Baloji – 137 Avenue Kaniama (Bella Union)
Como no puede ser de otra forma, la música africana sigue aportando los sonidos más excitantes, y trangresores del pop actual. En este caso las alegrías nos llegan desde los cuarteles generales del sello Bella Union, y de la mano del congoleño Baloji, el cual, desde temprana edad, sus padres educaron en Bélgica. Este burbujeante “137 Avenue Kaniama” (Bella Union, 2018) es el tercer disco de este joven admirador de Fela Kuti y de la cineasta y actriz Greta Gerwig (directora de la recomendable “Lady Bird”), y es el primero que he podido escuchar. Doy fe que ya corro a por los dos anteriores (el predecesor fue editado por el excelso catálogo belga de Crammed Disc, así que ojito).
En este largo se reúnen canciones en las que el joven Baloji se las apaña de maravilla para entregarnos un repertorio en el que hace un hibridadaje y tensiona diferentes estilos (afrobeat, funk muy Prince, rap, brilli brilli tecno, entre otros) con desparpajo y poca vergüenza, apoyado en su fraseo turgente y masculino. Punteos de guitarra circulares (herencia del zouk de su tierra natal) más bases trap abren como un vendaval e invitan al baile en “Glossline” (cantada en francés en casi tu totalidad como en el resto de temas) y “L’hiver indien-ghetto mirador” (con un fibroso y anabolizante rapeo).
Un arranque irresistible. Sigue la fiesta en la calle mientras suena ‘“Bipolaire-le noire”, que me hace recordar a los Arrested Development, y las bases tecno de “Spotlight” hacen gastar las zapas. El acolchado sonido funk sintetizado de “Soleil de volt” resiste cualquier inclemencia poniendo a bien recaudo la herencia de Fela Kuti y un Prince previamente bien lubricado (también rinde parabienes al de Minneapolis con el tacto de raso de “Ciel d’encré”, en la que se pone circunspecto recordando sus reveses maritales.
Su veta más lírica y cruda la encontrarán en el spoken word de “La derriere pluie/ inconnue a cette adresse”, en la que, bajo un fondo de reminiscencias orientales, el rapero narra la separación de ¿sus padres?. Intrigantes 15 minutos que con los 11 de la canción que cierra el disco, “Tanganyka”, dan fe de la versatilidad y poderío de este valor en alza.
Escucha Baloji – 137 Avenue Kaniama
