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Arcade Fire + Orbital + !!! (Icónica Sevilla Fest) 12/07/24

El megaeclécito ciclo Icónica Sevilla Fest, que cada verano se celebra en un entorno tan peculiar como la Plaza de España en Sevilla, sedujo al público más alternativo con un triple cartel de campanillas. Es cierto que, tanto Arcade Fire, como Orbital, como !!! (Chk Chl Chk) no representan tanto al presente como a pasados gloriosos más o menos cercanos, pero todos ellos mostraron un directo que, de maneras diferentes, hizo justicia a sus logros de antaño.

!!! fueron quien más difícil lo tuvieron. La luz del sol todavía pegaba de lleno a las 20.30h, y la banda formada en Sacramento (EE UU) se encontró con un público aún escaso y, además, segregado: la parte frontal, la correspondiente a las localidades más caras, estaba prácticamente vacía en aquel momento y una valla la separaba de la pista general. Nic Offer, que comenzó el concierto diciendo que hacía quince años que no tocaban tan temprano en España, se creció ante las dificultades y, nada más empezar a sonar la música, hizo trizas la cuarta pared y fue a buscar al público de la zona menos noble. El líder de !!!, bien reconocido como animador profesional y bestia escénica única, se tiró todo el concierto mezclándose con la gente, hasta el punto que se podría decir que prácticamente todos los asistentes le pudieron tocar. Ni siquiera tuvieron que recurrir a su repertorio más conocido para tener a todo el mundo bailando de la palma de su mano. Ellos siempre saben cómo hacerlo.

Igualmente, no creo que nadie recuerde un concierto malo de Arcade Fire, pero sí tiempos mejores en ellos. La era de mayor relevancia de los canadienses se perdió allá entre The Suburbs (2010) y Reflektor (2013), y también buena parte de su credibilidad después de las acusaciones de conducta sexual inapropiada recibidas por su líder, Win Butler, en los últimos años. Confieso que ello me ha hecho ver sus canciones desde una perspectiva diferente, menos creíble. Resulta extraño escuchar ahora, por ejemplo, “Afterlife”, con aquella cuestión antaño tan emocional de que cuando el amor se va, a dónde demonios irá. Ellos, por cierto, la remataron intercalando algunas estrofas de “Temptation”, de New Order, para evidenciar lo claramente inspirada que estaba en aquella canción.

Pero, objetivamente, se podría decir que fue un concierto impecable, solamente lastrado por la bronca de Butler al técnico de sonido que le llevó a amputar bruscamente uno de sus mejores temas, “Neighbourhood #3 (Power Out)”, aduciendo que el sonido que salía de monitores le estaba dejando sordo. La banda, que cuenta ahora con el gran Dan Boeckner (Wolf Parade) como sustituto en directo de Will Butler, ha ganado también como agitador del público al hiperactivo multiinstrumentista Paul Beaubrun, ambos secundando a miembros históricos como Richard Reed Parry, Tim Kingsbury, Jeremy Gara y Sarah Neufeld, además de los co-líderes, Butler y Régine Chassagne.

Tras abrir en modo intro con “Sound And Vision”, de David Bowie, fueron picando de entre los temas más conocidos de todos sus discos, aunque con mayor protagonismo de “Funeral” (2004). Empezaron por lo más flojo –“Age Of Anxiety I (Rabbit Hole)” y “Creature Comfort”-, hasta empezar a tomar mejor forma con “Reflektor”. En la segunda mitad, a partir del encadenado de “Rebellion (Lies)” y “No Cars Go”, ya fue todo hacia arriba, aunque se permitieron también bonitas concesiones como la de echar la vista atrás hacia su primer EP, de 2003, con el tema “Headlights Look Like Diamonds”. Después, el final buscando la apoteosis con “Ready To Start”, “Sprawl (Mountains Beyond Mountains)”, “Everything Now” y “Wake Up”, que remataron en plan comunal con la banda bajando del escenario y dándose un paseo por la plaza de España mientras seguían cantándola acapella rodeados del público. Pero, de alguna manera, lo que parecía fresco y sorprendente en sus primeros conciertos se ve ya como algo estandarizado y esperado. Lo que resultaba espontáneo parece ahora un artificio. No puedo escribir que fuese un mal concierto porque, por repertorio y por interpretaciones, no lo fue. Pero, por algún motivo, aquel amor se perdió, y no sabemos a dónde ha ido.

Orbital, en cambio, parece que ha sabido mantener el espíritu de lo que les convirtió en uno de los grupos de música electrónica más importantes de la historia, allá por los años 90, renovándolo con eficiencia. Prueba de ello fue lo bien que funcionó “Dirty Rat”, su reciente single junto a Sleaford Mods, incluso tirando de un recurso tan facilón como poner la voz en off de Jason Williamson con su rostro en las pantallas. Lo dispararon justo después de abrir con un tema de culto de sus inicios como “Deeper” y justo antes de otro clásico como “Satan”.

Protagonizaron claramente el repertorio los dos primeros álbumes de los hermanos Hartnoll (el verde, de 1991, y el marrón, de 1993, ambos titulados como “Orbital”) y reinventaron viejos trucos, como el esperado sample de “Heaven Is A Place On Earth”, de Belinda Carlisle, esta vez precediendo a su reciente relectura de “Wannabe” de The Spice Girls, presentada como “Spicy” (eso sí, en esta ocasión no tuvieron a Mel C como invitada estrella, tal como sucedió en su aparición en Glastonbury). Todo eso para finalizar con otros dos clásicos iniciáticos como “Belfast” y “Chime” para culminar un show vibrante y dejar la noche en todo lo alto.

Fotos Arcade Fire + Orbital + !!!: @capsula_33 (Icónica Sevilla Fest)

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