universo es probable, como si hubiera puesto banda sonora no solo a su vaivén de frías emociones, sino también al tuyo.
Foto: Dieter Wuschanski