Atoms For Peace – AMOK (XL Recordings)
Thom Yorke «educó» musicalmente a más de una y dos generaciones con sus canciones y su estilo siempre cambiante y atrevido ya fuera con Radiohead y obras imprescindibles, como OK Computer (1997) o Kid A (2000), o en menor medida con su proyecto personal electrónico The Eraser (2006). Ya en el 2010, llevaba un año actuando y colaborando con Nigel Godrich, productor de Radiohead; Joey Waronker, batería de REM y Beck; Flea, bajista de Red Hot Chili Peppers, y Mauro Refosco, de Forro in the Dark.
Yorke decidió llamar a este nuevo proyecto de fusión entre el rock y la electrónica Atoms For Peace. Un nombre que coincide con una de las canciones que formaban parte de The Eraser, y hace referencia a uno de los programas de desnuclearización que impulsó Estados Unidos en los 50. Tres años después de darle nombre, la banda ha publicado AMOK. Un disco que luchaba contra las enormes expectativas generadas alrededor del supergrupo liderado por Thom Yorke. Casi siempre, las altas expectativas son peligrosas. AMOK es una obra notable, no increíble ni sobresaliente; imprescindible eso sí para los defensores a ultranza de Yorke. El álbum no es una segunda parte de The Eraser, a pesar de que tienes más de este disco que de los de Radiohead. Lo llaman rock alternativo o mezcla de rock electrónico.
Yorke ha abierto el abanico con colaboradores de peso para convertir éste en un proyecto conjunto. Unos componentes claves en el sonido y en muchas de las canciones como el potente bajo de Flea tan preciso y presente en «Dropped» y en «Unless» con un atronador contrabajo. También juega un peso muy importante la percusión de Joey Waronker en temas como los dos antes citados. Mientras, Thom Yorke le aporta esa nota atmosférica, nostálgica e incluso en algunos momentos contenidamente angustiada que sólo él sabe aportar. Un ejemplo de ello es «Judge, Jury and Executioner».
Los mejores temas del disco se encuentran en su primera parte. «Before Your Very Eyes…» mezcla ritmos electrónicos con un nervioso punteo de guitarra y el sonido de un bajo que juega y prueba continuamente. Yorke de nuevo alarga las frases convirtiendo su voz en épica. Le siguen otros dos hits: «Default», más electrónico, en el que destaca la percusión, y «Ingenue», a medio tiempo e igual de electrónico con un gran Yorke cantando con suavidad. A partir del cuarto, le siguen canciones notables pero que en algún momento se hacen repetitivas y ya escuchadas. Cabe destacar las citadas «Unless» o «Judge, Jury and Executioner». Uno tiene la sensación de vivir o escuchar algo ya vivido o escuchado, como si el invento y su magia se desvanecieran poco a poco a mitad del disco o por lo menos perdieran su energía inicial. Ello no significa que AMOK no funcione, lo hace, pero en parte ha perdido ese elemento sorpresa y fresco tan característico del vocalista.
Es seguro un proyecto más propio del directo que del sofá de casa o del Ipod por la calle. Los seguidores de Yorke y de su proyecto tendrán la oportunidad de verlo en Barcelona el próximo 17 de abril en la sala Razzmatazz 1, pero que no esperen encontrar la banda entera sino sólo al cantante de Radiohead y a su productor Nigel Godrich, miembro también de Atoms for Peace.