Arcade Fire (Wizink Center) Madrid 21/09/22
A pesar de que las turbias acusaciones de abusos sobre Win Butler aún siguen sin resolverse, parece que Arcade Fire han encontrado la fórmula para luchar contra esa «era de la ansiedad» que se ha apoderado de este mundo post pandémico y que tan bien refleja su último y convincente disco, WE (Sony 2022). Se trata básicamente de recuperar esa emoción colectiva de la música en vivo en grandes recintos, tirando de un repertorio con garantías. Aún conociendo de sobra la acreditada solvencia de los directos de los canadienses, su nueva gira no hace sino acrecentar se candidatura a colocarse entre los dioses del rock de estadio, espacio que desde hace demasiado tiempo ocupan Stones, Springsteen o U2 y que va pidiendo a gritos un relevo desde hace tiempo.
Más allá de contar con un espectacular escenario coronado por proyecciones distópicas y por incluir otro menor en medio de la arena al que se accedía mezclándose entre el público y fue usado primero por el cantante, más adelante por Régine Chassagne y en el último tramo por la banda al completo, lo que cabe destacar en el nuevo espectáculo de los de Montreal es su música. Un sólido setlist que fue manando de ese dotadísmo grupo de multiinstrumentistas y que centrándose en su reciente álbum, recorrió buena parte de su discografía con la incomprensible omisión de Neon Bible (lo único que podríamos reprocharles).
Un atronador bolero de Ravel sirvió de intro para dar paso al grupo, que subió a las tablas mezclándose entre la gente y abrió con una fría «Age of Anxiety I». Toma de contacto y momento de empezar a pisar el acelerador con «Ready to Start», perfecto inicio para un continuo viaje de emociones y sensaciones que duró dos horas largas. Un toma y daca que no decayó y encadenó temas de ahora y de antes, del recuerdo a sus inicios en la genial «Neighborhood #1 (Tunnels)», a la bailable «Put Your Money on Me», que dio paso a uno de los primeros hitos de la noche, cuando enlazaron una apabullante «Afterlife» con Butler corriendo de escenario a escenario, con ese tótem llamado «Reflektor». Volvieron al presente con una gran «Age of Anxiety II (Rabbit Hole)» y las dos partes de «The Lightning» que sonaron demoledoras, para regresar a sus primeras épocas con «Rebellion (Lies)».
Las percusiones de una alocada «Here Comes the Night Time» y el toque Springsteen de «Modern Man» dieron paso a otro de los subidones de la jornada, protagonizado por las dos partes de «The Suburbs» y una «Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)» con la inmensa Chassagne reinando en el Wizink Center, corriendo y bailando de escenario en escenario. La tierna «Unconditional I (Lookout Kid)» nos dejó listos para darlo todo en «Everything Now», con la que se despidieron.
El bis tuvo lugar en medio de la arena, reclamando silencio para abordar las íntimas y expansivas «End of the Empire I-III» y «End of the Empire IV (Sagittarius A*)», para terminar de conquistarnos con su versión del «Spanish Bombs» de The Clash y ese himno comunitario que es «Wake Up» que sonó a celebración y a vida, y que siguió resonando cuando el grupo desaparecía hacia los camerinos hasta que las luces se encendieron y despertamos de un sueño que para nuestra suerte había sido real.
Fotos Arcade Fire: Blanca Orcasitas
Apoteosis